19. Verdades que liberan (Borrador)

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—Tu... ¿Tu hija? ¿Cómo que es tu hija maldito imbécil? —se abalanzó contra él y lo levantó del cuello de la camisa.

—Lo que escuchaste... (Tn) es mi hija. —confirmó Crocodile.

Doflamingo no podía creer lo que escuchaba, y pensó en el hecho de que las edades no concordaban, a menos que tomase en cuenta que en realidad Crocodile era mayor que él y que le llevaba cinco años de diferencia. Por lo tanto; el moreno se habría convertido en padre a los dieciséis, y al llegar a esa conclusión, la posibilidad de que (Tn) fuese su hija ya no era nula.

—Y si es así... ¡¿porqué la dejaste en ese maldito barco con su madre?! ¡¿Porqué no las llevaste contigo?¡ ¡¿Porqué no las protegiste?! ¡¿Tienes idea de lo que ella ha sufrido?!

—¡¿Cómo podría?! —vociferó Crocodile lleno de rabia—. ¡¡Ni siquiera sabía que ella seguía con vida!! —terció alterado al soltarse del agarre de Doflamingo. Le dio la espalda y caminó al balcón, el rubio lo siguió y Crocodile continuó—: Ese día que me llamaste, hace una semana... —habló por lo bajo, con la voz entrecortada—. Qué... ¿qué crees que sentí, cuando mencionaste su nombre y preguntaste que cómo me podía conocer la chiquilla?

—Y entonces... ¿porqué trataste de huir hoy en el Cuartel General? ¿Porqué te negaste a encontrarte conmigo luego que te hablé de ella? ¿No debiste alegrarte al saber que tu hija sigue con vida?—le cuestionaba Doflamingo.

—¡Me dolió Doflamingo! ¡Me dolió ver que mi hija se había convertido en una mujer y que yo no estuve para ella! —respondió alterado al darle un puñetazo a la pared, dejando una grieta en el concreto—. ¿Cómo podría verla a la cara y decirle "Hola (Tn)", como si nada? —se quejó a nada de dejarse caer en su sufrimiento, el cuál no había logrado opacar desde que supo que (Tn) seguía con vida, y que empeoró al verla en Marineford y escuchar su voz—. La mocosa tiene la cara de su madre, Doflamingo. Es idéntica a ella. —se restregó el rostro para limpiarse las lágrimas disimulando no llorar. Pero el rubio ya lo había visto de todas maneras. Aclaró la garganta y prosiguió—: Por eso intenté irme sin hablar. Además, no podía verla a la cara sabiendo que no estuve para ella cuando más me necesitó. No podía..., —hizo ademanes de frustración y desesperación —. No pude soportar verla por mucho y comprobar que su parecido con su madre es extraordinario. No pude evitar verla como el regalo más grande y hermoso de la única mujer que he amado en toda mi maldita vida, ella, algo que no cuidé, algo que...

—Si es así... ¿porqué no la llevaste contigo cuando estaba viva?

—Yo viajaba con Shirohige para entonces.

—Tú, ¿con Shirohige? —preguntó asombrado.

—Sí. —Crocodile asintió viendo hacia el horizonte, encendió un habano y continuó explicando—. Cuando Sayuri me dijo que estaba embarazada..., —se cubrió su ojo izquierdo y sonrió mientras evitaba llorar—. Fue la primera vez en mi vida que supe lo que era ser feliz y estar muerto de miedo al mismo tiempo. —el rubio se apoyó en la pared y decidió no interrumpirlo—. Le dije que la llevaría conmigo, que huiríamos a algún lugar cerca del Grand Line y que viviríamos juntos allí. También le prometí que le daría lo que le correspondía en Arabasta.

—¿De qué hablas Crocodile? —preguntó confundido.El moreno le dedicó una mirada seria y desconfiada, sin embargo decidió hablar.

—Sayuri era hermana del Rey Nefertari Cobra. —volvió su mirada al horizonte—. Ella era una hija bastarda del Decimoprimer Rey de Arabasta.

—¡¿Qué?! —cuestionó el estupefacto Doflamingo.

—¿Quieres escuchar algo gracioso? —dijo Crocodile caminando hacia la alcoba—. Ciudad Greenfield y toda Isla Diamante le pertenecía a Sayuri. —se sirvió más bebida, mientras que Doflamingo continuaba procesando esas palabras en su cabeza. No podía dejar de pensar en que si Isla Diamante, ese lugar donde había encontrado a (Tn), le perteneció en vida a su Madre Sayuri... entonces por derecho esa Isla ahora vendría a ser de (Tn). Lo cuál le causaba ira y frustración al pensar en la vida tan mísera que su pobre Ardilla  había llevado en ese lugar, la manera en la que fue abusada física y emocionalmente, todo el daño y el desprecio que recibió desde siempre..., simplemente, no podía concebir esa gran injusticia. Todos eran felices y prósperos menos la legitima dueña de la extensión territorial—. El día que Sayuri murió, le dejó esto a (Tn). —dijo Crocodile al mostrar un pequeño collar con un dije de diamante color rosa, el cuál tenía una placa de oro blanco colgando a un lado de este. Doflamingo miró con atención y vio que la pequeña placa tenía algo inscrito—. ¿Sabes qué es? —preguntó Crocodile a la vez que tomaba de su whiskey.

Sympathy for the devil  ━━  [Finalizado] 《6》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora