Sympathy for the devil ━━ [Finalizado] 《6》

46. Te odio (Borrador)

—Por supuesto que voy a dejarte. —Le espetó molesta—. ¿Porqué habría de quedarme a tu lado? —Se acercó a él y lo miró hacia arriba—. No solo me has ignorado y tratado fríamente todo este tiempo, también me has humillado con tus actos al traer de nuevo a tus juguetes de entretenimiento sexual.

—No me digas eso por f...

—Vete. —Le pidió muy fría—. Debo apresurarme, Dominique me necesita. No es momento para tratar cosas que no tienen remedio.

«No me digas eso ardilla, por favor no me digas eso...», pensaba con un hueco que se acrecentaba a ritmo acelerado en su pecho.

Con esas palabras, (Tn) derribó aquellos muros que Doflamingo había reconstruido con el fin de resguardarse del vacío que ella le había dejado, pero esta vez, no se derrumbaron a causa del amor, sino: de su rechazo.

—Ardilla... —intentó acercarse pero ella dio pasos en reversa.

—¡Dije que no me llames así, lárgate! —Le señaló hacia la puerta.

Doflamingo miró hacia el suelo, asintió en repetidas ocasiones y caminó hacia atrás.

—De acuerdo. Perdóname por molestarte, y gracias por ayudarme con Dominique. Baby-5 te llevará a la cripta familiar. —dijo al salir por la puerta y cerrar tras él.

Se quedó apoyado de espaldas en la pared, miró hacia el techo y frunció el ceño. Se llevó la mano al pecho y se rasgó la piel hasta apuñar la mano. Ese dolor lo estaba matando de a poco. Lo que antes habría calificado como estar enfermo, ahora lo catalogaba como sufrimiento: algo que jamás había padecido, al menos no por amor. Y es que no podía ser, ¿acaso la había perdido irremediablemente? ¿Ya no había nada que pudiera hacer al respecto?

«No es el momento...» Pensó al ver hacia el suelo, respiró profundo y continuó su camino.

Cuando era la hora, Baby-5 pasó por (Tn), más esta no se encontraba en su habitación. Apresuró su paso y se dirigió a la alcoba del pequeño príncipe, y exhaló de alivio al encontrarla acostada con el chiquillo durmiendo en su brazo.

—Lo siento, debemos irnos. —informó Baby-5, hablaba muy suave en consideración de Dominique.

(Tn) volteó hacia el niño y torció el gesto, sentía ganas de llorar puesto que conocía perfectamente, el dolor de perder a una madre.

—Dominique, mi amor, ya tenemos que irnos —Le habló muy gentil.

El niño abrió sus ojos, y casi instantáneamente le brotaron lagrimas que rodaron por sus mejillas rosadas.

—(Tn), quiero irme con mi mamá.

—No mi amor, no digas eso, tu mami se pondría triste si te escuchara.

—Pero no quiero estar solo. Ella me dejó solo.

—No mi muñequito precioso, no te dejó solito, ella te va a cuidar siempre desde el cielo. Además, tienes una gran familia que te adora y velará por ti.

—Tú también te irás pronto, dejarás a Oji-sama porque ha sido malo contigo, ¿cierto?

—N-no, no digas esas cosas.

—Es que si te vas, ¿quién va ser mi mami? —preguntó llorando.

A (Tn) se le partió el corazón y lo abrazó fuerte. El chiquillo no paraba de llorar en su pecho, y Baby-5 se acercó para intentar cargarlo pero fue detenida por (Tn), quien le hizo un ademán dándole a entender que esperara.

—Yo no voy a dejarte mi amor.

—¿Lo prometes? —Le preguntó entre sollozos.

—Lo prometo. —respondió al limpiarle la carita—. Pero por ahora, debes ser fuerte, ¿entiendes?