Sympathy for the devil ━━ [Finalizado] 《6》

5. Me perteneces

«Nada cambiará lo que siento por ti». Sonó como eco en la cabeza de Doflamingo.

Segundos después de lo dicho, (Tn) se dio cuenta de lo que había respondido, e intentó clarificar la situación.

—Di-digo, la manera en la que te veo, y cómo me siento con respecto a ti, p-p-porque m-me salvaste y todo lo que has hecho por mi y... —se puso tan roja y nerviosa que el rubio optó por carcajearse.

—¿Qué pasa? —preguntó con una sonrisa traviesa—. No hay razones para ponerte nerviosa, ¿o sí? —habló con suspicacia.

Ella bajó la mirada y negó con la cabeza.

Luego de comer, Doflamingo se dio la tarea de quitar las vendas de la pierna y el brazo de (Tn)

—Creo que ya no es necesario que las uses. —determinó al ver que había sanado bien.

—¿De verdad? —preguntó muy emocionada.

—No eran fracturas en sí, tuviste suerte.

—Hasta mis heridas sanaron bien —observó contenta—. ¡Casi no se notan!

Con una risa soberbia, Doflamingo sacó varios hilos de los dedos y los puso frente a ella.

—¿Quién crees que las coció? —preguntó muy engreído.

—¿Tú lo hiciste? —inquirió sorprendida. Él asintió—. No sé qué hacer o qué decir para agradecerte por todo lo que has hecho por mí.

—No es para tanto ardilla. Lo hago porque eres mía. Debo cuidar de mi mascota, ¿no lo crees?

«Mascota...» Pensó (Tn), inconforme. Hizo un puchero y se cruzó de brazos.

—Bueno —dijo sonriendo muy divertido al notarla repentinamente molesta. Se inclinó a cogerla por debajo de los brazos para hacer que se pusiera de pie, y después la sostuvo de la cintura—. Hora de asearse para dormir, ardilla.

—Puedo caminar sola —se quejó, cuando él la sentó sobre su antebrazo, apegada a su torso.

—¿Ah sí? ¿Empiezas a sanar un poco y ya te sientes independiente? —Ella asintió. El rostro de Doflamingo se ensombreció con la respuesta obtenida—. Pues no me gusta la idea de que mi ardilla sienta que ya no me necesita —dijo muy serio.

(Tn) suspiró y rodó los ojos.

—Esta bien, puedes cargarme —respondió fingiendo desánimo.

—Y no quiero que mi ardilla sea para nada independiente —pidió sonando caprichoso.

—Doffy... —canturreó (Tn), dedicándole una mirada llena de exasperación.

—¿Sí?

—Vamos a asearnos, tengo sueño.

—No —dijo tajante. Permaneció serio e inmóvil—. Esa respuesta no me gusta, ardilla rebelde.

—Ah... —Tomó una bocanada de aire—. De acuerdo, no seré independiente.

—Así me gusta, buena mascota —sonrió con la lengua de fuera. Le dio palmaditas en la cabeza y siguió caminando hacia el baño.

«Hombre pájaro manipulador...» Pensó ella.

Momentos más tarde...

—¿Terminaste? —le preguntó Doflamingo a (Tn). Tenía una toalla sobre la cabeza.

—Sí, ¡pero no mires!

—¡No te estoy viendo! —exclamó decepcionado—. Eres una mezquina —balbuceó con descontento.