Nina no tenía ninguna cita con Jasón ese día, normalmente él la llamaba con anticipación para llevarla a comer o cenar. Como era medio día cuando Nina salió del elevador y aun no recibía ninguna llamada de Jasón, lo más probable es que el quisiera sacarla a cenar ese día.
La hermosa mujer de cabello rubio, oscuro como la miel, se acercó a la secretaria de Jasón con una sonrisa que no era ni tímida ni arrogante, simplemente agradable. Ni siquiera Nina lo había notado, pero estaba lejos de ser la muchacha alegre y transparente que había sido hacia cinco años, ahora su actitud hacia los demás siempre era educada y muy precavida, había sufrido demasiados desprecios como para no aprender a vivir con la guardia alta.
-buenos días- saludo al acercarse- me gustaría ver al Ceo Lakis, si es posible- solicito y la muchacha la vio y la reconoció enseguida, parpadeo varias veces confundida.
-oh dios… ¿tenía una cita? Debí confundir su agenda- la secretaria se alarmo, si había cruzado las citas del jefe ¡estaba en graves problemas! Nina Denakis visitaba al jefe a diario y este siempre dejaba todo para salir con ella, era perfectamente consciente de la importancia de esta mujer para el jefe, así que si arruinaba una de sus citas por confundir la agenda, nada bueno saldrían de eso.
Nina sonrió un poco más amigable, aunque sin llegar a ser cálida por completo.
-No se preocupe, no tengo una cita, si él está ocupado puedo esperar, si él no tiene tiempo está bien para mi marcharme. No tengo una cita en primer lugar- intento tranquilizarla y la secretaria suspiro aliviada.
-desde luego, entiendo. El jefe está en una videoconferencia en estos momentos y no tengo idea de cuánto más pueda tardar. Su próximo compromiso es hasta dentro de dos horas…yo…no debería interrumpirlo- Susy en verdad rogaba porque esta mujer no fuese tan arrogante como Ariana y le exigiera que la anunciara.
-Desde luego que no- acepto y dirigió la mirada a la pequeña sala de espera a un costado- esperare por aquí ¿está bien?- pregunto y la secretaria desde luego asintió. Incluso se puso de pie y la guio a la pequeña sala.
-¿gusta algo de beber? – pregunto cortésmente, a Nina le sorprendió un poco el trato de la otra mujer, pero no lo demostró y simplemente negó.
-estoy bien, muchas gracias- declino.
Susy regreso a su lugar en su escritorio, desde donde estaba, la pequeña sala de espera con paredes de cristal era perfectamente visible, con cuidado saco su teléfono y tomo una foto a la hermosa mujer. Nina coloco el empeine derecho tras el tobillo izquierdo y llevo los pies a un lado tras sentarse cómodamente. Vio algunas revistas en el revistero junto a su asiento y tomo una al azar hojeándola. Quizá no podría ver a Jasón en las próximas dos horas así que tenía que buscar en que entretenerse.
Nina no fue consciente de que la imagen de ella en tranquila elegancia leyendo una revista fue capturada por el celular de Susy, esta sonrió al ver la perfecta imagen de la novia del jefe y sin pensarlo la envió a Ariana.
“La novia del jefe está aquí de nuevo ¡qué envidia siempre luce tan bien!”
Se rio para sus adentros, aunque no había gran mentira en sus palabras. A excepción de las dos primeras veces que había visto a la chica, ella siempre vestía ropa que la hacía morir de envía. Justo ahora tenía un vestido naranja de Bottega Veneta de cuello v sin mangas y falda vaporosa, un cinturón de piel acentuaba su pequeña cintura, el cuello largo y blanco lucia muy elegante y los mechones que escapaban del moño flojo que usaba la hacían ver algo más suave y hermosa. Las sandalias de correas y tacón alto probablemente eran de la misma marca al igual que su bolso color bronce. Ella simplemente parecía llegar cada vez directo de la pasarela.
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El Contrato
General FictionNina está desesperada. Nina no sabe a quién recurrir. Nina lo daría todo por ayuda y Jasón lo sabe.