"Naruto Uchiha" El Destructor o Salvador del Mundo

Momentos Memorables

Konan llevo a Naruto hasta un pequeño río, se podían escuchar los armoniosos cantos de los pájaros acompañado de un refrescante viento que agitaba los cabellos de Konan y Naruto, y un luminoso y poco caluroso sol.

Ella se detuvo a la orilla del pequeño río, soltó la mano de Naruto y se quitó sus sandalias shinobis, se giró para ver a Naruto y le sonrió.

Konan: Quítate tus botas, lavaremos esa herida. –Ordenó en un tono serio haciendo que Naruto se quitara sin pensarlo sus botas.

Naruto: No son heridas peligrosas, además ni siquiera siento dolor. –Dijo viendo a Konan.

Ella caminó y entró en el pequeño río, el agua llegaba hasta sus rodillas. Naruto empezó a caminar para entrar igual, metió las piernas y de forma inmediata sintió el agua golpear y limpiar la herida de su tobillo, se acercó a Konan y ella se giró hacia el.

Konan: Quítate también la camiseta. –Dijo provocando un rostro sorprendido en Naruto.

Konan sonrío viendo el rostro de Naruto, negó con la cabeza de forma divertida y le señaló el hombro derecho, Naruto recordó que allí también tenía una herida, se sonrojo levemente ante sus insinuaciones.

Naruto agacho la mirada y vio la sangre en su camiseta, de forma inmediata los recuerdos llegaron a su mente. Imágenes de el asesinando a todos esos shinobis, la sangre volando, los gritos agónicos y las peticiones de piedad. Naruto se tomó la cabeza con ambas manos tratando de borrar eso de su mente, pero cada vez eran más imágenes de el arrebatando vidas, era una masacre sin duda alguna, y el había sido el responsable. Su conciencia le estaba jugando en contra, aunque Naruto se trataba de convencer que ellos se lo merecían, realmente no ayudaba para nada, tantas vidas arrebatadas, incluyendo niños que habían sido enviados a la guerra.

Justo en el momento en que su mente se volvía un caos, sintió una mano acariciando su mejilla izquierda, el lentamente abrió los ojos y al ver el rostro preocupado de Konan, los recuerdos se desvanecieron y su mente se tranquilizó. Ella puso su otra mano en la mejilla derecha de Naruto, pasó sus dedos limpiando las lagrimas que él ni siquiera había notado, o no las hizo salir de forma consciente.

Konan: Tranquilo, estoy contigo. –Susurró para luego quitar sus manos de las mejillas de Naruto.

Naruto agacho de nuevo la cabeza y cerró los ojos, se quitó la camiseta, rápidamente sintió el ligero frío del agua caer sobre sus manos, sus ojos se abrieron y vieron a Konan echándole agua en sus brazos, ella le quitó la camisa de las manos y la hundió en el pequeño río, la sangre se combinaba con el agua que corría.

Konan pasó la camiseta mojada de Naruto por los brazos de él, limpiando la sangre. Dejó la camiseta flotar por encima del agua al lado de ella, tomó agua con ambas manos y de forma delicada la dejó caer sobre la herida en el hombro de Naruto, repitió lo mismo dos veces más y luego le lanzó agua en el rostro a Naruto, ella sonrió provocando que Naruto respondiera de la misma forma, aunque Naruto empezó a lanzarle demasiada agua mientras sonreía.

Konan: Naruto... deja... deja de hacerlo. –Se quejó en un tono divertido. – ¡Debes lavar tu cabello!.

Naruto se detuvo y luego su sonrisa desapareció al recordar la sangre en su cabello, una gran cantidad de agua cayó encima de él y otra más de forma seguida, la sangre se iba de su cabello, Naruto levantó la vista viendo dos barriles hechos de papel, el dirigió su vista hacia Konan y ella sonreía viendo a Naruto.

Naruto: Eres tramposa. –Sacudió su cabeza agitando su cabello.

Konan vio como el rostro de Naruto se volvió más serio y luego se giró dándole la espalda, él comenzó a caminar y se paró cerca de la orilla. Ella se acercó a él preocupada, pero justo en el momento en que puso una mano en el hombro de Naruto, él se giró rápidamente tomándola de la cintura con una mano y con la otra le empezó a tirar agua. Konan sonrió forcejeando y con su mano logró detener la de Naruto, ella abrió los ojos y se encontró con el rostro de Naruto muy cerca del suyo. La sonrisa se dibujaba en el rostro de los dos, y Naruto bajaba la vista de los ojos a los labios de Konan, él desvió su mirada y luego se separó de Konan, salió del río y se sentó en el suelo. Konan se mantuvo de pie unos segundos y luego siguió a Naruto y se sentó a su lado.