37. ¿Es este el fin? (Borrador)

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Con la esperanza de encontrar a Dominique, Doflamingo se enganchó de las nubes y se desplazó rumbo al palacio. Pensó que quizá el niño había salido por su cuenta a deambular por allí, tomando en consideración que no se percibía señal alguna de que haya sido raptado. Cabía pensar de esa manera, aunque no del todo si tenía presente que ese niño era demasiado listo como para salir solo y e irse sin decirle a nadie.
Doflamingo estaba furioso a causa de la desaparición del chiquillo, pero de nada servía perder el tiempo buscando culpables, eso no lo llevaría de regreso al lugar donde se suponía que debía aguardar mientras todo el embrollo de la redada terminaba.
Lo único que le consolaba era saber que su ardilla estaba a salvo en la Isla flotante en Sabaody, o al menos eso pensaba hasta el momento.


Al mismo tiempo en el campo de girasoles...

—Ve al palacio y trae a Sugar. No permitas que alguien te vea.

—A tus órdenes Waka... —respondió inexpresivo.

—Pero antes de que te vayas, sé buen subordinado y mata este niño por mi... no quiero mancharme las manos con este crío.

—Sí, Waka-sama

—¡No, espera, cambio de planes...! —detuvo a Gladius cuando este iba a matar el niño que dormía sobre la grama—. Pensándolo bien me puede servir después, sólo ve por Sugar, dile que le ordeno venir, y no permitas que alguien se entere

«Maldita sea, no pude acercarme a esa mocosa para poder controlarla, si lo hubiese hecho..., ya me habría librado de muchos, su habilidad de la fruta del diablo me sería útil en estos momentos». Pensó al ver a (Tn), quien continuaba sedada durmiendo tranquilamente cerca de Dominique.

—Entendido Waka sama... —respondió Gladius con ojos apagados, parecía una especie de sonámbulo. Se dio la media vuelta y empezó a bajar de la colina, yendo a toda marcha con rumbo al palacio.

—¡Qué fácil! —dijo esta persona misteriosa al sentarse en la grama, apoyó su espalda en el tronco de un árbol y suspiró cansada mientras veía a (Tn), para luego ver al niño, a quien tuvo que obligar a dormir haciendo uso de su habilidad—. Tantos problemas por atrapar a esta mujercita —habló por lo bajo mientras contemplaba esos últimos destellos naranjas que se apreciaban en el bello anochecer cerca de la costa.

Ahí en la colina, el viento soplaba  gentilmente provocando que las ramas de los arboles y toda la plantación de girasoles se moviera, esa mujer estaba segura que de ser de día, la vista sería agradable y la sensación de tranquilidad algo incomparable. Sin duda se habría relajado en ese lugar..., se sentía frustrada al saber que los idiotas con los que se había infiltrado habían sido capturados a excepción de ella.

Mientras tanto...

A su llegada al palacio, se le reportó a Doflamingo sobre la situación y los que habían sido heridos como resultado de un ataque sorpresa cortesía de Eyra, de quien se sabía poco, ni siquiera conocían su apariencia. Pero en medio de aquello, Doflamingo miró hacia Crocodile quien llegaba agitado, se le veía raro, pálido, como si estuviese enfermo. Iba a preguntarle si se sentía bien, cuando notó que Buffalo y el doctor Burke estaban en medio de todos los reunidos allí en el jardín, donde se había llevado a cabo la recepción de la boda. Apresuró su paso y se dirigió a ellos, tenía que averiguar: ¿qué demonios estaban haciendo ahí si debían estar en la isla flotante en Sabaody?

—Flamenco inútil... —habló Crocodile haciendo presión en su cabeza, había algo que no lo dejaba tranquilo.

—Ahora no, lagartija... —dijo al dirigirse al resto—, ¿qué se supone hacen aquí? —tomó a Buffalo del cuello—. ¿Dónde está mi esposa? 

Sympathy for the devil  ━━  [Finalizado] 《6》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora