Amor y pasión

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Nina entro al comedor solo con la camisa de Jasón sobre el juego de lencería nuevo que había comprado y sonrió tímidamente al verlo observarla algo embobado. Ella sabía que no era fea, tampoco era hermosa, pero Jasón la hacía sentir simplemente como una diosa, y eso le gustaba.

-¿satisfecho?- pregunto con la alegría burbujeando en su garganta.

-aja...- asintió y salió de su ensimismamiento para sonreír y caminar hacia ella, la levanto en brazos fácilmente y la llevo a la mesa, sin embargo no la dejo en una silla si no que se sentó el mismo dejándola en sus piernas.

-¡Jasón!- Nina reacciono divertida ante el movimiento y al mismo tiempo emocionada-. Dudo que esta sea la forma más cómoda de cenar- sonrió pasando los dedos por el cuello de la camisa ajena.

-a mi me parece bastante cómodo- le devolvió la sonrisa tomando un bocadillo de la mesa y mostrándoselo- ¿quieres?- pregunto y se lo coloco en la boca ofreciéndoselo. Nina se inclino tímidamente y mordió la mitad del bocadillo rosando sus labios, comió y se lamio los labios viéndolo a los ojos.

-muy rico- murmuro.

Comieron de esa forma, entre besos, insinuaciones y alimentándose el uno al otro, siendo sinceros fue poca la atención que le dieron a la comida y apenas llevaban la mitad cuando Jasón ataco la boca ajena, saboreando todo el interior con su lengua. Empujo los platos de la mesa hacia un lado, sin tirarlos y la sentó en la mesa colocándose entre sus piernas para besarla mejor. Nina le rodeo por el cuello y enredo los dedos en su cabello suspirando entre besos buscando mas, atrayéndolo a su cuerpo, deseando sentir su calor.

Jasón bajo los besos por su cuello, hacia su clavícula y abrió lentamente la camisa para mordisquear por encima de la lencería, justo antes de apartar el fino encaje para buscar sus pezones. La chica no supo en qué momento su pareja destrabo el broche frontal de su sostén y dejo sus senos al descubierto pero definitivamente se alegro cuando pudo sentir la lengua húmeda contra su piel ansiosa.

-Jasón- suspiro echando la cabeza atrás y el torso adelante, como buscando más de su boca. Jasón paso de un seno a otro y una de sus manos de metió entre sus ropa interior acariciando sus pliegues húmedos.

-me quieres aquí- le pregunto subiendo a su oreja y jugando con el lóbulo.

-si...si quiero- Nina se sentía cómoda con él en esos momentos, Jasón la hacía sentir libre.

-¿mucho?- sonrió comenzando a jugar con su clítoris haciéndola estremecer.

-aja- Nina se abrazo a él, deseando poder mover sus caderas contra ese dedo pero en su posición era difícil- llévame a la cama- lo provoco al oído- llévame a la cama por favor-. Apretó las manos contra la espalda ajena y Jasón sonrió encantado, el mismo estaba ansioso y la levanto para ir a la habitación.

Cayeron al colchón entre besos hambrientos, a Jasón le habría gustado ir lento, un encuentro más sensual, volverla completamente loca antes de tomarla, pero subestimo sus propios deseos, aparto las bragas ansioso y la penetro con sus dedos sin dejar de besarla, como si no tuviese suficiente de ella y Nina jalaba su cabeza hacia si misma, como si no tuviese suficiente tampoco, bebiéndose aquella boca con mas ansias conforme los dedos en su interior eran más atrevidos e intensos.

-no puedo mas- Jasón murmuro contra sus labios y saco los dedos para sustituirlos con su miembro.

-ah...- Nina gimió abrazada a él, parando con los besos de momento, lo sintió caliente, duro y húmedo y a diferencia de la primera vez no dolió, fue apenas algo incomodo pero ni de cerca lo doloroso que había sido aquella primera vez.

El ContratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora