51. Tanta tranquilidad... me inquieta (Borrador)

1.3K 352 226
                                    

Después de un pequeño retraso por el clima, finalmente había llegado el día tan esperado por (Tn). Crocodile recién anclaba en las costas de Dressrosa y desembarcaba en el muelle exclusivo para la familia Donquixote.

—Bienvenido Crocodile-sama —le recibía Baby-5.

Ella aún se sonrojaba al recordar que el bello moreno le había dado respiración boca a boca en aquella ocasión, cuando venían de regreso de Applenine a Dressrosa y tuvieron el incidente con los submarinos que hundieron el barco donde ellos viajaban.

—Baby-5... —habló Crocodile al encender su habano mientras la miraba de manera soberbia.

«No me vea así», pensó aún más sonrojada.

—¿Qué pasa?, ¿te ha hecho daño el sol? Pareces un tomate.

—P-perdón, vine por usted porque (Tn) Joō-sama no se encuentra en el palacio, y Waka-sama me pidió guiarlo hasta donde ella está.

—Ah. —respondió con esa voz grave y altanera que hizo que a la pobre se le erizara la piel.

«Creo que me gusta, pero eso no puede ser, es el padre de mi amiga y me dobla la edad». Reflexionó intentando convencerse.

—Entonces... llévame. —hizo un ademán dandole a entender que caminara antes que él.

«Estas niñas...» Pensó Crocodile.

Era consciente del comportamiento de Baby 5, pero dado que ella era incluso un poco menor que su hija, no causaba morbo alguno en él.    

—Entonces, ¿dónde está mi hija Baby-5? —preguntaba al caminar detrás de ella.

—Ya casi llegamos Crocodile-san.

—De acuerdo.

Cuando finalmente entraron a aquel lugar situado en el tercer nivel de una librería, Crocodile observó a su hija leyendo un cuento para unos niños que escuchaban atentos, sentados en una amplia alfombra. Lo llenó de ternura ver cuánto le había crecido su panza, la veía tan hermosa, que no podía evitar pensar: «Sayuri... así lucías tú, cuando llevabas a mi burbujita en tu vientre».

—¡Tou-san! —exclamó (Tn) al verlo apoyado de lado en el marco de la puerta—. ¡Llegaste! —dijo muy feliz al ponerse de pie con gran dificultad, para dirigirse a él y abrazarlo—. Niños, denme un momento. —les pidió sin borrar la sonrisa. Los chiquillos asintieron devolviéndole el gesto, y Dominique, quien acompañaba a (Tn), tomó el libro para continuar con la lectura en su lugar.

—Mi amor, mírate, ¡estás preciosa! —se agachó a abrazarla.

—¡Te he extrañado tanto!

—No más que yo, burbujita.

—Oi lagartija, ¿no hay abrazo para tu amado yerno? —preguntó Doflamingo, muy divertido al acercarse.

El rubio no dejaba ir a ningún lado a (Tn) sola, y no porque pensara que ella intentaría huir sino porque ya había sido víctima de demasiados incidentes, y no estaba dispuesto a ponerla en riesgo por ningún motivo, por lo que prefería acompañarla donde ella quisiera ir si eso implicaba salir del palacio.

—Flamenco inútil, de hecho, contigo necesito hablar de un par de negocios, ¿tienes tiempo libre hoy al anochecer?

Domiflamingo cubrió la mitad de su rostro con su mano derecha y se carcajeó al ser consciente de lo que se trataba.

—Bueno, ¿qué te parece si lo dejamos para dentro de un mes y tres semanas?

—Umn... —Crocodile miró a (Tn) y luego a Doflamingo—, puede que tengas razón, ese negocio tiene que esperar, aunque si te soy sincero quisiera discutirlo en este momento.

Sympathy for the devil  ━━  [Finalizado] 《6》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora