20. Doffy-mingo... ¡baka! (Borrador)

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—Doooffyyy... ya no estés molesto conmigo. —le pidió tirando del abrigo del molesto flamenco que caminaba muy serio—. Doooffyyy... ¡yaaa deja de ignorarme!

—Ah, vaya..., ¿así que la ardilla ahora tiene demandas? —habló sin siquiera voltear a verla, mientras que ella, seguía prendida de su abrigo de plumas. Como uno de sus pasos eran tres para ella, iba corriendo casi colgada de él.

—Doffy, estoy cansada de caminar, cárgame.

—No. —se negó serio y tajante.

—¿Cómo que no? ¿Porqué no?

—¿Porqué porque eres una ardilla desobediente.

—Doffy, sólo manipulé a Black Knight para que aflojara un poco los hilos con los que me dejaste atada a la cama.

—¡Y casi mueres ahorcada! —le reprochó al dejar de caminar, haciendo que ella diera de lleno con la cara en su pierna.

—¡Ay, mi nariz! —se quejó al frotarse—. ¿Tienes rocas por piernas? ¡Avisa cuando pares de caminar!

—¡No me cambies el tema ardilla... sabes que sigo molesto contigo porque nunca me obedeces y siempre terminas en peligro sin importar qué haga para mantenerte a salvo!

—¡Doffy, no me grites que no estoy ciega! —le vociferó con la cara roja de la vergüenza, porque pronto se dio cuenta de su error en la frase.

—¿Ciega? —Doflamingo se dio una palmada en la cara y no pudo evitar carcajearse—. Tonta... ven. —la tomó de la cintura y la levantó a su altura para poder besarla—. ¿Qué haré contigo ardilla?

—Amarme... —respondió al cruzarse de brazos y cerrar los ojos.

—No puedo estar molesto contigo. —dijo al abrazarla como si fuese una muñeca—. Y tampoco puedo creer que hayas sido capaz de persuadir a Black Knight, mi clon sólo me obedece a mi, a nadie más. ¿Cómo fue posible que hicieras eso? —preguntó desconcertado al verla a la cara.

—¿Qué te puedo decir Doffy-mingo? —sopló sus uñas y las frotó en su pecho, mientras hacía una expresión engreída—. Hasta tu clon es susceptible a mis encantos.

—¿Ah, sí? —enarcó la ceja y la miró esforzándose por no sonreír—. Eres una ardilla presumida.

—Ajá. —contestó engreida, con los ojos cerrados, de brazos cruzados.

—Mejor dime qué hiciste para que Black Knight te obedeciera, ardilla fanfarrona.

—Hice magia. —contestó sonriente al señalarlo con el dedo.

—¿Magia? —ladeó la cara y frunció el ceño.

—¡Así es! —respondió orgullosa de su hazaña.

—Déjate de cosas y dime tu secreto... —le dijo siguiéndole el juego mientras le sonreía con la lengua de fuera.

—Un buen mago jamás revela su secretos Doffy-mingo. —respondió al besarle la mejilla para luego abrazarlo del cuello—. Lo siento Doffy, no quería preocuparte.

—Pudiste haber muerto ardilla. —musitó al abrazarla fuerte—. ¿Qué habría hecho si hubieses muerto por mis propios hilos?

—Ya, no pensemos en eso, mejor dime, ¿dónde me llevas...?

—No seas curiosa ardilla...

Al caminar de la mano con (Tn), por las calles de una de las extensiones alejadas del centro de Sabaody Island, y a pesar de lo bien que se sentía al verla animada por haberla llevado de nuevo a visitar aguas termales, Doflamingo no podía evitar pensar en qué hizo ella para poder manipular a su marioneta, su clon, el que tan sólo le obedecía a él y a nadie más. «¿Hasta dónde llega mi amor por (Tn), que incluso mi clon, una de mis técnicas, se ve afectada por ella?» Pensaba Doflamingo al verla saltar contenta por que adoraba la idea de ir a las aguas termales. «Ella hace que mi pecho se sienta cálido. Es algo raro, pero agradable... hace unos días, habría creído que eso quizá se debía a que estaba enfermo. Y lo estoy, estoy enfermo de amor por (Tn), mi pequeña, linda, e inocente ardilla».
Pero aun con todos esos sentimientos y pensamientos, Doflamingo no podía sacarse del espanto que había sufrido hacía menos de dos horas, cuando llegaba a su suite después de hablar con Crocodile. Y es que la chiquilla le dijo a Black Knight, con ojos llorosos, que los hilos la estaban lastimando. Cosa que no era cierta, sólo quería liberarse.
El clon; siendo clon, tan sólo una marioneta de hilos que actúa bajo las órdenes de Doflamingo, algo carente de emociones y mente propia, aflojó un poco la atadura, porque (Tn) lucía mal. Su instinto le decía que sus órdenes por parte de su creador, también permitían que se asegurara de que ella estuviese bien. Y en vista de que no era así, el clon hizo lo que jamás había hecho... tomar iniciativa en base a una orden directa de Doflamingo, la cual era: "Vigílala y mantenla a salvo mientras regreso". Pero claro que eso fue aprovechado por la ocurrente ardilla quién pensó en el vacío en esa parte de "Mantenla a salvo", naturalmente intuyó que si fingía estar lastimándose, el clon la ayudaría. Lo cual fue buena jugada, porque aunque Doflamingo la había atado con hilos gruesos para que no se cortara con estos ni se lastimara, forcejeó tanto por soltarse que la atadura se apretó y su muñeca empezaba a ponerse azul. Entonces, cuando el clon aflojó un poco, ella le suplicó porque le liberara la otra mano, porque dolía. Cuando por fin estaba libre, le dijo al clon que tenía hambre y quería frutas. Ni bien se dio la vuelta cuando ella se había desatado de los hilos de sus tobillos, pero al hacerlo la tejedura de la soga se había deshecho, y al querer huir del clon que intentó atraparla una vez se percató de lo que la traviesa había hecho, se enredó en él, con los hilos sueltos que aun tenía en los tobillos. Pero a pesar de eso aún podía huir. Al correr de un lado a otro, tirando las lámparas, metiéndose debajo de la cama, escapando muerta en risas, porque ella lo consideraba divertido..., el hilo del tobillo se había enredado por todos lados y ya casi no estaba lo suficientemente largo como para seguir de escurridiza. Black Knight estaba programado para no dañarla, así que no hizo nada brusco ni drástico para atraparla. Además, como ella parecía divertirse, él cabeza hueca la dejó ser, y todo estaba bien, hasta que ella decidió saltar a la cama, y rebotó hasta el candelabro en el techo.
Fue cuando Doflamingo llegó a la suite, y encontró a (Tn) con su vida pendiendo literalmente de un hilo. Ella estaba enredada en el candelabro, colgando de su cuello a punto de ser cortado por el hilo que empezaba a encarnarse en su piel. Inmediatamente Doflamingo dispersó sus hilos y atrapó a su ardilla en sus brazos. Estaba furioso, pero no había a quien culpar, su clon era una cosa sin vida, el cual también estaba atrapado entre tantos hilos que se habían atorado por toda la habitación siendo esta un caos total. El clon estaba a punto de deshacerse para liberarse y ayudar a (Tn) cuando Doflamingo abrió la puerta.

Sympathy for the devil  ━━  [Finalizado] 《6》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora