� 𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 𝟯𝟲

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Una plática acerca de mentiras.


Beomgyu estaba recostado en su cama, mirando las decoraciones doradas y rojas que habían en sus alrededores y parpadeando pesadamente.

Después de mucho y de todo lo que había pasado su pesado y difícil corazón, no sabía que pensar o que hacer.

Nadie más lo sabía más que HueningKai y el mismo, y al parecer nadie sospechaba. O bueno, nadie excepto el molesto de Jeon Yeonjun.

No sabía bien como o porqué, pero había desarrollado un desprecio hacia él.  A través de los años, a través de sus cambiantes emociones y a través de las situaciones severas de rivalidad que habían tenido.

Y no iba a mentir, jamás había despreciado tanto a alguien.

Ni siquiera a esa estúpida profesora que se atrevió a hechizarlo en ese incidente del gran comedor e hizo que tuviera problemas para hablar a solas con Soobin.

Odiaba el hecho de que Jeon Yeonjun se interpusiera en su camino de esa manera, que se colocara justo al frente y que impidiera otro movimiento suyo.

Un día había sido el estúpido engreído mimado matón de película barata que todo el mundo odiaba y otro era solo un jovencito bien portado que tenía verdaderos sentimientos. 

Lo odiaba.

Odiaba eso, era inevitable.

Mucho peor cuando sabe que ese estúpido chico ha robado el corazón de su amor imposible, lo hace odiarlo mucho más.

¿Cómo era posible que él, estando con Soobin todos estos años, consolandolo, defendiéndolo y amandolo en secreto fuera completamente ignorado por un chico que le hizo la vida imposible,  se burló, le bajó  el autoestima a su antojo  y lo despreció con horror?

¿Cómo podía ser posible?

Beomgyu sabía más que nadie que la vida no es como uno quiere, que el destino no esta en el lado de nadie y que las cosas pasan por un simple porque.

Pero, ¿por qué esto? ¿Por qué a él?

¿Por qué Soobin jamás se fijó en él?

Cuando recién estaba cayendo en cuenta de que eso le afectaba más de lo que se hubiera imaginado, su mente y cuerpo simplemente no lo soportaron y actuaron de manera alarmante. Sus emociones lo traicionaban, quería gritar de la desesperación todo el tiempo y le era imposible guardar la calma.

Ya no era el mismo.

Las cosas ya no eran las mismas.

El amor era tan bello y tan estúpido al mismo tiempo. Fue esa la razón por la cual sus amigos ya no se hablaban y preferían guardarse cosas. Todo, literalmente todo era un enorme caos más grande que un perro de tres cabezas.

El Gryffindor ya no lo soportaba más, había pensado que si lo ignoraba y seguía amando en secreto todo iba a salir bien pero el destino no quería lo mejor para él y todo eso estaba pasando.

Y aún, con la quijada temblando y su corazón rompiéndose como un caramelo mordisqueado se preguntaba como hubiera sido que su amado Soobin le hubiera correspondido.

En realidad, no se le había declarado, pero ya daba por hecho que todo saldría para nada a su favor.

Quizá, un final feliz solo quedara en su cabeza. No había manera de todo modos.

La esperanza solo era un sueño doloroso, a final de cuentas.

Pero, ¿Habría una posibilidad si le decía?

𝐓𝐒𝐓𝐀𝐒𝐇; YJ & SB Donde viven las historias. Descúbrelo ahora