El complejo de departamentos en el que el Dr Kyros vivía era entre justo lo que se esperaría y algo muy diferente a lo que Nina esperaba. El lugar gritaba dinero y opulencia por todos lados, pero seguía siendo un departamento de soltero, ella había esperado llegar a una precioso residencial, con un patio enorme y lleno de rosales; una fuente!
—bueno, las cosas no siempre son lo que parecen— toco el timbre del intercomunicador y espero a que le respondieran.
—¿si?— Nina escucho la voz familiar en el intercomunicador y sonrió— ¿Nina?— se escuchó extrañado y ella miro a la cámara sobre ella.
—Buenos días, parece que me enviaron a tomar medidas para un traje?— le sonrió y escucho la voz risueña al otro lado.
—Que pequeño es el mundo, pasa— Nina escucho un chirrido y despues la puerta principal se abrió— es el 1800—Nina asintió y entro mirando a todos lados, intentando descifrar como llegar al departamento de Kyros.
—Preciosa— había un hombre entrado en años que suponía era alguna especie de portero. Tenia una sonrisa fácil y le recordó a Antonio—el elevador esta por aquí ¿a qué piso vas?— Nina sonrió y se acerco explicándole que necesitaba llegar al departamento 1800 y el hombre le indico en que piso se encontraba. Nina le agradeció y subió al elevador. Animada y también queriendo agradecerle personalmente al Dr. Kyros toda su ayuda observo los números cambiar en el indicador de nivel.
Cuando salió lo que vio fue un largo pasillo con puertas metálicas. Avanzo lentamente buscando el número en las puertas, cuando estuvo frente a la indicada sonrió, examino la puerta, estaba la ranura para la trjeta de entrada y junto a ella un timbre. Toco y no tardaron en abrirle.
—Nina, bienvenida, nunca espere dar con su lugar de trabajo— Nina sonrió ampliamente.
—Sí, es una verda...— pero una voz también familiar la interrumpió.
—¿Nina?— a Nina se le helo la sangre, un escalofrió le estremeció todo el cuerpo y pasando duro se giró hacia el origen de la voz. Sentado en la sala de estar, en uno de los amplios sillones y observándolos se encontraba nada mas y nada menos que Jason Lakis—¿ que haces aquí?— su mueca de sorpresa fue rápidamente reemplazada por una de molestia y a Nina le entraron los nervios.
—Jason— paso duro y recordando que había prometido dejar su trabajo la lengua le parecio pesada— buenos días— saludo haciendo tiempo— el Dr. Kyros es mi último trabajo— agrego disimuladamente, esperando que Jason entendiera.
Jason se recargo en el respaldo del sillón, cruzo las piernas y le miro con cinismo.
—creí que trabajabas en la costura no en...— cambio su mirada acusadora de Nina a Kyros, este no entendía que pasaba pero veía de Nina a Jason.
—¿Ustedes se conocen?— pregunto tranquilamente.
—Si
—Algo...asi— respondieron casi al mismo tiempo y Nina se gano una mirada acusadora por aquel "algo asi"
—vaya, pues si que es pequeño el mundo – el hombre se movió desenfadadamente de la entrada del departamento a la sala – Nina vino a tomar mis medidas para un traje que necesito— comento como si nada y Jason se relajó –me dijeron que enviarían a su mejor modista, no esperaba que fueras tu— le sonrió y Nina le regreso una sonrisa nerviosa, mirando de reojo a Jason.
—hare mi mejor esfuerzo— la verdad su jefa le decía eso a todos sus clientes.
—¿aquí está bien?— Pregunto Kyros a Nina, parándose en medio de la sala, a pesar de su aparente tranquilidad parecía bastante seguro de querer quedarse en el campo de visión de Jason.
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El Contrato
General FictionNina está desesperada. Nina no sabe a quién recurrir. Nina lo daría todo por ayuda y Jasón lo sabe.