Sobreviviendo a mi playboy © (3)

CAPÍTULO 10

KAREN

A la mañana siguiente, Kyle y yo decidimos que iríamos al hospital para ver a James y con suerte a Sonia. Me levanté a las once de la mañana con mucha hambre. Bajé a la cocina y me sorprendió ver a mi marido haciéndome el desayuno.

-Buenos días, cariño, ¿cómo has dormido? - dijo besándome.

-Bien, ¿qué me estás haciendo?

Kyle se encogió de hombros y sigió cocinando. Me senté en el taburete de la encimera y y desbloqueé el móvil. Me puse a revisar el WhatsApp para ver si tenía algún mensaje pero no tenía nada. Lo bloqueé y lo puse sobre la encimera. No quería admitirlo pero ya se me estaba notando un poco el embarazo. Ya llevaba casi dos meses en estado, sabía que pronto se me debería de notar.

-Como no puedes comer de todo te he hecho una macedonia para desayunar - me dijo con una sonrisa y poniéndome la comida enfrente de mí.

-Me encanta - le dije y enseguida me puse a comer.

Tenía tanta hambre que con eso me bastaba. Era una tortura no poder comer todo lo que quisiera pero a veces me ponía a comer un poco de chocolate para relajarme y no estar tan tensa con la comida. Kyle se solidarizaba un poco conmigo. Hacía las mismas comidas que yo y aunque me enfadaba, a él le daba igual. Era tan tierno lo que hacía por mí. Desayunamos en silencio, apenas me daba tiempo de respirar por lo rápido que comía pero es que el hambre era muy mala.

-¿A qué hora nos vamos al hospital? - me preguntó Kyle.

Me encogí de hombros y le propuse que a las doce y media ya podíamos ir. Él asintió y siguió desayunando. Yo sabía que, aunque en el pasado mi marido y James habían tenido sus más y sus menos, le dolía enterarse de que él estuviera en un estado crítico en el hospital. Y, obviamente que a mí también me dolía. Sonia lo debería de estar pasando fatal, lo que todavía no entendía era porque no nos dijo nada a nadie.

Cuando terminamos de desayunar, Kyle lavó los platos y yo me fui al dormitorio a cambiarme de ropa. Me puse cómoda, en plan pantalones de chándal, una camiseta ancha granate y unas deportivas. Me hice una cola de caballo y cuando estuve lista me fui al salón. Me senté en el sofá mientras Kyle se cambiaba y me puse a ver Instagram. Hacía poco había subido una foto de Kyle y mía en la cual los dos estábamos en el baño, enfrente del espejo, mi marido estaba detrás de mí y me tocaba la barriga con las manos, y el comentario "ya está en camino". Me  ilusionó mucho después ver que tenía muchos me gusta y algunos comentarios de mi familia y mis amigos, diciéndome que ánimo y que muchas felicidades. Sonreí al volver a revisarlo y me quedé embobada viendo la foto. Noté como desde ese día hasta hoy, mi tripa había aumentado muy ligeramente, era casi imperceptible el cambio pero yo lo notaba.

-¿Lista?

Asentí en dirección a Kyle. Cogimos las llaves y nos fuimos al hospital. En el camino le conté lo de la foto de Instagram y él se rió cuando le dije que había aumentado un poco la barriga. Y después de decirme lo tonta que era, me besó en los labios y me cogió por la cintura. Entre risas llegamos al hospital. No vimos a Sonia fuera así que supusimos que estaría dentro. Nos dirigimos directamente al ascensor ya que yo aun recordaba la habitación en la que había visto a James. Subimos y sentada en una de las sillas de espera del pasillo, se econtraba Sonia. Nos acercamos a ella.

-¿Sonia? - le dije y ella levantó la cabeza.

Sus ojos se veían lagrimosos, tenía unas ojeras muy profundas y parecía estar mucho más delgada desde la última vez que la vi. Se levantó de un salto pero se ve que se mareó ya que se tambaleaba. Kyle reaccionó y la cogió antes de que cayera al suelo. La volvió a sentar en la silla y la miramos. Se había puesto pálida de repente, me senté a su lado y le cogí la mano. Sonia empezó a llorar y se apoyó en mi hombro.