𝐓𝐒𝐓𝐀𝐒𝐇; YJ & SB

� 𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 𝟰

Cuarto  año

Habían pasado los años, y nuestros protagonistas finalmente habían crecido y madurado un poco más. Ahora iban en cuarto año en el Colegio de Magia y hechicería.

Durante los años pasados no había ocurrido nada fuera de lo común, pero aun así no quitaba que hubieran sido divertidos. Yeonjun siguió molestando a Soobin durante esos años, pero él siguió manteniendo su racha de primer lugar en las listas de las mejores puntuaciones de Howgarts entre los alumnos de sus edad, y aunque fuese así, muchos profesores le decían que tenía el mismo  conocimiento  que un alumno de último año, que aunque sólo fueran comentarios de elogio exagerados, ponían muy feliz a Soobin.

Soobin había conseguido un puesto en el equipo de quidditch  el año pasado como buscador. En un inicio él había hecho la prueba para golpeador, pero desprevenidamente y cuando menos lo imagino, ya le habían dado un puesto diferente.

Beomgyu también era parte de su equipo de quidditch, de Griffyndor. Era guardían. El año pasado les había tocado enfrentarse, ganó Hufflepuff 2-1, fue la segunda vez que Soobin atrapó una snitch dorada.

El castaño y sus amigos habían crecido, y claro, se habían puesto mucho más apuestos. Algunas chicas del colegio estaban algo loquitas por esa razón, pero él que había tenido una transformación más notoria era Soobin. Había crecido mucho, su rostro cambió un poco, volviéndose agradable a la vista de cualquier persona, su espalda se hizo más ancha, haciendole ver más varonil e incluso su tono de voz había cambiado.

—¡El último en llegar al 9 ¾ es un squib! —gritó HueningKai, sin importarle que hubiesen muggles a los alrededores  corriendo con su carrito a toda velocidad hacía la barra que se atravesaba para llegar al expreso de Howgarts.

Los otros dos chicos simplemente rieron y le siguieron el juego a su amigo, corriendo a toda velocidad.

—¡Eh, Beomgyu! ¡No corras tan rápido! — se escuchó una voz femenina, la cual le pertenecía a su madre, que corría tras su hijo junto con su esposa. Ambas no corrían tan rápido como los tres chicos, pues cargaban algunos de los libros que Beomgyu había olvidado o simplemente se le habían caído al correr.

—¡Ven para acá Kim Soobin! TE VAS A CAER. —Gritó un hombre que iba seguidamente de las otras dos mencionadas, pues como ellas, su hijo también estaba en grave peligro de caer y salir lastimado. Su esposo sólo caminaba tranquilamente tras él.

Y claro, seguido de estos dos venían otros padres preocupados.

—¡HueningKai! ¡DETENTE AHORA MISMO! — Gritaba la pobre mujer, que a duras penas y podía correr con sus incómodos tacones, mientras el padre del mencionado sólo miraba a los lados y cuidando que su esposa no cayera repentinamente al suelo.

Segundos después, cuando los tres adolescentes cruzaron el gran muro de ladrillos viejos que los llevaba al expreso de Howgarts y cuando finalmente se detuvieron, estos reían sin control alguno.

—¡Fue Kai, Kai llegó de último! –Exclamó Beomgyu, que señalaba a su amigo con burla, pues aunque al inicio él había tenido la delantera, terminó siendo supuestamente el último.

—¡No es verdad, Gyu! —reprochó Kai, mirando indignado al que lo había incriminado —No quieres admitir que fuiste tú quien llegó de último, ¡no es justo!