CAPÍTULO 38

149 5 0
                                    

KAREN

No podía parar de llorar y era una tonta por eso pero es que me dolía demasiado. No quería que esto fuera de esta manera. Por mucho que me limpiara las lágrimas, éstas seguían cayendo por mis mejillas, empapándomelas. Sé que era absurdo estar llorando por lo que había pasado, pero aunque pensara que las cosas se arreglarían entre nosotros, algo en mi interior se había roto. No sabía si me sentía así por estar embarazada pero era como una presión en el pecho que no me dejaba tranquila y aumentaba cada vez que pensaba en Kyle. Ojalá no se hubiese enfadado por verme aquí, al principio se alegró y luego, reaccionó al ver mi tripa. En estos momentos no sabía si lo había hecho bien o lo había hecho mal. 

No quise volver a ver a Kyle, en cuanto el médico salió de su habitación y nos confirmó que estaba bien, que no parecía tener lesiones y que se quedaría hasta mañana en observación, le dije a Laura que entrara y que le dijera que yo me iba al hotel, que mañana vendría a verle. Ella se quedó allí con él mientras yo me iba. No estuve pensando en eso más de la cuenta, y en cuanto llegué al hotel, me duché, me puse el pijama y me metí dentro de la cama. Y ahí fue cuando estallé en sollozos y las lágrimas caían como una cascada por mis mejillas. 

Estuve más de media hora intentando tranquilizarme en vano. Miraba el reloj cada dos por tres, pensando en porque Laura no regresaba ya, y la duda y el miedo me asaltaron. Kyle estaba débil y ya me sentía mal por haberme ido y haberlo dejado ahí, y si Laura se había quedado... no quería pensar en ello, ella tenía pareja y no me apetecía recordar aquellos días en los que ambos se quedaban solos en una misma habitación. Kyle me prometió que no hicieron nada, pero ahora él estaba enfadado, yo estaba enfadada y Laura estaba ahí a su lado. Esos pensamientos solo hicieron que me entraran más ganas de llorar. Me abracé como pude, ya que mi barriga era bastante grande, y dejé que todo saliese. 

Pasaban los minutos y todo seguía igual. Me harté de llorar y me harté de esperar a que Laura viniera y me dijera que Kyle se había quedado durmiendo y que estaba bien. Ya me daba igual lo que pasara. Cogí el móvil de la mesita que tenía al lado y marqué el número de mi hermano. Tenía que darle las buenas noticias.

Yo: Hola Cody - le dije intentando aparentar que no había estado llorando.

Cody: Karen, ¿estás llorando? - mierda.

Yo: No... estoy bien.

Cody: ¿Seguro? No se te oye muy bien...

Yo: Estoy bien, no te preocupes. Solo quería llamarte para darte las noticias.

Cody: ¿Qué ha pasado? ¿Todo está bien? ¡No me digas que Kyle se ha muerto y por eso estás llorando!

Yo: ¡No! No, al contrario, se ha despertado. El médico dice que está bien y que se quedara toda la noche en observación. Supongo que mañana ya podremos irnos.

Cody: Me alegra oír eso hermanita. Uff, que alivio... ¿puedo hablar con él?

Yo: Mmm... ahora mismo no, está durmiendo. Si quieres mañana te llamo y hablas con él - sentí un pinchazo en el pecho al decirle eso. No quería mentir a mi hermano pero no quería que se preocupase más.

Cody: Perfecto. Enserio, me alegro un montón que esté mejor. Me teníais en un sin vivir, contigo ahí y el otro moribundo.

Rodé los ojos al escucharle decir eso.

Yo: Todo está bien ahora, no te preocupes.  

Cody: Es un alivio, no sabes como he pasado estos días sin ti. Pensé que te perdería y, Karen no te puedo perder, eres lo único que me queda de nuestra familia. Lo único que me hace recordar a mamá y a papá. 

Sobreviviendo a mi playboy © (3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora