El Contrato

El poder del Rey solitario.

Nicole estaba exhausta en la cómoda cama de playa frente a la piscina de la casa de playa de Alexei, habían tenido sexo durante varias horas antes de que su muy sexy amante hubiese recibido una llamada importante y tuviesen que parar. Ella sentía que estaba en el mejor momento de su vida, conectar con Alexei había sido sacarse la lotería.

Se estiro perezosamente en la cama y se envolvió en la suave y delgada sabana sin molestarse en volver a ponerse el traje de baño. Cuando Alexei regreso usaba únicamente una bermuda dejando el resto de su cuerpo firme visible y se lamio los labios.

-¿estás libre? Creo que podríamos tener una ronda mas- dejo caer la sabana y camino hacia el sexy hombre rodeándole por el cuello.

-de hecho no, preciosa- la abrazo por la cintura bastante tranquilo a pesar de tener una despampanante y voluptuosa belleza rubia desnuda entre sus brazos- el hijo de un conocido quiere verme para cenar, así que me temo que tendremos que parar por hoy- sonrió acariciándole la espalda- por qué no te das un baño y te vistes? Pasare a dejarte a tu departamento de camino- propuso.

-¿qué? Nooo- se quejo como una niña pequeña- no has tenido tiempo para mi últimamente ¿qué tal si te espero aquí?- sonrió insinuante y enredo sus dedos en el cabello ajeno- puedo calentar la cama para ti mientras vuelves...y recibirte para el postre...- propuso.

-sabes que no dejo que nadie se quede en mi casa preciosa, se buena y vístete- hablo risueño. Alexei era bastante claro con sus conquistas y no le gustaba que intentaran trucos con él.

-Bueno- hizo un puchero- ¿qué tal si me llevas a cenar contigo? Prometo que no te interrumpiré- se desvió por otro lado. Alexei la había recibido ese día en su casa y creyó que estaba ganando terreno pero parecía que esperaba demasiado. Pero estaba bien, ya caería, por ahora no estaría mal conocer a sus amigos y hacerse un lugar entre ellos.

-a mis conocidos no les gusta que lleve mujeres. Preciosa se me hace tarde, iré a bañarme hay una ducha externa junto a la piscina si no necesitas una habitación- amenazo sutilmente y Nicole tuvo que ceder.

Alexei la llevo a una habitación de invitados y la dejo para bañarse y vestirse. El mismo se arreglo y dejo que los sirvientes volvieran a la normalidad. Había regresado bastante estresado de su último viaje y solo por eso había dejado que Nicole entrara a su casa cuando fue a buscarlo, incluso le ordeno a sus sirvientes que los dejaran solos. Pero parecía que el simple gesto había confundido a la chica.

Cuando la paso a dejar al departamento que pagaba para ella se despidió con un beso y le acaricio la mejilla con suavidad antes de irse.

-Tengo que irme preciosa, vendré a verte después de la cena, no me gusta repetirme pero espero que no olvides lo que te dije- la vio y sus verdes ojos parecieron enfriarse- me gusta consentir bellezas, no criar cuervos– le levanto el mentón con un dedo y le dejo un beso corto en los labios- te veré después-. Se despidió.

Nicol se quedo en su sitio congelada y algo asustada, ella creía que tenia a Alexei casi comiendo de su mano pero estaba equivocada. Acababa de amenazarla con dejarla si seguía siendo codiciosa. Tenía que tener más cuidado ¡no podía permitirse perder a ese hombre!

Alexei volvió a su auto y condujo al restaurante en el que lo esperaba su cita, las cosas con Nicole no estaban como deberían. Parece que iba a tener que terminar con ella pronto. Le había regalado entradas para la última función del teatro imperial así que la dejaría asistir tranquilamente antes de hablar con ella. Con suerte conocería a algún joven rico que fuese mejor prospecto para lo que deseaba y sería más fácil cortar todo por lo sano.

Cuando arribo al restaurante, como de costumbre llamaba bastante la atención, era un hombre muy alto y destacaba entre los demás. Además de ser un mujeriego conocido, era curioso, esa información lejos de alejar a las mujeres parecía atraerlas mas, quizá sentían que era una presa segura. Como sea él no se quejaba.