Capturado

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Amegakure.

Konan abrió lentamente los ojos, estiró su mano en la cama y al darse cuenta que solo tocaba las sábanas se sentó en la cama aún somnolienta. Al sentarse se dio cuenta que solo tenía puesta sus bragas, giró su vista a un lado viendo una oscura capucha, se cubrió con ella y se levantó de la cama. Al hacerlo se fijo que parado frente a la ventana, se encontraba Naruto, llevaba puesta su camisa de mallas negras y su pantalón shinobi azul oscuro. Era de madrugada, aunque no le sorprendía ver a Naruto despierto, después de todo era muy extraño cuando Naruto lograba conciliar el sueño, de eso ella se dio cuenta durante los últimos ocho días que Naruto se había estado quedando con ella en su habitación, utilizando siempre su mangekyou para ocultar su presencia.

Ella se acercó a él y cuando logró ver su rostro, Konan se sorprendió al ver que Naruto estaba llorando. Sin dudarlo lo abrazo por atrás.

—Naruto, ¿Qué te sucede?— Preguntó ella en un tono preocupado. Naruto levantó las manos y se limpió las lagrimas.

—No es nada, solo... recordaba cosas —respondió con su mangekyou eterno activado y dando un suspiro.

Naruto se giró para ver a Konan, ella reflejaba la preocupación en su rostro, y Naruto... era muy difícil entender que había en ese impasible semblante.

—Te queda bien esa capucha —dijo Naruto en forma de cumplido y dando una pequeña sonrisa.

—No encontré mi ropa... ¿Seguro de que estás bien?— Volvió a insistir Konan y esta vez Naruto asintió con la cabeza.

—Date vuelta —pidió Naruto y Konan un poco extrañada lo hizo.

Naruto se quitó el collar que su abuelo le había dado y delicadamente se lo puso a Konan, ella se sorprendió al reconocer el collar, por lo que se giró hacia él nuevamente.

—Es el collar que Madara te dio... ¿Porqué me lo das a mí?— Cuestionó viendo a Naruto que tocaba el centro del collar.

—Quiero que lo cuides por mí... Además también te queda bien —dijo Naruto en un tono serio y eso preocupó a Konan.

—No me gusta que hables así... Es como si te estuvieras despidiendo... No lo hagas, nunca más —habló ella con seriedad y tristeza en sus palabras.

—Soy muy descuidado cuando intento escapar de quienes me persiguen, de hecho una vez el collar salió volando y tuve que regresar por el... Es por eso que te lo doy, se que contigo estará más seguro —contó Naruto y luego volvió a girar su vista hacia la ventana—. ¿Lo harás?

—Si —respondió Konan no muy convencida con lo que Naruto le acaba de decir, sin embargo decidió dejarlo así—. ¿Qué estabas recordando?

Naruto suspiró y levantó un poco la vista para ver al cielo desde la ventana.

—Mi infancia —contestó es un tono nostálgico—. Tengo muchos recuerdos... incluso yo me sorprendo que aún estén en mi mente.

En ese momento Konan recordó que Naruto había sido el jinchuriki del Kyubi, y a juzgar por ese nostálgico rostro, Konan no sabía que tan trágica fue la infancia de Naruto, más aún sabiendo que nunca conoció a sus padres.

—Debió ser muy difícil —comentó Konan acariciando con su mano izquierda la mejilla derecha de Naruto.

—Lo fue, pero al pasar el tiempo logré entender los pensamientos de esas personas... Ellos simplemente estaban cegados, por la ira, la soberbia y el orgullo —mencionó Naruto sorprendiendo a Konan—. Para ellos Konoha es una aldea de héroes, la mejor aldea de todas, es ese mismo pensamiento que los vuelve arrogantes y orgullosos, no me veían como un niño, veían en mí al Kyubi, a un monstruo... Un monstruo que amenazaba a su aldea de héroes, un monstruo capaz de acabar con su soberbia de ser la aldea más fuerte y más segura, por eso trataban de acabar con esa amenaza. Lo mismo sucede en las otras aldeas —a la mente de Naruto vino la imagen de Gaara.

"Naruto Uchiha" El Destructor o Salvador del MundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora