»»»--✧--«««
»Una semana después«— Señor SeokJin, ¿Puede repetir lo que dijo? — Se frotó la nariz un poco preocupado.
El rubio alto suspiró exhausto ante la pregunta echa nuevamente y respondió. — Jungkook renunció hace una semana. — Movió su cabeza para un lado un poco confundido por la expresión del joven Kim. — ¿Le pasa algo?, ¿Por qué parece tan... preocupado?
— ¿Dónde lo puedo encontrar ahora? — Preguntó de inmediato.
«¿Por qué Jungkook no me dijo nada? » Pensó. «¿Acaso no confía en mí?, Después de esa noche...» Taehyung tenía una gran preocupación.
— No tengo ni idea joven Kim. — Jin dio una vuelta para retirarse. — Lo mejor seria que deje la mansion Min por qué el jefe ejecutivo está muy ocupado y no quiere atender a nadie. — Se retiró dejando solo al castaño.
— Demonios.. — Apretó los dientes frustrado. ¿Ahora donde encontraría a Jungkook?, La primera razón para hacer una colaboración con esta empresa era, Para Tae era, Jungkook.
No solo eso, después de esa noche en su casa quería saber la respuesta del platinado, sin embargo no. Ahora resulta que no sabía dónde estaba Jungkook.
Estaba tan fundido en sus pensamientos que no se percataba que alguien también estaba en esa habitación, alguien que había escuchado toda la conversación entre el y Jin.
— Joven Kim Tae. — Escuchó una voz baja proveniente de la puerta. — Soy Jimin. — A su vista apareció un chico pelinegro de baja estatura. Por su físico no parecía intimidante, si no lo contrario, era tierno. No solo se había fijado en su físico si no que, su voz le recordaba a alguien y le hacía sentir tan familiar, casi al igual cuando escuchó por primera vez la voz de Jungkook.
— ¿Jimin? — El castaño se acercó. — Tu nombre se me hace familiar.
— Ciertamente si. — El peli-negro asintió. — Soy hijo de los Park.
El contrario abrió los ojos como platos sorprendiéndose por lo dicho del menor. La empresa Park era muy conocida por tener deudas con muchas empresas, muchos trabajadores, colaboradores con los Min y Jung, y por supuesto conocido, muy conocido por la esposa del señor Park.
Oh... Todos sabían la maravilla que tenía como esposa el señor Park. O querrá decir novia o enamorada, no lo sabía, por qué Tae hasta ahora no había escuchado que ellos se hayan casado.
— ¿Entonces que haces en esta mansión?
— Eso debería preguntarte yo. — El pelinegro rodeó a Kim para verificar y analizar que clase de persona era, como se vestía, si era bueno o malo, crédulo o incrédulo con tan solo verlo de pies a cabezas. Al terminar de hacerlo suspiró. — ¿Te gustaba Jungkook? — Taehyung retrocedió un paso nervioso ante la pregunta repentina del más bajo.
«¿Este chico sabe algo sobre nosotros?», «¿Jungkook le abra hablado sobre mí?» Después de tener estos pensamientos el castaño se río internamente de el mismo. Oh... Jungkook jamás hablaría sobre mí si no se tratase de trabajo.
— ¿A qué se debe tu pregunta?
— Parecías frustrado cuando Jin te dijo que Jungkook había renunciado. No cualquiera lo hace, además... Querías volver a encontrarlo. — La mirada de Jimin daba inocencia pero la manera en como hablaba le causaba.. ¿Nervios?
— Escucha niño.
— No soy un niño.
— Lo pareces.
— Cuidado Kim Taehyung no sabes con quién hablas. — Escuchó una risa corta.
— ¿Qué?, ¿Me estas amenazando? — Respondió con otra risa corta burlón. — ¿Me vas a golpear por llamarte niño? — Sonrió ladino al terminar su pregunta.
— No. — Trataba de parecer intimidante. — Pero podría romper el contrato que tenías con el joven Jungkook, cual era.. umh.
— ¿Como podrías?, ¡Ja!
— Soy el nuevo brazo derecho del señor Min. — Sonrió mientras que la sonrisa ladina de Tae se desvanecía. — Y la única persona que te puede llevar donde Jungkook. — Susurró lo más bajo posible ya que ese era un tema "Delicado".— ¿Acaso no quieres saber dónde está Kookie?
«¿Kookie?»
— ¿Tu sabes dónde está Jungkook?
— Baja la voz. Se supone que eso no debería decirse en voz alta. — Jimin se puso nervioso buscando un lapicero en su bolsillo junto a una hoja.
Y lo que escribió fue lo siguiente...
“Jungkook está encerrado en el segundo piso hacia abajo. Está muy herido y la única forma de sacarlo es cooperando tú y yo.“
El pelinegro por un momento creyó que el castaño no le creería, que tal vez le mandarían a la mierda o que le ignoren si fuera posible. Sin embargo... Taehyung estaba tan serio que podía jurar que su expresión de preocupación era de pocas palabras. ¿Le había creído?
«¿Me creíste Kim Taehyung?» Sonrió internamente.
»----«
El rubio alto ingreso a la habitación de Min para entregar algunas hojas que había recibido de jefes ejecutivos para que esté los firmara, pero al ingresar se percató que su jefe se hallaba fumando... Otra vez.
— Deberías dejar esa mierda.
— Ni lo digas Jin. — Seguía fumando viendo por la ventana hacia su jardín. — Ya que Jungkook no está, por primera vez quiero estar sin sus quejidos y molestas llamadas de atención. — Exhaló.
— Hablando sobre Jungkook..
— ¿Que pasa?
— El Joven Kim vino a preguntar por él. — Dejo las hojas sobre la mesa de Min. — Supongo por que no lo ve hace mucho, después de todo Jungkook no es alguien que falta seguido.
— Ah. — Suspiro cerrando los ojos y llevando la cabeza hacia atrás. — ¿Como pudo pasar algo así? — Finalmente giro hacia atrás para encarar a Jin dejando de fumar, caminó hacia uno de sus cajones y sacó una foto que por lo visto guardaba hace mucho. — Todavía no te conté Jin. Pero Jungkook..
Le mostró al rubio la foto donde yacía un niño pelinegro junto a otro que tenía una sonrisa de conejo. Claramente Jungkook.
— ¿Que pasa con la foto de Jungkook?
— Mira bien antes de preguntar. — Yoongi se sentó en uno de sus sofás sacando otro cigarrillo, lo prendió y lo llevo a su boca viendo como el mayor abría la boca lentamente por la impresión.
— No me digas que el es..
— Es él, a la persona que estamos buscando hace miles de años.
Att: Yini.♡
ESTÁS LEYENDO
Se Mío [El inmortal] - YM [VK+NJ]
Fiksi PenggemarMin YoonGi tiene un gran fetiche a tener sexo con cualquier persona, en especial de los que son prohibidos. Siente una atracción por la señora Park, por lo cual quiere que la mujer este entre las cuatro paredes encerrada junto a el. Lo que no supo e...