EPÍLOGO

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Cuatro años después...

MICHAELA

Mi corazón palpitaba rápido en mi pecho mientras cogía fuerte con ambas manos el test de embarazo. Tragué saliva contando los segundos que pasaban. Si salía positivo me había metido en un buen lío y si salía negativo... me habría librado de una buena. Aunque tenía mis sospechas de que probablemente sí estuviese embarazada, hacía ya unas dos semanas que no me venía la regla y, a pesar de que Ryan y yo habíamos mantenido relaciones sexuales, estaba completamente segura de que el bebé no sería suyo. Después de la muerte de Karen, Iván y yo empezamos a salir muy a menudo, haciendo que Ryan se enfadara cada vez más. Discutimos varias veces, nos enfadamos y hasta rompimos con la relación. Esos meses los aproveché para salir con Iván y enrollarme con él. 

Sin embargo, Iván no me veía como su novia, solo como su lío de una o varias noches. Eso me enfurecía y me hacía sentirme más sola que antes. Así que volví a ganarme el corazón de Ryan y le juré que entre Iván y yo no había nada de nada. Le mentí, obviamente, y así estuvimos durante estos últimos cuatro años, dejándolo y volviendo. 

Actualmente, estoy saliendo con Ryan mientras Iván y yo mantenemos relaciones casi todas las noches, así que si el test diera positivo, no tendría la menor duda de que el padre sería Iván. Además, yo sabía que Ryan no era mi tipo y mucho menos el prototipo de padre para mi hijo, así que cada vez que Ryan y yo lo hacíamos (que eran pocas veces) me tomaba la píldora del día después. Sé que era muy cruel lo que le estaba haciendo y mi novio no se merecía todo lo que le hacía pasar, algún día la vida iba a pagarme por todo lo que le estaba haciendo. 

Pasados los cinco minutos, me atreví a echar un vistazo al test. Dos rayas, habían aparecido dos rayas. Cogí la caja rápidamente y vi que esas dos rayas significaban que... estaba embarazada. Se me vino a la cabeza todo de golpe, todos estos años jugando con Ryan y con Iván, rompiéndole el corazón a Ryan , sintiéndome cada vez una puta en todo este juego. Iba a tener un bebé con Iván, estaba completamente segura de ello. Y ahora no podía echarme atrás con todo esto, tenía que seguir adelante y mentirle a Ryan sobre que íbamos a tener un bebé. Por un instante, se me vino a la cabeza el futuro que nos esperaba juntos. Ryan nunca sabría que su hijo, en realidad, no lo era. Estaría toda la vida cuidando de un niño que no era suyo y amando a una mujer que tampoco era suya al cien por cien. 

Y me di cuenta de que yo era una mala persona porque en vez de sentirme culpable por el hecho de joderle la vida a mi pareja, me sentía viva, me sentía poderosa. Tal vez era una traidora, una puta y una falsa, pero Ryan sería el hombre más desgraciado del mundo, formando una familia que estaba muy lejos de ser suya. 

-Este bebé - dije acariciándome la tripa - será tu ruina Ryan, para toda la vida...

KYLE

Cinco años sin Karen y todavía sentía un gran vacío en mi interior. Me habían quitado lo que más amaba en este mundo, me lo habían arrebatado para siempre, y el dolor solo hacía que crecer día a día. Cody y yo éramos los que más habíamos sufrido con su pérdida, noches llorando y sin pegar ojo, ocupándome de Álex hora tras hora, sin descanso. Karen me había dejado solo con un bebé y, el día en que ella murió me prometí a mí mismo que nunca dejaría que Álex estuviese triste, por nada del mundo. 

Mi hijo ya se hacía mayor, hoy cumpliría cinco años y yo era el padre más feliz del mundo. Aún con el recuerdo de Karen presente sentía que podía con todo lo que me echaran, si mi hijo estaba a mi lado. Lo observaba jugar con sus amigos del cole en el jardín mientras mi madre iba como loca detrás de él para que no se cayera ya que tenía los zapatos desatados. Sonreí ante el panorama y le dije a Álex que viniese. Él me hizo caso y enseguida estuvo enfrente de mí con la respiración entre cortada de haber corrido tanto. 

Sobreviviendo a mi playboy © (3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora