Sympathy for the devil ━━ [Finalizado] 《6》

24. Reencuentro en Sabaody Island (Borrador)

«¿Qué se supone que le diré? ¿Cómo debo actuar delante de ella? ¿En qué momento puedo empezar a hablar sobre quién soy en realidad?» Pensaba Crocodile esperando la llegada de (Tn) y Doflamingo.

—Ah lagartija, aquí estás, qué puntual. —se burlaba Doflamingo al asomarse por la esquina del café donde Crocodile esperaba.

—Cállate maldita gallina, ¿dónde está (Tn)? —le cuestionó sentado desde su silla. Fingía leer el periódico, con su tobillo derecho reposado sobre su rodilla izquierda. Quería aparentar calma total.

—Está allá. —señaló Doflamingo.

Crocodile volteó a su lado derecho y miró a (Tn) vistiendo una Yukata color rosa, esta tenía un estampado de flores de cerezos e iba ajustado por un Obi (cinturón de tela) color fucsia. Su cabello estaba recogido y adornado con un precioso Kanzashi (adorno para cabello) de color rosa, y calzaba un típico par de Tabi blancos (calcetines) y sus geta (sandalias de madera japonesas). En su mano izquierda, sostenía un pequeño Kago (bolso), mientras que con la derecha intentada atrapar un pez, con una redecilla.

«Se ve igual que su Madre...» Pensó Crocodile al ponerse de pie mientras la observaba.

—No sabe que estás aquí —le informó Doflamingo—. Le dije que iría al baño y temí dejarla sola por su inquieta forma de ser, es muy enérgica. Pero mírala..., concentrada queriendo atrapar peces dorados.

—¿Qué se supone que debo decirle? —se le escapó decir con una sonrisa preocupada.

—No lo sé lagartija... nunca he sido padre así que no s...

—Y espero que así sigas imbécil de mierda... —le dio una mirada fulminante—, soy muy joven para ser abuelo.

—Jajajaja Crocodile boca sucia, no tienes derecho a decirme eso, yo sí tengo edad para ser papá, a diferencia de otros que embarazaron a alguien a los dieciséis.

—Ah, eso... no me importa tu edad, si quieres ser padre pues adelante, pero no con mi hija.

—Jajaja no tengo planes de eso... —se dio la media vuelta—, aún. —completó la frase y se carcajeó.

—Bastardo infeliz... —masculló Crocodile al verlo alejarse entre la multitud.

Doflamingo caminó por varios puestos de atracciones hasta llegar donde (Tn) se encontraba. Se paró frente a ella y rió al notarla frustrada por no poder atrapar ni un sólo pez dorado en el pequeño estanque, se puso de cuclillas y la contempló más de cerca.

—¿Qué pasa Doffy-mingo? —inquirió al notar que él tenía toda su atención puesta sobre ella—. ¿Porqué me ves así?

—Porque mi linda ardilla luce hermosa hoy. —respondió sonriente.

—Aw, alguien anda muy amoroso. —lo observó con una tierna sonrisa.

—Siempre lo soy, ardilla tonta.

—Jajaja... bueno, sí, lo acepto.

—Ardilla... —la tomó por debajo de la quijada—, ¿recuerdas que te dije que te tendría una sorpresa una vez estuviéramos aquí?

—Sí, dime que la sorpresa es que atraparás un pez dorado para mi.

—¿Y para que quieres un pez dorado ardilla?

—Es que son lindos y quiero que me lleves a liberarlo allá arriba. —señaló la isla flotante.

—Jajaja de acuerdo, pero después —se puso de pie—, por ahora quiero que me prometas que te vas a portar bien y que no harás ninguna travesura.