Caminaba por el pasillo de la cabina con dirección a la habitación de su hija. Se detuvo frente a la puerta antes de tocar. Desde afuera se podía escuchar los desconsolados sollozos y el llanto que no la dejaban ni respirar. Le dolía haber sido duro con ella el día anterior, pero sabía que había hecho lo correcto al ser firme y recalcarle que su tontería casi le cuesta la vida. Además, estaba obligado a hacerle entender que lo que tanto él, como Doflamingo hicieran con su estilo de vida pirata, en nada la perjudicaba. Su trabajo era mantenerla a salvo y ya. Ella no recibía daños ni físicos ni psicológicos por las acciones o decisiones que ellos tomaran, ¿o sí? Porque; ¿cuándo él, o el flamenco inútil, la habían tratado mal o hablado fuerte siquiera? ¿Cuándo le habían levantado la mano? ¿Acaso no era ella quien los manejaba a su antojo? ¿Porqué irse y huir cuando al fin tenía amor, seguridad y bienestar a su disposición?
Fue tanto lo que habló con su burbujita cuando Doflamingo abandonó la habitación luego de salir de la ducha, que ella no había parado de llorar, más aún, por la manera en la que Doflamingo la ignoró al pasar y cerrar de un portazo.
—Aaaahhgg... —suspiró al entrar a la habitación de (Tn)—. ¿Cuando vas a dejar de llorar? —le cuestionó al verla tan desconsolada.
—Tou-san —dijo al levantar el rostro—, Doffy-mingo me odia por haberme ido. —se quejó sin poder contener sus lágrimas.
—No seas exagerada, no te odia, sólo está molesto. —la tomó de la mano al sentarse en la orilla de la cama—. Tienes que entender que lo que hiciste puso en entredicho tus sentimientos y promesas para con él.
—Pero no... —negó con la cabeza—. ¿Qué más dan mis motivos? Iba a abandonarlo de todas maneras. No sé en qué estaba pensando, pero me arrepiento papi, te juro que me arrepiento.
—¿Qué puedo decirte mi amor? —la haló gentilmente para estrecharla en sus brazos—. También a mi me molestó lo que hiciste.
—Perdóname papi.
—Sí mi amor, sabes que te perdono. —le hablaba tan dulce, que nadie que le conociera lo pensaría o imaginaría jamás, como alguien tan blando. Bueno, eso sólo era con su hija—. Pero no vuelvas a hacerlo.
—No lo haré, te juro que no lo volveré a hacer. —aseguraba entre sollozos.
—Te creo burbujita. Te creo. —le acariciaba el pelo mientras ella lloraba—. Se le va pasar, dale tiempo.
—No ha querido verme desde ayer. Casi llegamos a Dressrosa y ni siquiera ha venido a preguntar cómo me siento. —levantó el rostro para verlo a los ojos.
—Me ha preguntado a mi. —le acarició la mejilla.
—¿De verdad? —inquirió con la voz entrecortada.
—Sí. Todo se va a solucionar. —le limpió las lágrimas con el pulgar.
«Espero que se solucione». Pensó dudoso.
Crocodile sabía que Doflamingo no perdonaba la traición, y por desgracia para su hija, así era como el flamenco inútil había catalogado la huida de esta.
Habían pasado tantas cosas a la vez que (Tn) no se percataba sino hasta en ese momento, que algo le faltaba. Su aventura le había costado cara. Si bien era cierto; se expuso al peligro, sufrió hambre, sed, frío, humillaciones y malos tratos. Por poco fue víctima de una violación y una horrible muerte. Afortunadamente se le rescató a tiempo, aunque en el proceso había extraviado cosas que consideraba valiosas, y no por el precio de estas, sino por lo que significaban para ella.
—Perdí el brazalete que me diste y el collar de diamante de mamá. —sonó tan triste, que a Crocodile le dolió escucharla.
—No, no lo hiciste. —dijo al hurgar en su bolsillo—. Recuperé ambas cosas. —le dio dichas joyas.
ESTÁS LEYENDO
Sympathy for the devil ━━ [Finalizado] 《6》
Fanfic[Doflamingo x Lectora] Primer libro de la bilogía «Me and my Devil». Segunda parte: «The Devil Made Me Do It». Portada hecha por mi bella @hannahzepeda Te doy la bienvenida a mi quinto fanfic. Contiene drama, comedia, acción, obsesión, y algo de ro...