Sobreviviendo a mi playboy © (3)

CAPÍTULO 11

DEREK

Ya habían pasado dos meses desde que encontré a Laura llorando por Kyle en el parque. Había estado viviendo conmigo todo este tiempo y aunque habíamos tenido choques en la conviviencia, nuestra obsesión por Kyle y Karen era lo único que nos unía. Pero cada vez me costaba más aguantarla. Era peor que un grano en el culo.

Estábamos comiendo y ninguno levantábamos la cabeza del plato. Habíamos discutido hacia unos minutos por el mismo tema de siempre. Laura había estado vigilando a Kyle desde hacía un tiempo y se molestaba porque siempre estaba acompañado de Karen. Cuando venía y me lo contaba, a mí me hervía la sangre, odiaba ver a mi chica enamorada de otro. Y ambos discutíamos porque no hacíamos nada para evitarlo.

Sin embargo, eso se iba a terminar hoy. Por fin, podría enseñarle mi plan a Laura para acabar con la relación de esa parejita. Terminamos de comer y dejamos los platos en la cocina, y antes de que se fuera, la tomé del brazo.

-¿Qué quieres? Ahora no tengo ganas de...

-Quiero tu ayuda para terminar de una vez con esa relación - le dije interrumpiéndola.

-No me digas que tienes un plan - dijo cruzándose de brazos.

Asentí con la cabeza mientras sonreía. Claro que lo tenía. Volvimos al salón y nos sentamos en el sofá. Laura me miraba atentamente.

-¿Y bien?

-Tenemos que destruirlos por la parte más débil; Kyle. Puede que esté enamorado de Karen pero ni él ni nadie se resistiría a los halagos y seducciones de una mujer con un buen cuerpo.

-¿Me estás diciendo que busquemos a una chica que seduzca a Kyle? Eso no va a funcionar, ya lo hice en su momento, cuando lo conocí. No sirvió de nada, como ves.

-Porque fuiste tú quien lo hizo, podemos encontrar a una buena chica que esté dispuesta a hacerlo y verás como Kyle no se resiste.

Laura negó con la cabeza.

-No lo veo, lo siento. ¿Por qué no buscamos otro plan?

-Porque llevamos dos meses intentando buscar uno y no nos ha salido nada. Además, no sé que hacer. Piensa tú algo, anda.

La chica se cruzó de brazos y me miró con el ceño fruncido. Desde que la conocí me había hecho ese gesto quinientas veces y a la fuerza aprendí que se estaba enfadando. Se levantó del sofá y se dirigió a la puerta, se giró y antes de irse me dijo:

-Bien, déjamelo a mí. Tengo alguna idea - y sonriendo se fue a la habitación de invitados que era donde se quedaba.

En cuanto me dijo eso no sabía si quedarme tranquilo o ir y que me diese una explicación de esa idea que tenía. Apenas la conocía pero poco a poco iba sabiendo alguna que otra cosa de su vida. Era ambiciosa, quería conseguir todo lo que se proponía y cuando no era capaz de conseguirlo, iba a por todas y si tenía que pisotear a alguien para llegar a sus metas, lo hacía. Día tras día, Laura empezaba a darme un poco de miedo. No sabía hasta que punto podía llegar con todo este tema de Kyle y Karen. Queríamos romper su relación, yo estaba enamorado de ela mientras que Laura estaba enamorada de él, pero dejarlo todo en manos de Laura... igualmente tampoco sería para tanto el plan que se inventaría. Solo queríamos asustarlos un poco.

Cogí el móvil y me eché en el sofá. No tenía nada que hacer así que me pasé toda la tarde durmiendo.

LAURA

Me pasé toda la tarde pensando en un maldito plan para acabar con la relación de esa estúpida pareja. Necesitaba hacer algo, Kyle era solo mío y ninguna zorra me lo iba a quitar. Estaba claro que debía de hacerlo sola, Derek era demasiado blando y no iba a ser capaz de ayudarme, en el fondo sabía que él no quería romper esa relación. Menudo cobarde.

Tardé como una hora y media en entender hasta que punto Kyle quería a Karen, hasta que punto él haría algo por ella. Estábamos cegados en que teníamos que atacar a la pareja empezando por Kyle, porque era un hombre y su punto débil eran las mujeres pero comprendí en que debíamos hacerlo al revés. Y aunque, ni Derek ni yo lo habíamos pensado, Karen era la más débil. Pero no podíamos encontrar a un chico que se la ligara, porque estaba claro que ella amaba a mi chico. Así que se me ocurrió la brillante idea de eliminarla. Kyle se quedaría solo y entonces yo atacaría y le haría mío.

Obviamente esto no se lo iba a comentar a Derek porque él quería a Karen y mi plan era matarla, él se opondría y se echaría a perder mi maravilloso plan. Así que iba a actuar sin él. Pronto Karen iba a ser historia y Kyle se quedaría solo. Todo para mí.

CODY

Entré en el pasillo de la decoración y me fijé en lo que había en la lista. Dos bolsas de globos, serpentinas y gorritos de fiesta. Lo dejé todo en la cesta y antes de ir a pagar, miré todo lo que había cogido. Cuando me cercioré de que todo estaba listo, me fui a la caja y lo pagué. Lo metí todo en varias bolsas y me fui a casa. En una semana seria el cumpleaños de mi hijo y no sabía si alegrarme o llorar. Cumplía seis años pero no era solo eso lo que me ponía nervioso, que cumpliera años era lo más normal del mundo, él se hacía mayor y pronto se haría un hombre. Lo que de verdad me inquietaba era el secreto que María y yo guardábamos.

Habíamos decidido contarlo en la fiesta de cumpleaños de West, cuando todos se reunieran. Suspiré. Aparqué enfrente de casa, bajé del coche y cogí todas las bolsas. Cuando entré, West se abalanzó sobre mí y me cogió todo lo que había comprado.

-¡Genial! Ya lo tenemos todo listo, pero faltan los regalos, ¿cuando me los daréis? - nos preguntó a María y a mí.

Sonreí con ternura a mi hijo, al fin y al cabo seguía siendo un niño. Le dije que hasta el día de su cumpleaños no tendría los regalos, puso una carita triste pero enseguida se fue a su habitación a jugar con sus juguetes, olvidándose por completo de lo que le había dicho. Negué con la cabeza y sonreí mientras guardaba todo lo que había comprado en los armarios. Al terminar descubrí a mi esposa mirándome muy seriamente. Me acerqué a ella y le dije que era lo que pasaba.

-Nada - dijo encogiéndose de hombros - solo es que ya queda poco para su cumpleaños y tengo miedo a contarselo a todos.

Me puse delante de ella y la abracé mientras le susurraba al oído que no pasaba nada, que mientras estásemos juntos todo iría bien. Se calmó un poco y me besó en los labios cuando me aparté de ella.

-¿Sabes? El otro día soñé con el día en que me dijiste esa mentira que me habías dicho hace años.

-¿Ah sí?

-Sí, incluso recordé el libro que estuve leyendo aquel día. Me pregunto donde estará.

-Vete tu a saber, cuando nos mudamos aquí tiramos muchas cosas.

-Ya, bueno, voy a ducharme que hace una calor fuera.

Me dirigí a mi dormitorio y me quité las zapatillas, cogí otra ropa más cómoda y me fui al baño. Estuve tres cuartos de hora bajo el agua fría esperando que la mente se me aclarase. No lo conseguí. Y en cuanto salí, todo fue mucho peor. Sentía como una tormenta dentro de mí. Distintas sensaciones que no tenían un rumbo fijo y que lo único que hacían era marearme. Suspiré pasándome las manos por el pelo y la cara mojados.

-Si tal vez nunca les hubiésemos mentido... a ninguno - me dije en voz alta.

Sabía que en cuanto se lo dijera me odiaría. Y me daba mucho coraje pensarlo. Porque, al fin y al cabo, era mi familia, y no quería que lo pasara mal. Me vestí rápidamente y salí del baño. María me estaba esperando para que le diese toda la ropa sucia. Se la di y me fui al salón, me senté en el sofá y me dejé caer en él. Poco a poco iba cerrando los ojos y tal vez me hubiese dormido si no hubiese sido por toda la culpabilidad y remordimiento que sentía.