CAPÍTULO 40

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Enero

KAREN

Habían transcurrido dos semanas desde el accidente de Kyle en Estados Unidos. Dos semanas que invertimos en comprar ropa para el bebé, terminar la habitación de Álex y celebrar la navidad con la familia. Y por "familia" quiero decir la madre de Kyle. La verdad es que nos lo pasamos estupendamente y de paso, mi suegra me dio algunos consejos para cuando me llegara la hora de tener al bebé. Me encantó tenerla unos días en nuestra casa, con nosotros.

 En la habitación del bebé colocamos una mecedora cerca de la cuna y me pasaba todas las tardes ahí sentada pensando mientras le acariciaba o acomodando unos peluches que le habíamos comprado. A veces me quedaba absorta mirando las ecografías y no podía evitar pensar en como sería Álex. ¿Tendría más cosas mías o de Kyle? No podía esperar para saberlo. Quedaban menos de dos meses para el parto y mi barriga estaba ya que estallaba. Ya me costaba levantarme del sofá, de la cama o de las sillas y apenas podía estar más de diez minutos de pie sin cansarme. Tampoco hacía nada importante, así que no me molestaba mucho. 

Una de las tardes recibí una llamada de Niall, hacía ya bastante tiempo que no hablábamos y pensaba la razón de su llamada sería para preguntarme que tal estaba, incluso iba a decirle lo que le pasó a Kyle en Estados Unidos ya que nadie más que Sonia y mi hermano lo sabían. Sin embargo, cuando me lo contó no pude dar crédito a lo que oía.

Yo: ¿Es enserio? No puede ser, vas de coña - le dije incrédula.

Niall: Ojalá lo fuera Karen, ojalá. Pero no. Lucía se quedó embarazada el mes pasado y hace dos semanas recibió una noticia muy impactante, su padre se moría. Imagínate como le sentó que empezó a encontrarse mal y tuvimos que ir al hospital. Allí nos dijeron, después de unas interminables horas, que ella estaba bien pero que el bebé no, no habían podido hacer nada por él y ya no está. 

 Yo: Lo siento mucho Niall, yo... bufff, tienes que estar fatal y Lucía ni te cuento. 

Niall: Los primeros días lo pasamos bastante mal. Lucía se encerró en el dormitorio y no quería salir para nada. Sin embargo, gracias a mi madre cambió el chip y reaccionó. Seguimos con la boda aunque hemos decidido suspender las despedidas de soltero y posponer el viaje de la luna de miel, ahora mismo no estamos muy alegres para fiestas. 

Yo: Y aun así os casáis... sois muy valientes, yo no habría podido hacerlo. Me imagino ahora en perder a Álex y nos daría algo.

Niall: Más que nada nos casamos porque Lucía quiere que su padre la lleve al altar y con su enfermedad nos da miedo posponer la boda y que... no llegue a tiempo. 

Yo: Sí, lo entiendo. No sabes lo mal que me sienta todo lo que habéis pasado.

Niall: Ya... queríamos invitar a todos a una cena y anunciar la noticia este mes, ahora ya no tenemos motivos para hacerlo. Pero, me ha sorprendido mucho como Lucía se está portando estos días, metida en la boda, organizándola para que sea perfecta. Al principio, no quería ver a su padre ni en pintura, ahora por lo menos descuelga el teléfono cuando la llama. 

Yo: Me imagino lo mal que estás pero supongo que Lucía está peor que tú, imaginarte ser madre y luego perder al bebé, es muy duro más para la mujer que para el hombre. Déjale tiempo a Lucía para que lo supere, ella sabrá que hacer con su padre.

Niall: Sí, bueno muchas gracias por escucharme. ¿Tú como estás? Ya te queda poco para tenerlo, ¿no?

Yo: Sí, menos de dos meses. Ahora estoy bien pero hace dos semanas estaba en Estados Unidos porque Kyle había tenido un accidente.

Sobreviviendo a mi playboy © (3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora