La voz de un Angel

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Nina llevo a Andreas a su habitación aquella noche sintiéndose mejor de lo que se había sentido en mucho tiempo, no es que estuviera completamente satisfecha con la situación actual, pero ver a su pequeño, saber que la deuda en el hospital estaba pagada, que ahora podía pagar por su seguro y además su tratamiento médico futuro había bajado en bastante sus niveles de estrés. Claro que aún estaba inquieta al pensar en el arreglo que había hecho pero se negaba a pensar en ello.

Andreas dormitaba cuando Nina le coloco en su cama, ellos dormían juntos. Nina había deseado mucho poder darle una habitación propia a su pequeño, un espacio que el niño pudiese llamar suyo pero con su empleo y las dificultades a las que se habían enfrentado recientemente, era algo que no se habia podido permitir. El departamento en el que vivían tenia una sola recamara y la cocina sala, un solo baño sin bañera, solo ducha y el retrete.

—mami— el niño llamo entre sueños y Nina le observo con ternura, con cariño paso la mano por la frente del niño y la despejo despacio, con cuidado de no despertarlo. El infante se acurruco contra ella, como un cachorro buscando el calor de su madre.

En la soledad de su habitación Nina pudo pensar tranquilamente en lo que había pasado durante el día. Habia ido donde Jason completamente desesperada y sin saber a donde mas recurrir, las deudas la estaban acabando y por encima de todo no podía sostener a su pequeño, habia sido perfectamente claro para ella que Jason podría costear los gastos de Andreas, pero despues de a entrar a las instalaciones de la empresa después de cinco años...de ver a la gente que ahí trabajaba, simplemente había recordado lo diferentes que eran. Nina lo había recordado nada mas ver a la hermosa, arreglada y elegante recepcionista que le habia recibido, tan diferene a ella que no usaba accesorios y su mejor abrigo tenia ya tres años y lo había comprado en una tienda de segunda mano.

Nina paseo la mirada por la triste habitación y soltó un suspiro, si su bebe estuviese con su padre tendría tantas comodidades, si le hubiese dicho a Jason cuando estaba embarazada quizá la habia menospreciado pero al nacer el pequeño habría descubierto sin dudas que era suyo y...

—me lo habría quitado— murmuro con pesar. Lo pensara como lo pensara Andreas tendría mas oportunidades con su padre pero no se arrepentía ni por un segundo de haber callado, haber pasado por lo que habia pasado y además perder a su bebe, no era algo que hubiese podido soportar.

Cansada de tanto lamentarse y pensar en lo que era y pudo ser Nina se puso se pie y se dio un par de golpecitos en las mejillas, lo que había sido había sido y solo quedaba enfrentar el presente. Cubrió a Andreas con una manta y salio de la habitación en silencio, con apenas el chirrido de la puerta anunciando su salida. Ya en la sala saco de la vieja alacena un fajo de papeles que guardaba en un cajón, todos enrollados en una liga. Eran sus cuentas pendientes.

Separo las prioritarias de las que aun tenia plazo a pagar. Estaba al dia con; la luz, el agua y el gas; Ya habia pagado las cuentas del hospital y la renta; necesitaba saldar el pago por el uniforme escolar de Andreas y sus medicinas ya casi se acababan, el medico de cabecera de Andreass le había recomendado que comprara un seguro de salud para el niño y le había dado algunas opciones.

Nina reviso a conciencia los pagare de la gente a la que le debía dinero, no era demasiado, en su mayoría habia solicitado prestamos bancarios y crédito a la clínica, esos eran sus deudas mayores. Andreas había estado muy grave de pequeño y las cuentas de la clínica por tratamientos de emergencia, nebulizaciones, días de hospitalización en observación y de mas se habia acumulado y elevado estratosféricamente, habia tenido que recurrir a prestamos del banco, se habían acumulado los intereses y encima se agregaban los gastos de agua, luz, gas, renta, medicamentos, la escuela de Andreas y todos los demás gastos diarios. Todo eso durante tres años le habia generado una enorme deuda, aun asi ahora tenia posibilidad de pagar todo eso y además comprar el seguro de Andreas.

El ContratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora