El Contrato

El Príncipe y el Rey

Nina llevo a Jasón al departamento mientras balbuceaba como su mejor amiga vivía con ella y como esta tenía un hijo que era el mejor amigo de su hijo. Jasón observo algo enternecido como parecía aun más nerviosa que el. Cuando entraron al departamento le pareció que lucía diferente a la última vez que habían estado ahí, se sentía mas cálido, más acogedor. Había pequeños detalles aquí y allá de los dueños.

-él está en su habitación...la que mandaste a decorar para el- murmuro- le dije que iría por ti antes de bajar, el seguramente te está esperando...te...te llevare con el- anuncio y Jasón asintió.

Nina le llevo a la habitación y entro dejándolo en la puerta, observo el interior y fue como el resto del departamento, era la misma habitación que había visto antes pero lucia con vida.

Observo con atención el niño sentado frente a la mesa infantil y fue como si el mundo se detuviera, sabía que Nina estaba hablando con el pequeño pero el solo podía ver al niño, su hijo...ese era su hijo.

Nina volvió donde él y le dijo algo, jason no lo escucho y volvió la mirada a ella.

-¿Cómo?

-¿Quieres que me quede?- volvió a preguntar, al parecer le había hecho la misma pregunta al niño que los miraba fijamente. Jasón la vio y negó en silencio- está bien, esperare afuera entonces- anuncio saliendo de la habitación.

Jasón se despunto el saco que usaba y se saco los zapatos para sentarse en el suelo frente al niño.

-¿tu mama te hablo de mi?- pregunto para iniciar una conversación, el niño asintió y el hizo lo mismo- mi nombre es Jasón, puedes llamarme Jasón aunque espero que puedas llamarme papa en un futuro- le explico tendiéndole la mano.

El niño le extendió la mano y sujeto la grande entre sus pequeños y suaves dedos.

-no me importa llamarte papa- aseguro, la palabra no tenía mucho peso para el en esos momentos- puedes llamarme como quieras, mucha gente me llama diferente- el tampoco tenía una preferencia hacia como le llamaban, cada persona era diferente y aunque le gustaba que su mama lo llamara bebe, prefería que Yeremaya lo llamara Andy, el aun no sabia como prefería que lo llamara Jasón así que estaba bien escucharlo y decidir.

-me entere de que existías ayer, es curioso porque hoy apareciste entre los ganadores de la beca que mi empresa da- le informo.

-¿me gane una beca?- inmediatamente mostro interés por el asunto, la maestra le había explicado lo que implicaba una beca y que sería de mucha ayuda para su mama, así que había sido muy cooperativo con las personas que lo examinaron.

Jasón observo al niño frente a él y le mostro el folder.

-te ganaste una de las becas que doy, yo podría darte ese dinero, porque soy tu padre pero no lo hare- le aseguro.

-¿Por qué?- se intrigo.

-Como padre quiero darte todas las cosas del mundo, pero este es un logro que obtuviste por tus propios medios, seria injusto para mi quitártelo- solo agregaría una beca mas y trataría la de su hijo de forma privada.

-No necesito todas las cosas del mundo- Andreas le miro a los ojos muy seguro- el mundo no son solo cosas- afirmo, mucho más libre al hablar de lo que era con Nina, con quien siempre era un niño bueno, dulce e inocente. Porque su mama era feliz de que fuese así.

-lo sé, pero es normal querer llenar de regalos a aquellos a quien amas- se encogió de hombros, pero Andreas frunció el ceño.

-tú no me amas, no puedes amarme. Porque nos conocimos hoy- reflexiono.