"Naruto Uchiha" El Destructor o Salvador del Mundo

El Hombre de Madera

Naruto saltaba de rama en rama, su mangekyou activado, su ceño fruncido y un aura muy oscuro lo rodeaba.

Su mente inundada solo de dudas y miedos que aumentaban su ira, algo que se repetía en su mente era; "Si Shikamaru murió, ¿cuántos mas han muerto?, ¿estará Kakashi-sensei vivo?... ¿estará Sakura viva?... ¿estarán todos mis amigos vivos?... ¿estará Ero-sennin vivo?... ¿estará Iruka-sensei vivo?... talvez personas inocentes como los de Ichiraku habían sido asesinados". Esos temores eran remplazados por frases que su abuelo le dijo, frases que ahora Naruto entendía mejor.

"Así es el mundo ninja Naruto, Konoha, Kiri, Iwa, Suna y Kumo, todos son iguales, cuando estas aldeas entran en guerra hay miles y miles de niños y gente inocente que sufre por el deseo de poder de estas aldeas, no les importa matar a un niño si esque este es de la otra aldea... aún cuando ni siquiera es un shinobi o tampoco deseaba serlo".

"El ciclo seguirá. Guerras, muertes, injusticias, odio y rencor, este mundo siempre girará entorno a eso, encontrarán una falsa paz que durara unos años y luego volverá a lo mismo. Ellos no ven por la paz y empatía del mundo, solo por el poder y con ese poder, aplastar a sus enemigos... en otras palabras, aldea contra aldea".

"Un mundo donde solo haya paz y entendimiento, si es posible Naruto... nosotros podemos crear ese mundo".

Siguió saltando sin ninguna dirección en mente, solo saltaba de rama en rama, avanzando hacia adelante. Se paró en una rama y giró su vista hacia su lado derecho, vio a un grupo de shinobis, se movían sigilosamente para que nadie los detectara, Naruto saltó y cayó de pie sobre el suelo, agachó la cabeza y cerró los ojos, los shinobis con la banda de Kumogakure se acercaron y al ver a Naruto se sorprendieron pero rápidamente se pusieron en pose de pelea.

Kumo-Shinobi: ¡¿Quien eres tu?!. –Preguntó con un kunai en mano, sin embargo no obtuvo respuesta de Naruto quien mantenía su cabeza agachada.

Kumo-Shinobi 2: No parece que vaya a responder señor, no lleva banda de Konoha o de otra aldea, es probable que sea un renegado. –Dijo viendo al que parecía ser el capitán.

Kumo-Shinobi: ¡Bien!, ¡ya que no piensas responder, vamos a tener que moverte a la fuerza para continuar con nuestro camino!.

Los shinobis de Kumogakure empezaron a separarse, rodeando a Naruto que aún mantenía su cabeza agachada y sus ojos cerrados. Todos los shinobis lanzaron un kunai cada uno hacia Naruto, una caja torácica de color plateada rodeó a Naruto y los kunais no lograron hacerle ningún daño, los shinobis de Kumogakure rápidamente se aterraron ante esto, algunos empezaban a dar pasos hacia atrás, otros empezaron a sudar a causa del miedo inexplicable que sentían.

Kumo-Shinobi: ¿Q-Que de-demonios es este tipo?. –Se preguntó a el mismo viendo como la caja torácica que rodeaba a Naruto desaparecía– ¡Si tu no eres un shinobi de Konoha no tenemos porque luchar, solo queremos ir acabar con el grupo que custodiaba el costado este. – Al decir eso la mano de Naruto se movió un poco – ¡Ellos se burlaron de nosotros, les haremos pagar eso!.

Naruto se agachó y eso estremeció a los shinobis de Kumo, tomó un kunai que estaba en el suelo y en cuestión de milisegundos lo lanzó y este se clavó en la frente del líder que cayó al suelo, Naruto se puso de pie y luego abrió los ojos y su mangekyou seguía activado, los shinobis al ver el mangekyou de Naruto se alarmaron, pero rápidamente  arremetieron contra Naruto, quien permaneció parado sin moverse y con la vista hacia adelante, algunos de los shinobis empezaron hacer sellos de mano y justo en ese momento el Susanoo rodeó a Naruto y empezó aplastar a los shinobis de Kumo con las manos provocando gritos agónicos y charcos de sangre, uno de ellos logró saltar y lanzó un kunai con un papel bomba amarrado, el papel bomba explotó y el shinobi de Kumo cayó de pie varios metros alejado de la explosión, tres de sus compañeros que habían logrado evitar los ataques del Susanoo de Naruto saltaron al lado de su compañero.