Sympathy for the devil ━━ [Finalizado] 《6》

30. ¿Hay un balance? (Borrador)

De rodillas..., así se encontraban Crocodile y Doflamingo, de rodillas ante la mujer de su vida. Por un lado, estaba un papá que adoraba a su princesa, y por otro, el futuro esposo. Ambos parecían niños siendo regañados por la ocurrente mujer que tuvo que fingir un desmayo para tener su atención.
Crocodile tenía la cara llena de golpes y moretones, Doflamingo tenia algodón en las fosas nasales porque el cocodrilo le había roto la nariz.
El par se encontraba empapado de sangre en sus ropas rasgadas debido a su reciente pelea, mientras que (Tn) no dejaba de caminar de un lado a otro recriminándoles y recalcándoles cuando les advirtió que no debían ir en contra del otro.
La escena era tan loca, que los presentes que observaban desde el barco e incluso Vergo y Mr. 1, quienes nunca reían, tenían ganas de soltar una risa al ver a sus Capitanes sometidos por una muchachilla que con suerte les llegaba a la cintura.

—Tou-san, tienes que aceptar que me casaré con Doffy-mingo y que vamos a tener un bebé... —regañaba a Crocodile, quien veía a Doflamingo como si deseara poder matarlo con la mirada—. Y tú, Doffy-mingo, tienes que respetar a mi papá, ¡ya deja de provocarlo! —no paraba de caminar de un lado a otro—. No me importa cuantos años de rivalidad tengan, ¡esto se acaba ahora! —vociferó lo último.

—¡Pero la lagartija empezó! —se quejó Doflamingo con el ceño fruncido.

—¡Empezaste tú al joderte mi hija maldito bastardo! —le dio una mirada fulminante, mientras permanecía de brazos cruzados.

—¿Ves? —lo señaló—. Crocodile boca sucia es el revoltoso.

—¡No me interesa quien empiece o quien termine... o se dan la mano y aprenden a tolerarse o me voy de la vida de ambos para siempre! —amenazó luciendo seria y decidida.

—Lo siento... —dijeron ambos, extendiéndose la mano sin ánimo de llegar a estrechar.

—¡Sigo esperando! —recalcó visiblemente molesta. Ella estaba de brazos cruzados, mirándolos con desaprobación.

Vergo y Mr. 1, quienes estaban parados detrás de su respectivo Capitán, se acercaron a tomarlos del brazo para hacerlos avanzar, y que así estrecharan sus manos en acuerdo de ya no pelear más.

—Lo siento. —dijeron los dos, dándose la mano sin verse a la cara.

—No me convencen. —condenó (Tn)

—Lo siento... —volvieron a decir, esta vez se vieron a la cara.

—Muy bien, ahora... arreglen sus asuntos pendientes en esta isla —les dio la espalda—. Mientras tanto yo iré a explorar, y no quiero ver a ninguno de los dos hasta que se me pase el mal sabor de boca. —habló claramente molesta—. Vergo san, Diamante, Mr1... vengan conmigo, estos dos pueden cuidarse solos. —los tres hombres la siguieron sin rechistar, como si la jefa fuese ella en vez de Crocodile y Doflamingo.

—¿Qué pasó con la lealtad? —alegó Doflamingo al ver a sus dos hombres irse, siguiendo las órdenes de su mujer.

—Creo que ella nos robó todo. —respondió Crocodile. Ambos compartieron un momento de silencio, luego de unos segundos se echaron a reír.

Como era lo acordado, ni uno ni el otro molestó a (Tn) por el resto del día.
Llegado el momento, Crocodile y Doflamingo cumplieron con su encargo por parte del cuartel general y atraparon los dos capitanes desertores de la marina, que mantenían tratos con un pirata llamado Lucky Jones, quien operaba en sociedad con con varios piratas del East Blue, los cuales ya habían sido exterminados por Doflamingo y Crocodile en conjunto con Mihawk días atrás. Esa fue la razón por la que ambos se habían ausentado. Además de ellos, estaban tras la pista de Camaleón y Vladimir, pero por desgracia no habían dado con ninguno, parecía como si la tierra se los hubiese tragado.