Shikadai iba camino a su casa, desde la escuela. El mismo camino que hacía todos los días. Había dejado a Boruto en el tren como siempre, y ya había terminado la hamburguesa que habían comprado para el camino.
Llegó a la puerta, y en cuanto sacó su mano del bolsillo para tomar la manilla oyó los reclamos de su madre.
—¡Shikamaru! — Era en el típico tono de advertencia que asustaba a cualquiera —¡No acabas de decir eso!
Luego oyó la voz de su padre intentando calmar la situación.
Era otra pelea. La tercera esa semana. De las veces que habían peleado, nunca lograban batir el record de dos veces a la semana, pero ahora el numero ya ascendía a tres, y tres días seguidos.<<Mendokusai>> suspiró.
—ya estoy aquí —dijo mientras cerraba la puerta y dejaba los zapatos en la entrada.
Su madre pegaba un portazo y su padre salió de la cocina algo molesto.
—Hola hijo. —balbuceó—. la comida está lista, pero tendrás que servirte tu mismo, debo irme en unos minutos y tu madre está furiosa. —podía verse la molestia de él también.
Shikamaru subió hacia el cuarto donde Temari acababa de entrar.
Shikadai dio un suspiro y se dirigió a la cocina. Sería mejor comer rápido y salir de ahí. No era que tuviera mucha hambre, pero la comida de su mama era deliciosa como para desperdiciarla, y a ella no le haría gracia haber cocinado toda la mañana para que nadie comiera nada. Sí, porque ya había notado que el almuerzo de su padre seguía en el mesón y por la hora no alcanzaría a comerlo. Su madre tampoco había comido todavía, las tres raciones estaban ahí y no había ningún plato sucio.
Se sirvió y comió en la misma cocina. Arriba se oían las discusiones que tenían. No se alcanzaba a oír por qué peleaban esta vez, pero si lucía todo bastante molesto.
Se abrió la puerta:—¡Vete! ¡No voy seguir oyéndote!
—no entiendo..
—Shikamaru vete. Se te hace tarde. Debes estar allá en cinco minutos.
—continuaremos la discusión cuando regrese—dijo él, molesto.
Shikadai oyó otro portazo, los pasos en las escaleras, y luego vio como su padre salía por la puerta. Lanzando un fugaz "adiós" antes de desaparecer.
Todo quedó en silencio. <<Papá nunca había dejado su almuerzo>> pensó para si. Aunque no quiso admitirlo, eso sí le preocupó.
Sin salir de la cocina comió su parte y salió de la casa. Iría a ver a Inojin, quizás entrenar lo haría dejar de pensar en lo de esta semana. Porque aunque no quería, le daba vueltas a la situación una y otra vez. Se engañaba así mismo diciéndose que no le importaba, pero en el fondo sabía que se mentía.
Llegó donde Inojin y este aceptó salir a entrenar. Aunque en un principio se sorprendió por la visita, no le atribuyó algún problema en lo más mínimo, y Shikadai por supuesto, no le contó nada.
Después de varias horas horas de entrenar, Ino salió a ofrecerles algo para beber, por lo que entraron un momento a descansar. Ino siempre se mostraba alegre, y con esa sonrisa ya les tenia galletas, jugo y un sandwich. Shikadai sintió que Inojin era afortunado, pero no quiso darle mas vueltas al asunto. Su mente le torturaba fácilmente si comenzaba a divagar sobre el porqué.

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¿Es que vas a rendirte?
FanfictionYa, aquí me lanzo con mi primera historia gracias a esta cuarentena XD Después de años de matrimonio, Shikamaru y Temari vienen arrastrando algunos problemas que comienzan a afectar a la familia completa. Las dudas sobre el futuro asaltan a cada un...