Sobreviviendo a mi playboy © (3)

CAPÍTULO 13

RYAN

Me jodia. Me jodia mucho tener que estar espiando continuamente a mi novia, pero desde todo lo que Cody me dijo no estaba tranquilo dejándola sola, a su aire. Sabía que estaba mal hacer eso pero la amaba y no quería quedarme en casa como un idiota mientras ella posiblemente estuviera haciendo algo con alguien. Con ese hombre. Desde hacia un mes que llevaba quedando con un hombre y no lo sabía porque me lo dijo sino porque ese día la espié. Si realmente Michaela no estuviese haciendo nada con él, ¿por qué no me lo había dicho? ¿Por qué no me había hablado de él? No quería desconfiar de ella, aunque eso ya lo estuviese haciendo.
Hoy se volvería a ir, ya me lo dijo ayer. Y hoy no iba a espiarla. Porque confiaba en ella, porque debía hacerlo. Cogí mi móvil y le eché un ojo a los wasaps que me había estado enviando Kyle. Que Karen estaba un poco mal y que la habían llevado al hospital, pero no era nada grave. Le contesté que se mejorara y que ya vería como todo saldría bien. Por lo menos una cosa sabía que iba a funcionar.

-Cariño, ¿voy bien? - me preguntó Michaela plantándose enfrente de mí y dando media vuelta.

Le sonreí y me levanté. La rodeé con mis brazos, atrayéndola más a mí y ke susurré al oído que estaba perfecta. Habíamos pasado toda la mañana en mi casa porque me había comentado que comería con unas amigas y que luego se iría a casa. Aunque sabía perfectamente que había quedado con ese hombre.

-Genial, voy a maquillarme - me besó en los labios y se fue corriendo al baño.

Tal vez no me lo hubiese dicho, lo del hombre, para que no me preocupase porque ella sabía cuanto la quería y que no soportaría perderla. Suspiré y me volví a sentar en el sofá. Puta vida.

Mientras esperaba a que saliese del baño empecé con el maldito tic nervioso, subiendo y bajando la pierna. Me removía sin parar en el sofá, mirando la hora cada dos por tres. ¿Cuánto se tarda una persona en maquillar? Aguanté sentado cinco minutos más hasta que me levanté y empecé a dar vueltas por el salón.

Tranquilo, no pasa nada solo va a salir a comer. Seguro que no va a hacer nada malo, me quiere y yo a ella, somos la pareja perfecta.

Me decía para tranquilizarme aunque solo fuese un poco. Y me estaba yudando hasta que su teléfono sonó. Al principio dejé que siguiera sonando pero luego la curiosidad me invadió. Cogí el móvil y vi quien estaba llamando a mi novia.

Iván.

Un hombre. Un puto hombre llamaba a las dos menos cuarto del mediodía a mi pareja. Genial, simplemente genial. Volví a dejar el móvil donde lo cogí y respiré hondo. Tal vez sea un amigo. No tiene nada que ver con que ella me esté siendo infiel. Claro, no hay ningún indicio de eso.

-¿Me han llamado? - preguntó Michaela cogiendo su móvil.

-Sí.

-¿Has visto quien era?

Si cielo, si he visto con quien me la estás pegando.

-No, no me ha dado tiempo de verlo estaba sentado en el sofá.

Michaela asintió con la cabeza y enseguida la volvió a llamar, ella se sonrojó un poco y se fue para contestar la llamada y que yo no pudiese averiguar la verdad de con quien se iba a comer. Cuando se hubo ido la rabia empezó a invadirme por todo el cuerpo y solo tenía ganas de golpear alguna cosa para tranquilizarme. Cerré las manos haciendo un puño y me mordí los dientes. No paré hasta que oí un crujido proveniente tanto de mi boca como de mis manos.

-¡Ryan, me voy luego nos vemos cielo! - me gritó desde la puerta principal.

-¡Adiós cariño! - le dije y se fue - ¡agh! ¿Se cree que no se donde cojones va?