Sympathy for the devil ━━ [Finalizado] 《6》

4. Ardilla traviesa

Doflamingo seguía en silencio cuando llevó a (Tn) a la habitación. No sabía cómo actuar puesto que estaba molesto pero tampoco deseaba desquitarse con ella su sentir.

—¿Estás enfadado conmigo? —preguntó cuando él la depositó en la cama.

Lo miró dándole la espalda a la vez que se quitaba el abrigo de plumas de color rosa.

—Estoy enfadado conmigo mismo —respondió volteando hacia ella.

—Lo sien...

—Por mi culpa pasaste un mal rato —la interrumpió muy serio, acercándose.

—No, Doffy fue mi culpa que...

—No —le interrumpió sonando muy firme—. Yo no te dije que no debías salir —se sentó en la esquina de la cama de espaldas a ella—. Pero ahora que lo pienso, también estoy molesto porque hayas salido. ¡Debiste esperar por mí!

—¡Lo siento Doffy!

—¿Puedes siquiera imaginar lo que hubiese sucedido si yo no hubiera llegado a tiempo? —(Tn) no respondió, pero claro que imaginaba lo que pudo pasar—. Estás técnicamente desnuda debajo de esa camisa, ¿y aún así decidiste salir a merodear, sin detenerte a pensar en que quizá sólo habrían hombres allá afuera?

—Doffy yo...

—¡No digas nada! ¡Estoy muy molesto contigo!

Se dejó caer de espaldas sobre el colchón. Lucía extremadamente serio.

(Tn) sabía que él tenía razón, así como también sabía que debía tratar de enmendar aunque sea un poco lo que había hecho.

Doflamingo acomodó el brazo derecho debajo de su cabeza. Permanecía en total silencio.

(Tn) se acercó más, buscando la mirada que esos lentes de sol no le permitían ver.

—Doffy... —musitó intranquila. Lo veía con ojos grandes y suplicantes, pero él le había impuesto la ley del hielo—. No estés enojado conmigo por favor —le pidió con una suave vocecita. Dado que no obtuvo respuesta alguna, decidió subirse en su pecho como si fuese a dormir—. No estés así. No quiero que me ignores —suspiró un poco desanimada—. Por favor, tú no.

Colocó el oído atento al sonido del corazón de Doflamingo; eso era lo que mas la relajaba al momento de dormir. Dado que él siempre andaba con el pecho al descubierto, ella podía sentir la calidez de su piel. El palpitar que escuchaba, era lo único que necesitaba para estar tranquila. La hacía sentir segura, protegida, y de alguna manera... querida.

Pasaron varios minutos en silencio, y luego (Tn) empezó a trazar círculos sobre el pecho de Doflamingo.

A él le causaba cosquillas el sentir la suavidad del dedo de la inquieta ardilla, pero permaneció inmóvil y callado. Tenía que guardar la apariencia de «hombre molesto» ante la criatura que hacía que su corazón se ablandara con sólo una mirada.

Como la mujer odiaba el silencio, empezó a tararear "Binks no sake" mientras continuaba dibujando círculos con su dedo, sobre la piel del pecho de Doflamingo.

Sin darse cuenta del momento en que había bajado la guardia, él empezó a acariciarle el cabello. Fue algo que lo sorprendió cuando hubo de ser consciente de lo que hacía.

Continuó tarareando sin parar de dibujar círculos imaginarios en el pecho de Doflamingo. Sintió alivio al refugiarse en la idea de que quizá ya se le había pasado el enojo.

—(Tn) —dijo repentinamente. La mencionada se asustó al escucharlo tan serio, llamándola por su nombre en vez de «ardilla» como siempre lo hacía—. No quiero que vuelvas a ponerte en peligro nunca más. Ni aunque consideres que el riesgo es mínimo —La sintió asentir sobre su pecho—. Prométemelo —pidió aún sonando aún mas serio.