"Naruto Uchiha" El Destructor o Salvador del Mundo

Un Monstruo Apunto de Despertar

Solo escombros y destrucción era lo que Madara veía delante de él, su sonrisa de lado y su ya típico cruze de brazos, era como el disfrutaba de la situación. Zetsu no decía nada, solo mantenía su vista en la destrucción, aunque luego sintió el chakra de los Kages, luego de que los escombros dejaran de volar de un lado a otro, se pudo ver una gran cantidad de arena que se esparcía por el lugar.

—Están allí —informó la mitad blanca para luego sonreír.

—Como lo esperaba, sería una verdadera decepción si acabara esto así de rápido —dijo Madara para luego saltar y caer de pie sobre el suelo.

—¡Está muy emocionado!— Exclamó la mitad blanca.

—Naruto está en camino, de una vez por todas se decidirá quién realizará el plan del Tsukuyumi —mencionó la mitad negra en su típico tono siniestro.

—Pero Madara está cerca de lograrlo —aseguró la mitad blanca.

—Como voluntad de Madara sigo sus órdenes, y quiere que en caso de él morir, Naruto siga con el plan —dijo la mitad negra.

—¿Porqué estás tan seguro que Naruto podría realizar el plan del Tsukuyumi?— Cuestionó la mitad blanca.

—Porque solo a través del Tsukuyumi será capaz de ver a Konan... justo como Obito con Rin —respondió de forma indiferente.

—Bueno, yo solo seguiré al último que quede en pie, ya sea Madara o Naruto.

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Saliendo de una enorme ola de arena se vieron a los Kages y sus acompañantes. A diferencia de los otros Kages, Gaara y sus acompañantes estaban de pie, subidos en un gran trozo de roca y con una atónita mirada en cada uno de ellos. Los otros Kages se acercaron a Gaara y vieron lo que tenía al Kazekage en ese estado.

—Es... Uchiha Madara —mencionó Onoki compartiendo el mismo estado de Gaara.

—P-Pero... ¿cómo es posible?— Inquirió Tsunade temblando ligeramente.

—¿Que significa esto?— Cuestionó Mei sin salir de su temeroso asombro.

—Jamás podría equivocarme. ¡Ese hombre es Uchiha Madara!, ¡estoy completamente convencido!— Dijo Onoki en un tono fuerte y seguro.

—*Uchiha... Madara...*— Pensó Sakura con confusión, pero sobre todo temor al ver a ese hombre.

—Pero ¿Cómo es posible que siga con vida?— Preguntó Kakashi para luego levantar su banda y dejar ver su sharingan de tres aspas.

—¡Eso ya no importa!, ¡si ese es Madara debemos detenerlo!— Exclamó el Raikage y luego su cuerpo se cubrió de rayos.

El Raikage y sus acompañantes saltaron al suelo manteniendo su desafiante mirada sobre un tranquilo Madara.

—Shi, ¿Hay más enemigos?— Cuestionó el Raikage sin dejar de ver a Madara.

—No, solo nosotros, los samuráis y, Madara —aseguró manteniendo un sello de mano.

—Bien, entonces voy acabar con esto —dijo el Raikage y luego hizo tronar los huesos de su cuello.

En un enorme destello de velocidad el Raikage apareció justo frente a Madara, y conectó un golpe directo en el abdomen de Madara, o eso pensaba el, pues Madara estaba rodeado por una caja torácica color azul. El golpe envió a Madara a estrellarse con una roca.

—¡No subestimes al Raikage!— Gritó A para luego hacer rechinar los dientes, al ver como Madara se levantaba y luego se limpiaba el polvo. Madara hizo sellos de mano.