53. Una dosis de besos (Borrador)

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—Aclárame una duda flamenco inútil. —dijo Crocodile viendo a través del cristal.

—¿Hmn? 

—Entiendo el cabello oscuro de mis hijos.

—Eres su abuelo, no su padre.

—Cállate y escucha, ¿porqué tienen ojos azul celeste? Los míos son amarillos, los de mi burbujita son castaños, al igual que lo eran los de su madre.

—Fufufu... con que era eso.

—¿Qué más podría ser? 

—Bueno... —se quitó los lentes y lo miró a los ojos—, ¿esto responde tu pregunta? —inquirió sonriendo de manera picaresca.

—Umn —articuló Crocodile, sin deshacerse de su serio semblante—, nunca lo habría imaginado.

Diamante sonrió, puesto que era de las pocas personas que sabían lo que había debajo de aquellas inseparables gafas polarizadas de Doflamingo. 

—Volveré en un momento, Doffy —tomó al príncipe en sus brazos, dado que se había quedado dormido en el sillón, y aprovechando el hecho de que su joven amo y Crocodile estaban ahí, abandonó su guardia por un momento y llevó al chiquillo a su alcoba, la cual estaba situada frente a la de su tío y (Tn).

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Siete semanas pasaron en un abrir y cerrar de ojos para Crocodile y la familia Donquixote. Habían sido muchos días de vigilancia y cuidados extremos para con  los príncipes, quienes tan solo podían ser adorados por todos detrás de un cristal. Por fortuna, (Tn) estaba muy recuperada gracias a las excesivas atenciones de su doctor,  también de su esposo, su papá y Baby 5. 

Para entonces, Doflamingo y (Tn) habían empezado a dormir juntos finalmente, era él quien la ayudaba a desplazarse hasta las incubadoras a media noche, y por las madrugadas. 

A pesar de nunca dejar de estar pendiente de (Tn), Doflamingo había retornado a ocuparse de los asuntos que Diamante, Pica y Trébol llevaban meses manejando. 

Por otro lado, Vergo había completado la misión que Doflamingo le  había encomendado, dos días antes de que (Tn) diera a luz, y se deshizo de la competencia que amenazaba la seguridad de la reina y los príncipes Donquixote.

—Doffy-mingo, ya no es necesario que me alimentes en la boca, en serio, puedo hacerlo sola. —se quejó al cruzarse de brazos mientras masticaba.

—Calla ardilla, y come todas tus verduras.

—Pero ya no quiero comer cosas tan saludables, me enferma...

—Fufufufu... ¿como es que comer saludable te enferma?

—Burbujita, debes recuperar fuerzas, recuerda que estas lactando a los mellizos, tienes que mantenerte saludable.

—¿Ves? Hasta la lagartija sabe lo que te conviene y tú no dejas de quejarte.

—¿Insinúas que soy un idiota? —replicó desde su sillón cerca de (Tn), mientras que Doflamingo permanecía sentado en la orilla de la cama.

—Lagartija amargada, es una broma.

Crocodile estaba dispuesto a continuar con la conversación, pero entonces alguien llamó a la puerta.

—Adelante —respondió (Tn). 

—Sus majestades, Crocodile sama... es tiempo. —informó el doctor, lo que provocó sonrisas en los tres mencionados.

Doflamingo ayudó a (Tn) a levantarse, y caminó con ella de la mano. Se dirigieron a la sala de incubadoras y el doctor abrió la puerta, pudieron pasar todos juntos ya que era el día que los bebés serían entregados con la madre.

Sympathy for the devil  ━━  [Finalizado] 《6》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora