Cuarenta y ocho.

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DAY6 - When You Love Someone.











Cerré mi maleta, ya había guardado toda mi ropa aunque no necesité mucho porque lo que más usaba eran los uniformes que me habían dado, que constaba de pantalón deportivo gris y camisa amarilla con el logo del Centro, usaba mi ropa para dormir o en las clases de artes o yoga.

Hoy era el día en que ya podía irme a casa, en total estuve internada un mes y tres semanas. Me sentía feliz por volver, un poco ansiosa también, pero la emoción por ver a los demás fuera de este lugar era más fuerte.

–¿Te llevarás esto, cariño?

Giré a ver a mamá que tenía una pequeña maceta con un girasol. Había sido un regalo de Jennie, la cuidadora de Alex.

–Si, es un regalo.

Mis padres, Woon y Jiyeon estaban aquí, iríamos a mi casa, al parecer mamá había preparado un almuerzo especial para mí. No vería a Tae porque no estaba en el país, él y los chicos estaban cumpliendo con su agenda en Reino Unido y hasta donde sabía no volverían hasta dentro de dos días. Me sentía un poco triste porque quería verlo al salir de aquí, pero al menos habíamos hablado por teléfono hace unos minutos.

En las tres semanas adicionales del tratamiento nuestra rutina no cambió en dos y hacía una semana que estaba de viaje por lo que no lo había visto en varios días.

–Ya todo está listo. –Le dije a mamá, quien había venido conmigo a la habitación para ayudarme.

Sentía un poco de nostalgia por dejar la habitación que había sido mi espacio por un período de tiempo, pero estas mismas paredes fueron testigos de mi proceso y de como la Sky que se iba no era la misma que había llegado.

Mamá y yo salimos con mis cosas, en el camino a la entrada del recinto estaba Alex esperándome, llegué a él rápidamente para envolverlo en un abrazo, me correspondió de una manera muy fuerte. Él aún no tenía fecha de salida, pero esperaba que fuera pronto.

Nos separamos y vi como sus ojos se habían cristalizado y su nariz como sus mejillas se habían vuelto rojas.

–Eres muy guapo para llorar, así que no lo hagas. –Sonrió y asintió, tratando de hacer caso a mis palabras. –Tenemos una promesa, recuérdalo.

–Intentaré seguir, lo prometo.

Una frase tan simple, pero tan esperanzadora y triste al mismo tiempo... "Si lo lograrás, Alex."

–Te llamaré y vendré en cuanto pueda, cuando salgas iré a visitarte para probar la comida deliciosa de tu madre –volví a abrazarlo– y te llevaré muchas cosas, tengo que ganarle a Bangtan. –Bromeé, sentí como su pecho vibraba por la risa.

–Sé feliz, noona. Y también cumple tu promesa.

–Lo haré.

Él y yo habíamos hecho una promesa de intentar mantenernos vivos y mantenernos bien, de intentar ser felices, no era lo mismo que afirmarlo porque realmente no sabíamos lo que pasaría en el futuro, pero con "intentar" era suficiente. Tanto él como yo haríamos nuestro mejor esfuerzo en seguir adelante.

Mi madre también se despidió de él y yo lo hice de algunos internos que se habían reunido en el pasillo para despedirse de mi, así como la señora Shin, al igual que el Director del lugar y algunos enfermeros, mi terapeuta también estaba. No quería llorar pero fue inevitable no derramar algunas lágrimas.

En la entrada estaba mi padre, Jiyeon y Woon junto con mis guardaespaldas. Los abracé a todos, incluyendo a los que se encargaban de cuidarme, ellos ya estaban acostumbrados a que cruzara la línea de guardaespalda - persona que cuidan. Me subí a una de las camionetas quedando junto a la ventana, a mi lado iba mi madre y mi padre. Jiyeon iba atrás y Woon de copiloto.

Spotlight. |KTH Donde viven las historias. Descúbrelo ahora