Él no se detendrá

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Konan mantenía su vista fija en Naruto, el rubio igual, aunque los sentimientos que reflejaban ambas miradas eran completamente distintos. Jiraiya miró a Konan y luego sus ojos se posaron en el responsable de la situación que vivía el mundo, su ex alumno. Incluso era tal el impacto de ver a Naruto, que hasta después notó a Gaara y los shinobis de Sunagakure sobre una enorme ola de arena, y detrás de Naruto una gran ola de agua donde estaba parado Kisame.

—Vaya, el legendario Sannin de los sapos, y junto a él... nuestra excompañera —mencionó un sonriente Kisame para luego ver de reojo a Naruto—. ¿Quieres que me encargue de ellos?

—No —respondió Naruto directa y seriamente—. Además, tu no puedes vencerlo.

La respuesta de Naruto provocó que Kisame dejara de ver al rubio y se centrara en Gaara.

—Tienes razón. Bueno líder, supongo que solo tú puedes hacerte cargo de ellos —comentó Kisame y Naruto saltó y cayó de pie sobre el suelo—. Eso debe ser un si.

Gaara no despegó su vista de Naruto y al ver que se empezaba alejar, movió la mano derecha y una parte de la arena iba directo hacia el Uzumaki, sin embargo se levantó un angosto muro de agua que evitó que la arena siguiera avanzando.

El peli rojo miró al Akatsuki y achicó los ojos viendo como la espada de Kisame empezaba a romper las vendas que la rodeaban.

—Lo lamento, pero no creo que avances de aquí... Preparate, Kazekage.

—Yo detendré todo esto, no... nosotros detendremos esto, así que tu también serás apartado del camino —aseguró Gaara provocando que la sonrisa de Kisame se extendiera más.

—Parece que vivieras en una burbuja Kazekage, o será que simplemente eres de esos que se niegan aceptar la realidad... Naruto es capaz de acabar con toda esta aldea si quisiera. ¿Porqué no lo hará? ¿Habrá algo que le impida acabar con todo de una vez? Ni siquiera yo sé que es, pero puedo asegurarte algo... Naruto es el shinobi más poderoso que haya existido —Las palabras de Kisame provocaron que el Kazekage frunciera el ceño y apretara el puño derecho.

—Yo si se porque Naruto no ha podido acabar con esto —mencionó Kankuro sacando dos marionetas y poniéndose en posición de combate.

—Interesante, podría decirme ¿qué es?— Cuestionó un sonriente Kisame.

—No sabe como hacerlo, toda su vida... ha sido un cabeza hueca —respondió Kankuro para luego dirigir sus dos marionetas hacia Kisame.

—Sin duda tu debes ser el tipo más tonto.

Luego de decir eso, ambas marionetas cortaron el cuerpo de Kisame por la mitad, sin embargo las dos mitades se volvieron agua y se combinaron con el muro que luego arrasó directo hacia donde estaba el Kazekage y todos sus shinobis.

Justo en el momento en que Gaara levantó ambas manos, se formaron cuatro tiburones de agua que salieron disparados y destruyeron un edificio, y chocaron contra la arena del peli rojo.

Gaara achicó los ojos y en ese instante dos manos salieron de la arena y tomaron sus dos pies, rápidamente lo jalaron con fuerza hacia abajo. El Kazekage notó como era un tiburón de agua el que lo jalaba, de pronto el tiburón tomó la forma de Kisame.

—Voy por el premio más grande, te advertí que te prepararas —Luego de decir eso Kisame lanzó con fuerza a Gaara enviándolo a estrellarse contra un edificio.

Kisame que aún permanecía dentro de la enorme ola de arena sonrió viendo al peli rojo, sin embargo el cuerpo del Kazekage se volvió completamente de arena y se esparció.

—Esto era lo que esperaba... Kazekage —dijo Kisame y justo detrás de él apareció Gaara.

—Todos ustedes van a caer —aseguró Gaara y luego una enorme mano golpeó a Kisame enviándolo a estrellarse contra el duro suelo—. Deberías de ponerte serio, porque puedo asegurarte que esto para mí... no es ningún juego.

"Naruto Uchiha" El Destructor o Salvador del MundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora