CAPÍTULO 47

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LUCÍA

Todo había sido maravilloso. Mi relación con Niall no había hecho más que empezar y ahora éramos marido y mujer, y aunque me seguía sonando mal decirlo en voz alta (básicamente porque no me acostumbraba), sentía que él era el amor de mi vida y que nunca me arrepentiría de lo que habíamos hecho hoy. Al finalizar la ceremonia y yendo para el banquete, una persona me abordó, una que conocía bastante bien y que me alegraba cantidades de que estuviese aquí.

-¡Addison! - le grité a mi mejor amiga abriendo los brazos.

Nos dimos un fuerte y cálido abrazo. Con todo el lío que había tenido con mi padre apenas la pude ver antes de la boda, pero me alegraba de verla.

-Felicidades - nos dijo a Niall y a mí.

-Gracias, ¿te vienes al banquete?

-Claro, iba a irme hacía allí cuando os he visto. ¿Habéis pasado mucho nervios? 

Niall negó con la cabeza y yo me reí. No se la creía ni él, lo conocía y seguro que había estado de los nervios hasta que aparecí. 

-Pues yo sí, ¿sabes? - les confesé a ambos - con lo de mi padre menudo susto que me dio. 

-Sí, he visto como te llevaba al altar su padre.

-No sé encontraba muy bien y preferí que se quedara en casa descansando pero él dijo que quería ver como me casaba, aunque no me llevase al altar. Ahora parece que está mejor pero no le pienso quitar el ojo de encima. Más le vale que no se ponga peor mientras estemos comiendo.

-Espero que no sea nada.

-Tranquila, ¿nos vamos ya? Llegarán todos allí y nosotros aun no habremos salido de aquí.

Addison asintió y se fue al sitio donde hacíamos el banquete. Dejé que se alejara para que Niall y yo pudiésemos irnos más tranquilos. 

-¿No le has contado a tu amiga lo de tu padre?

-No. No creo que sea un tema que haya de ir diciéndolo por ahí.

Me había guardado eso para mí por un motivo; no quería que la gente empezase a sentir lástima por mí. Mi padre se estaba muriendo pero igual con el tiempo lo superaba y no me gustaría cruzarme con la gente por la calle y que empezasen a murmurar cosas de mi padre. 

-¿Vamos? Todos nos estarán esperando - le dije a mi ahora marido y él asintió con la cabeza. 

(...)

Y tenía razón. En cuanto llegamos todos ya estaban allí bebiendo. Le dije a Niall que me iba  a ver como estaba mi padre, él asintió con la cabeza y se fue con los chicos, Kyle y James. Me acerqué a mi madre, quien estaba dándole a mi padre un vaso de agua mientras le tocaba la frente preocupada.

-¿Todo bien papá? - le pregunté agachándome a su altura con cuidado de no dañar el vestido.

-Si hija, no te preocupes, ya se me ha pasado - me dijo sonriendo.

Le toqué la frente y me di cuenta de que estaba todo sudado. Fui a por unas servilletas y por el camino me encontré con varios familiares míos que me daban la enhorabuena. Me demoré más de lo que pensé, ya que no tenía ni idea de donde estaban esas servilletas y cuando volví con mi padre, Niall estaba a su lado.

-Toma papá - le dije tendiéndole el papel. 

Él lo cogió y se lo pasó por la cara y el cuello mientras se inclinaba en la silla. Lo que más me asustaba era que le ocurriese algo grave a mi padre el día de mi boda, porque si fuera así me costaría mucho volver a recordar este día como el mejor día de mi vida. Niall y yo nos quedamos de pie mirando a mi padre, para ver si mejoraba ya que se le veía algo pálido. Mi madre me cogió del brazo y me alejó de él. 

Sobreviviendo a mi playboy © (3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora