Sobreviviendo a mi playboy © (3)

CAPÍTULO 26

Unos días más tarde...

KAREN

Hoy iba a ser un día muy importarte en mi vida y en la de Kyle; hoy sabríamos el sexo del bebé. ¡Me moría de ganas por saberlo! Dentro de poco ya podríamos dirigirnos al bebé con su nombre propio, aquel que Kyle y yo habíamos elegido. Álex o Ana, mi pequeño o pequeña.

Sonia y yo habíamos ido al hospital antes de mi revisión porque quería ver como estaba James. Desde que mi amiga dijo que él ya estaba mejorando tenías ganas de verlo y esperaba que mi visita también le hiciera bien. Sonia casi corrió hacia la habitación de James cuando salimos del ascensor. Sin embargo, la puerta estaba cerrada y se oían como voces de hombre y de mujer gritando. Mi amiga se quedó unos segundos parada con la mirada y expresión serias, sin entrar. 

-¿Qué pasa? - le pregunté poniéndome delante de ella.

-Ellos... están discutiendo.

Me empujó suavemente a un lado y sin llamar entró en la habitación. La seguí y cuando estuvimos dentro pude ver a una mujer y a un hombre parados en los pies de la cama de James. Supuse que eran los padres de James pero nunca me habló de ellos así que no sabía que aspecto tenían, hasta ahora. En cuanto nos vieron se quedaron callados y nos miraron, la mujer no pudo apartar la mirada de Sonia y no sabía porque pero aquella mirada expresaba lamento y... disculpa. Se me partió el corazón. Sonia dio un paso al frente pero yo me mantuve donde estaba, aquel hombre tenía mal aspecto y parecía bastante enfadado, lo mejor era no meterme. 

-No podéis estar aquí.

El hombre se dio la vuelta y encaró a mi amiga.

-¿Y tú quién eres para decirme donde tengo que estar? Para tú información ese chico que está en la cama es mi hijo, así que no me voy a ir a ningún sitio.

-Y ese de ahí - dijo Sonia señalando a James - es mi novio y por lo menos yo he estado con él mucho más que tú en toda su vida y quiero que te vayas.

El hombre se acercó a ella y ambos quedaron a  centímetros el uno del otro. Por un momento, tuve miedo de lo que pudiera pasar y estuve a punto de ponerme entre los dos, sin embargo, Sonia era valiente y sabía que si me metía solo empeoraría las cosas. 

-Me han dicho que tú eres la causante de que mi hijo esté así - tragué saliva - así que tendré que prohibirte que veas a James porque no le haces ningún bien. 

Sonia se rio.

-Déjalo en paz, ¿no ve como está? Sufre al veros discutir, últimamente estaba mejorando y ahora tú vienes y lo estropeas todo...

-¡Cállate! - gritó alzando la mano.

Y estuvo a punto de pegarle una bofetada a Sonia, sin embargo, se controló. Hizo su mano un puño y lentamente la bajó, apretando los dientes. Pero mi amiga no quería que eso terminase ahí.

-Pégame. Hazlo, total se lo hacías continuamente a  James así que no te dará apuro hacerlo conmigo ahora.

-No sabes de lo que hablas niñata estúpida.

-Oh, sé muy bien de lo que hablo y si no te importa James está cansado y necesita que lo dejen tranquilo.

El hombre se la quedó mirando y ya estaba preparada para lo peor que pudiese venir. Sin embargo, sonrió amargamente y sin mirar a nadie se dirigió hacia fuera de la habitación.

-No sé como James pudo aguantar sus discusiones - le dijo Sonia a su suegra.

Pero en el mismo momento en que lo dijo, el padre de James volvió y sin más, cogió a Sonia por el cuello de su camiseta y la estampó contra la pared haciendo un gran ruido. Tanto la madre de James como yo nos quedamos paralizadas en el sitio sin saber si nos teníamos que meter o no. Me acariciaba la barriga sintiendo miedo por si aquel hombre arremetía contra nosotras. Solo pudimos escuchar lo que le decía a Sonia.