KYLE
No podía dejar de mirar a mi bebé desde el sillón en el que estaba sentado. Tan solo habían pasado dos horas desde que Karen había muerto. Dos horas sin poder hacer otra cosa que mirar a Álex... me dolía en lo más profundo de mi corazón que mi hijo se pareciese tanto a ella, que ahora dudaba de cuanto tiempo podía permanecer sin venirme abajo. No me atrevía a acercarme a la cuna, mi corazón latía a mil por hora solo de pensarlo. Tampoco me había atrevido ni siquiera a mirar a Cody a la cara cuando salí del paritorio con mi bebé en brazos, ni cuando me miró desolado con lágrimas en su rostro. Suponía que ya se lo habría imaginado, estar sentado esperando a su hermana que nunca saldría, no por lo menos con vida. Karen, mi Karen ya no estaba. Y yo me sentía muy solo.
Álex empezó a llorar y salí del trance en el que estaba sumergido. Me levanté y me acerqué a la cuna. Mis manos temblaban cuando las alargué para coger a mi hijo, volví al sillón y me senté, dejando que Álex descansara sobre mi pecho. Todo lo que habíamos deseado se había hecho realidad, teníamos un hijo. Una parte de mi debería estar feliz por ello. Sin embargo, estaba descolocado, en shock, no sabía que pensar o que hacer, estaba como perdido. Y es que había perdido al amor de mi vida, todo nuestro futuro juntos se había hecho pedazos esta tarde. En cuestión de minutos todo había cambiado. Ahora estaba solo con un bebé que ni siquiera sabía como empezar a cuidar.
Se durmió en dos minutos, sintiendo el latido de mi corazón, aunque debería de haber sido el de Karen. Un par de lágrimas me resbalaron por las mejillas y dejé que cayesen, que siguieran cayendo. Tenía que sacar todo el dolor que llevaba dentro, tendría que cuidar de una persona durante el resto de mi vida, debería de ser fuerte por él, por nosotros.
Dejé que todo saliese de mí mientras mecía a mi pequeño mirando hacia la puerta de la habitación. En la habitación en la que debería de haber estado Karen. Y de un momento a otro, apareció la persona que menos quería ver en este momento. Me miró durante unos largos minutos desde el umbral de la puerta. Luego, su mirada se desvió hacia la única cama... vacía. Me lo quedé viendo, observando sus movimientos y su reacción. Se acercó a la cama y se sentó en ella. No me atrevía a hablarle, no me atrevía a decirle nada. Temiendo de que...
-¿Dónde está mi hermana?
Cerré los ojos y sentí como mi hijo se removía entre mis brazos. No estaba preparado para esto. Solo habían transcurrido dos horas desde su muerte... todavía la tenía muy presente como para hablar así de su fallecimiento, aunque fuese su hermano.
-Kyle... te he hecho una pregunta. ¿Dónde está Karen? - me volvió a preguntar pero no abrí la boca.
Cody se levantó de la cama y desesperado empezó a caminar por la habitación llevándose las manos a la cabeza. Se empezó a reír y cuando le miré a los ojos, lágrimas le caían por las mejillas. Terminamos mirándonos y negué con la cabeza, con un gran nudo en la garganta. Y entonces, cayó de rodillas enfrente de mí.
-Mi hermana... mi hermanita...
-Cody...
-Los he perdido. Los he perdido a todos... estoy solo, completamente solo. Yo... me dijo que no iba a perderla. Ella me lo dijo. Era lo único que me quedaba de mi familia y te juro que me dijo que no la perdería, que siempre estaría conmigo.
Me tragué el nudo ante la desesperación de mi amigo y cuñado. Me levanté del sillón y dejé a Álex en la cuna. Me acerqué a Cody y le obligué a levantarse. Y antes de que se alejara de mí, le abracé fuerte. No pensaba dejar que mi amigo creyese eso. Él no estaba solo, tenía una familia y amigos, en cambio, yo había perdido al amor de mi vida y una parte de mí siempre estará sola.
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Sobreviviendo a mi playboy © (3)
Teen Fiction~Trilogía ECS~ 1# Empleada de un playboy 2# Conviviendo con mi playboy 3# Sobreviviendo a mi playboy (...) La vida de nuestros personajes favoritos sigue siendo un caos y más cuando ambos descubren que van a ser padres...