Caminaba con dirección a la habitación de (Tn), acomodó su corbata y se detuvo a apagar su habano antes de entrar, debía quitarse aunque fuese un poco el olor al tabaco, ya que su burbujita era débil de los pulmones, ademas, podría hacerle daño al bebé.
Aclaró la garganta y tocó a la puerta, una dulce y animada voz le invitó a pasar, y ahí estaba ella, luciendo radiante, feliz, hermosa.
«¿Sayuri?» Pensó maravillado, «No... la hija de Sayuri, mi burbujita».
—Te ves preciosa —tragó grueso, por nada del mundo debía mostrar ni la mínima pizca de debilidad.
—¡Tú te ves tan guapo! —dijo con ojos brillosos.
—¿De donde crees que heredaste tu belleza? —dijo al verla a los ojos.
—De mamá.
—Tsk —rechistó fingiendo indignación—, bueno, no lo negaré, tu madre era hermosa, y eres idéntica a ella. —la abrazó y la contempló luciendo su hermoso vestido de novia, se veía como una autentica princesa con su tiara—, es... es hora de salir.
—Vamos papi.
«¿Papi? Me llamó papi», dijo en su interior al dibujar una sonrisa.
—A menos que quieras huir conmigo y dejar plantado al flamenco inútil, mi princesa merece al...
—Papá... —le interrumpió con una sonrisa—, amo a Doffy.
—Uuugh —articuló con disgusto—, sigo pensando que tienes mal gusto en hombres, pudiste encontrar algo mejor.
—Jajaja... ya, no seas malo.
—Bueno, al menos hice un último intento. —se agachó y le besó la frente—, vamos mi pequeña burbujita.
Le ofreció el brazo y ella lo tomó, estaba feliz de poder vivir ese momento y ser quien la entregase. Su vida no había sido la más recta ni correcta, pero al menos había llegado a presenciar uno de los mejores momentos de su existencia, desde que supo que la mujer que amaba estaba embarazada, desde que supo que (Tn) estaba viva, desde que le dio la cura para su enfermedad y pudo saber con certeza que la tendría cerca por muchísimos años, hasta que se volviera un viejo cascarrabias que no pudiese caminar ni siquiera con la ayuda de un bastón. Estaba agradecido, no sabía con quién o qué, pero así era. Conocería su nieto, lo vería crecer, estaría ahí para su hija siempre, y eso significaba más que cualquier cosa. Aunque no sería algo que Crocodile fuese a decir en voz alta.
Llegaron a la salida del palacio, y ya se podían ver los invitados en sus respectivos lugares.
Ya el cortejo hacía su desfile: Monet iba de la mano con Vergo, Baby-5 con Gladius, Violet con el joven Señor Pink, y se podía apreciar a Sugar con los anillos de matrimonio. Sin olvidar a Dellinger, quien dejaba pétalos de rosa en la alfombra para la llegada de la novia.
Diamante y Mr. 1 ocupaban el lugar de los padrinos de la boda, y Doflamingo ya estaba a la espera de su amada, quien por poco iniciaba su desfile hacia el altar de la mano de su padre, Sir Crocodile...—Antes de que caminemos hasta allí, quiero darte algo. —dijo Crocodile al sacar algo de su bolsillo.
—Es precioso. —musitó al ver el brazalete que Crocodile sacaba de la caja para colocárselo a ella en la muñeca.
—Ni todas las joyas del mundo podrían hacerle justicia a tu belleza mi amor. —la miró a los ojos—. Sólo quiero que sepas, que aunque odio que te cases con el flamenco inú...
—Papá... —le interrumpió con una sonrisa. Crocodile negó con la cabeza y se restregó los ojos.
—Siempre estaré para ti mi amor, no volveré a ausentarme y te llamaré cada día. No importan las circunstancias voy a estar ahí cuando más lo necesites —le acarició la mejilla—, tú y tu bebé son lo más importante para mi ahora. Y si las cosas con el flamenco inú...
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Sympathy for the devil ━━ [Finalizado] 《6》
Fanfiction[Doflamingo x Lectora] Primer libro de la bilogía «Me and my Devil». Segunda parte: «The Devil Made Me Do It». Portada hecha por mi bella @hannahzepeda Te doy la bienvenida a mi quinto fanfic. Contiene drama, comedia, acción, obsesión, y algo de ro...