El Contrato

Verdad

Ariana frunció el ceño y vio en la dirección en la que Nicole señalaba y distorsionó aun más el gesto al reconocer aun con los años y el arreglo a su hermana. Apretó los puños y sintió que su irritación crecía más aun. ¿Qué hacia esa estúpida ahí?

Ella siempre había sentido desagrado por su hermana menor, su papa siempre la había querido más que a ella y a su madre. Al final a su papa se le había metido la idea de que su hija favorita no era su sangre y los había abandonado. Desde que esa pesadilla había nacido no había traído más que problemas a la familia.

Primero había ahuyentado a su papa, después había ahuyentado a su patrocinador en la empresa haciendo enojar al sujeto con el que la había llevado. Solo tenía que mantener al maldito viejo contento y todo estaría bien, pero tenía que arruinarlo todo.

Por fin había logrado acostarse con Jasón cuando la muy estúpida lo distrajo, no solo eso, como no tuvo tiempo de amarrarlo, Rolando, su actual marido comenzó a preocuparse por los rumores y se la llevo en un viaje de negocios para alejarla del escándalo. ¡Escándalo que ella misma había provocado! Quería orillar a Jasón a casarse con ella o al menos a comprometerse, Thomas seguro la apoyaría porque estaba moribundo y más de una vez le había dicho que deseaba que encontrara un hombre que pudiese ser su apoyo, no como él.

No había esperado que Thomas no estuviese dispuesto a ponerse de su lado y en cambio se la había llevado para no hacer enfadar a la rama principal de la familia con los rumores. Incluso había decidido proponerle matrimonio para despejar por completo los rumores.

Cuando volvió del último viaje se entero de que la mosca muerta de Nina parecía congeniar con Jasón y eso no lo podía permitir, le tuvo que pedir a su mama que encontrara la forma de mantenerla encerrada en casa y no volver a la empresa. A final de cuentas había pensado demasiado, la muy idiota se había ido a embarazar de algún don nadie que ni siquiera se atrevía a confesar.

En aquel tiempo Jasón desapareció de la empresa y ella no podía seguir dándole largas a Thomas por lo que decidió que ser una viuda rica era el mejor camino para ella. Tendría la oportunidad de acercarse a Jasón y con el tiempo amarrarlo a su lado. No le preocupaba que alguien más se le adelantara, Jasón era un mujeriego empedernido, quizá sería incluso más fácil acercarse de verdad siendo primero parte de la familia. Tras decidir que se casaría con Thomas sintió que Nina le estorbaba y además era un peligro si se acercaba al compasivo Thomas. Así pues le confesó a su madre que había notado que la mosquita muerta estaba embarazada y su madre decidió por su lado que no se podían permitir mantener a una niña descarriada en casa que arruinara su reputación, finalmente la echo de la casa en un arranque.

Tenía que admitir que el día que se había deshecho de su hermana menor había sido uno de los más satisfactorios de su vida. En aquel tiempo pensó que en dos o tres años seria ya la esposa de Jasón Lakis, quien diría que habían ya pasado 5 años ¡Y su marido seguía vivo!

Ahora ahí estaba su hermanita, en la misma habitación que ella ¡¿con que derecho?! ¡Ellas no estaban al mismo nivel!

-¿eres tan estúpida que ni siquiera puedes conservar un hombre frente a ella?- pregunto a Nicole, fastidiada- ¿quién es el sujeto con el que esta?- pregunto exaltada, por lo bajo.

-Alexei Bucatti- Nicole respondió, sabia la clase de víbora con la que hablaba y se centro en que su veneno se dirigiera a su "dulce hermanita"- Es el organizador de este evento, tu hermanita parece que lo tiene encantado desde que la conoció- explico golpeando uno de sus tacones altos con el suelo en más de una ocasión al hablar, como si imaginara que era Nina bajo sus suelas.

-eres una estúpida...- rechino los dientes, Alexei Bucatti tenía la edad para ser su padre pero era increíblemente atractivo, por no decir malditamente rico, muy por encima de Thomas y quizá incluso por encima de los Lakis, pero por sobre todo eran una familia de alcurnia, con un largo historial familiar.