Sympathy for the devil ━━ [Finalizado] 《6》

35. Fue una masacre (Borrador)

—¿Serían tan amables de acompañarnos? —preguntó Vergo a los dos Jack.

—¿Y porqué habríamos de... —Morgan no terminó de formular su pregunta ya que era estúpido hacerlo. «¿Cómo fue que bajé la guardia?», se preguntaba al ver al flamenco mirando en dirección suya. Este le sonreía con la lengua de fuera y le apuntaba a Crocodile, parecía como si imitara la forma de una pistola con su dedo índice extendido y el pulgar alzado.

—Maldita sea... —masculló Rackham al darse cuenta que esa boda era una redada, una que Doflamingo había planeado para deshacerse de todos sus enemigos, en la que tontamente se infiltró creyendo que la situación se desenvolvería de manera distinta, con ellos atacando y destruyendo Dressrosa—, la sociedad que te propuso Joker, era una maldita trampa. —Los dos Jack miraron a su alrededor, y fue cuando supieron que los subordinados de Ten Yasha, Donquixote Doflamingo, habían empezado a atacar a todos los invitados.

—¿Así que de esto se trataba? —dedujo Morgan, pero ya era muy tarde—. Quería reunir a sus competidores del bajo mundo en un sólo lugar para deshacerse de todos. —se frotó la frente y negó sonriendo—, ¿Sí saben que nuestros aliados sabrán de esto y vendrán por sus cabezas?

—Si hablas de Shiki —dijo Vergo—, él ni siquiera recordará tu existencia dentro de poco, Morgan.

—Exactamente... —dijo una voz a su espalda—, y si no quieres que ellas mueran, nos acompañarás a cierto lugar, sin oponer resistencia —Morgan miró que ese hombre moreno, llevaba a su esposa y su hija de veinte años, esposadas, las había tomado de rehén.

—¿Y tú que tienes que ver con Doflamingo? —inquirió Morgan—. ¿Porqué ayudas al Shichibukai, Hayreddin Pasha?

—¿Ayudar a Doflamingo? ¿Hayreddin Pasha? —bufó el hombre que sostenía las mujeres—, verás, Morgan, no ayudo a Doflamingo y tampoco me llamo Hayreddin Pasha. —explicó vagamente mientras su mano, con la que sostenía el cuello de su hija se inflamaba—, Algunos me llaman "Kokkyō no Jemu",  o "Gem de la frontera", si prefieres el español. Comí la Bomu Bomu no mi, lo que me permite explotar cualquier parte de mi cuerpo sin hacerme daño a mi mismo, pero hasta uno de mis mocos podría llegar a ser fatal si se adhiere a la piel de alguien, ¿imaginas lo que le pasará a tu hija si no te mueves y nos acompañas?

—De acuerdo, de acuerdo —se levantó de la silla y alzó ambas manos—, mi esposa y mi hija no tienen nada que ver en esto, creí que éramos socios, Hayreddin Pasha, o como te llames.

—Claro, lo fuimos, e hicimos negocios que lucraron muchísimo a quien le sirvo. —habló muy soberbio.

Rackham estaba llevando su mano, lentamente hacia su espalda, era ahí donde ocultaba una granada y un arma. Ese no era el lugar donde iba a morir, o eso era lo que había decidido.

—Terminé mi parte... —informó otro desconocido que se unía al grupo.

—Ah, Mr. 2... justo a tiempo. —dijo quien iba por el apodo de "Gem de la frontera".

—¿"Mr.2"? —habló Rackham por lo bajo—. Morgan, creo que ellos trabajan para...

—¿Qué ocultas en tu espalda? —inquirió Diamante al despojar a Rackham de sus armas.

Entretanto...

—¿En cuánto tiempo llegaremos, Buffalo? —preguntaba Gladius.

—En unas tres horas-dasuyan —respondió el chico convertido en avioneta.

—Doctor, ¿cómo está? —inquirió Gladius. El señor levantó la tapa de la enorme caja de terciopelo color blanco y sonrió.