La fiesta familiar de los Lakis dio comienzo a media tarde, por el patio de la mansión había una cantidad asombrosa de gente para ser una fiesta familiar, sin embargo las ramas familiares eran extensas y la mayoría estaban conectadas por negocios así que mas que ser una verdadera reunión familiar, era una reunión de negocios disfrazada, una en la que se afianzaba el poder en la casa principal y los demás intentaban mantener o mejorar sus posiciones y conexiones.
En medio de la fiesta Ariana se presento con un espectacular vestido morado, de un tono oscuro, digno de una reina, el vestido era impresionante, los zapatos también y qué decir de la ostentosa y carísima joyería, todo un festín para los ojos, sin embargo todo junto parecía un poco...demasiado. En una época diferente quizá sería apropiado pero en los tiempos modernos podía resultar chocante.
Sin embargo a Ariana le importaba poco, estaba fascinada con lo que el dinero de su padre había podido conseguir para ella, mucho más de lo que su marido jamás habría podido conseguí. Desgraciadamente este mismo había regresado a tiempo para la fiesta y se veía mucho más vivo que nunca, aun era lo único que Ariana sentía hacia imperfecto aquel día, la imagen simple de Thomas era el único defecto a su lado.
Su padre le había prometido que conseguiría una invitación a la fiesta pese a ser una fiesta restringida, desde luego lo hacía para mostrar su apoyo.
-¿crees de verdad que consiguiera venir?- Ariana pregunto emocionada a su madre, jamás pensó que una mujer con tan poca visión podría conseguirle un padre de ese calibre, aun así la resentía un poco, ¿si podía hacerlo porque no se lo había dado antes? Había tenido que sufrir tanto sin razón alguna, la vida de princesa que merecía había estado ahí siempre para ella y solo la ineptitud de su madre lo había retrasado.
-descuida cariño, no hay nada que no pueda hacer- suspiro de repente- solo desearía que pudieses haber profundizado un poco tu relación con el antes de hoy, ¿piénsalo no es el momento perfecto para que anunciara su relación? – Se lamento- toda esta gente vería entonces el respaldo que tienes.
-es cierto- también lo lamentaba- pero no importa, solo es cuestión e tiempo, con la ayuda de mi padre pasar de ser la simple esposa de un cualquiera a ser la futura matriarca de la familia será pan comido.
Cuando su padre le diera su apoyo el divorcio seria simple y solo bastaría un poco del poder de Alexei Bucatti para que los Lakis comprendieran quien era la mejor opción de esposa para su hijo. Después de todo los Lakis podrían tener mucho dinero pero carecían del sorprendente linaje que ella tenía. Sus antepasados habían pertenecido a la realeza en algún momento y aun ahora eran una de las familias más antiguas y respetables del país, un completo Titán inamovible de la alta sociedad, un matrimonio con la única heredera le daría a los lakis y a su futuro heredero el prestigio que de otra forma tomaría décadas conseguir.
-no puede ser...
Ariadna salió de sus sueños ante la voz pasmada de su madre y se giro a verla.
-¿qué ocurre?- pregunto despreocupada.
-que hace ella aquí?- la mujer mayor no pareció prestarle atención, su mirada estaba fija en una hermosa muchacha de cabello rubio, suelto a media espalda, con sus risos perfectamente definidos enmarcando su rostro, un rostro al que el tiempo parecía no haber tocado. Perfectamente enfadada en un vestido plateado al cuerpo que abrazaba su hermosa y esbelta figura como un adorador a su dios.
El rostro juvenil y delicado no alcanzaba a verse a detalle desde la distancia, pero Rita jamás podría olvidar aquella belleza que había envidiado tanto.
-¿qué demonios te pasa?- esta vez Rita logro escuchar la queja de su hija y frunció el ceño.
- esa mujer de allá, ella podría arruinarlo todo, tienes que lograr que la saquen de la fiesta- apretó los puños volviendo a sus sentidos
ESTÁS LEYENDO
El Contrato
General FictionNina está desesperada. Nina no sabe a quién recurrir. Nina lo daría todo por ayuda y Jasón lo sabe.