Sympathy for the devil ━━ [Finalizado] 《6》

44. Cuando se acaba el amor... (Borrador)

Caminaba por la plaza acompañada de Baby-5, Monet y Violet. A unos cuantos pasos les seguía Diamante.

Trataba por todos los medios olvidar el hecho de que le había mandado regresar los anillos de compromiso y matrimonio a su esposo, sin embargo este no había ido por ella, mucho menos le dio respuesta alguna a Baby-5 cuando esta regresó para llevarla a la feria.

«Doffy-mingo... ya no me amas». Pensaba con un enorme nudo en su garganta y un hueco que se hacía cada vez más grande en su pecho.

—(Tn), ¿estás bien? —Le preguntó Monet al notar su semblante abatido.

—Sí —respondió—, sólo recordaba que la última vez que estuve en un festival... —suspiró profundo—, fue en Isla Hattori, en el festival de Hanami, cuando Doffy-min... Doflamingo-sama me llevó con él.

«¿Doflamingo-sama?» Pensaron las tres mujeres, y también Diamante.

Se plantearon que era tanta la distancia que había ahora entre su Waka sama y (Tn), que ella estaba resignada a que todo se había acabado. Ni él la quería ver, ni ella sabía qué hacer, peor aún, al no haber obtenido reacción alguna por parte del rubio al momento de enviarle los anillos.

—No (Tn), no llores —Le pidió Violet—, no puedes seguir así.

—Tienes que pensar en el bebé. —añadió Monet.

—Vinimos para que te distrajeras —le recalcó Baby-5—, olvídate de Waka sama por unas horas.

—(Tn)... —Le llamó la atención Diamante—, debes tratar de no pensar tanto. —sugirió preocupado.

—Supongo que tienes razón —dijo sonriéndole un poco triste—, cuando se acaba el amor, no hay mucho que se pueda hacer, ¿o si? —limpió sus mejillas y suspiró con mucho sentimiento—. De todas maneras, llorar no solucionará lo que mi idiotez ha provocado.

—Sonríe, te ves más linda cuando lo haces. —aseguró Monet al tomarla de la mano—. Vamos, buscaremos un buen lugar para ver los fuegos artificiales.

—E-esta bien. —respondió fingiendo un cambio de semblante.

«Ella se está resignando, Doffy, si no haces algo pronto... la perderás». Pensaba Diamante al caminar detrás de las muchachas. Veía a (Tn) con preocupación, él le había cogido cariño, por el contrario de Trébol, quien era el único feliz con el distanciamiento de Doflamingo y ella.

En ese instante, Lao G y Gladius llegaban a unirse al grupo, ya que el joven príncipe Dominique, había obtenido el permiso de su tío para asistir al festival.

—¡Viniste! —exclamó (Tn) al ver al niño.

—Oji-sama me dejó después de tanto rogarle. —dijo el sonriente niño.

—¿Quieres manzanas acarameladas?

—Pero mamá no me deja comer dulces.

—Es nuestro secreto, ¿recuerdas?

(Tn) recibió una sonrisa complice por parte del niño, y los demás sonrieron un tanto aliviados porque sabían que era el único que evitaba que ella siguiera triste. Le animaba mucho compañía del pequeño al igual que la de su adorado Crocodile Tou-san.

Pasaron por varias tiendas y atracciones antes de ir a una colina, lejos de la aglomeración de la gente. Si bien era cierto, habían reforzado la seguridad desde la infiltración de Eyra, Camaleón y sus secuaces, pero no podían permitirse ser descuidados si de (Tn) o el joven príncipe se trataba. La boda de Doflamingo se realizó de manera privada, pero ya era sabido que había contraído matrimonio y también se conocía la apariencia de su joven esposa, por lo que debían tomar medidas necesarias para resguardarle.