El Poder De Un Monstruo

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Naruto se mantuvo con esa máscara tan estoica como indiferente, a pesar de estar rodeado de todos los shinobis del mundo, y lo más poderosos en la historia, nada de esto parecía intimidar al rubio, simplemente estaba allí parado, entre medio de todos.

—Así que ese es Naruto, es una verdadera copia tuya, Yondaime —mencionó Tobirama cruzado de brazos y viendo seriamente a Naruto.

—Debe ser duro para ti, el que un hijo esté en un camino como el que ese chico está siguiendo. No me imagino el dolor que debes estar sintiendo, aunque, siento que puedo entenderte un poco —habló Hashirama y en ese momento se vino la imagen de Madara a su cabeza.

—Jamás pensé que ese niño lleno de sueños y esperanzas, terminará de esta forma... —dijo el Sandaime en un rostro que claramente dejaba ver su tristeza.

—No hay forma de cambiar las cosas, ya no queda nada de aquel Naruto —menciono Tsunade manteniendo su serio rostro.

—Bueno... creo que deberíamos empezar con esto —propuso Tobirama al notar como la mirada de Naruto se posó sobre ellos—. ¿Estás listo para ver y hacer esto, Yondaime?

Esa pregunta pareció tomar por sorpresa a Minato, aunque solo le bastó ver a Naruto una vez para tener su mente clara nuevamente.

—*Es un monstruo, un asesino, una alma corrompida... pero, nunca dejará de ser mi único hijo. Por el mundo, por las futuras generaciones... debo matar a mi propio hijo*— Pensó Minato y seguidamente una lagrima salió de su ojo izquierdo, aunque la limpió rápidamente. Tobirama, Hirizen, Tsunade y Hashirama lo vieron, pero decidieron no decir más nada.

En ese momento, una fuerte ola de agua pasó frente a Naruto, y cuando el agua se esparció en un pequeño charco, se vio a Kisame, parado al lado derecho de Naruto, manteniendo una sonrisa y sosteniendo a Samehada en el hombro derecho. Luego de eso, un enorme pájaro de arcilla se paró detrás de Naruto, y subido en ese enorme pájaro estaba Deidara.

—Esto si que será una auténtica batalla, una hermosa pieza de arte en la historia ninja, ¡hm!— Expresó un emocionado Deidara, aunque con una ligera sonrisa nerviosa.

—No quisiera enfrentarme al dios de los shinobis —confesó Kisame sonriendo y viendo a Hashirama—. Pero, si voy a morir hoy, sería un verdadero honor que me matara un shinobi tan prestigioso como él.

—No te preocupes, ninguno de ellos puede derrotarme. Soy el shinobi más poderoso, ni siquiera el dios de los shinobis es capaz de detenerme —aseguró un tranquilo Naruto, provocando que Kisame lo viera y sonriera aún más.

En ese momento Naruto se quitó la capa de Akatsuki y la dejó caer al suelo, dejando ver su camiseta negra manga larga, con el símbolo Uchiha en la espalda, un pantalón anbu azul oscuro, y unas botas shinobis color negras.

—Así que esto será luchar hasta que nos maten, o los matemos nosotros a ellos, ¡hm!— Dijo Deidara y el pájaro de arcilla empezaba a elevarse.

—No, será hasta que yo complete mi plan... Un mundo nuevo, un mundo donde haya paz —aseguró y en ese momento el Susanoo empezó aparecer hasta llegar a su etapa perfecta, ante la asombrada mirada de muchos, a excepción de Hashirama, Tobirama, Hiruzen y Minato.

La espada apareció en la mano derecha del Susanoo que rápidamente la dejó caer sobre los cinco Kages, sin embargo Hashirama rápidamente hizo sellos de mano y en ese momento enormes ramas salieron del suelo y detuvieron la espada del Susanoo. Naruto hizo un sello de mano y la espada se cubrió de fuertes y ardientes llamas, lo que provocó que quemara la madera, pero a pesar de eso, no llegó muy lejos, pues apareció aún más ramas, y Tobirama hizo sellos de manos y expulsó una enorme ráfaga de agua que apagó el fuego que rodeaba la espada.

"Naruto Uchiha" El Destructor o Salvador del MundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora