Ocho.

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Llegué a casa a la media noche, Tae y yo no hablamos durante el camino, porque yo me estaba quedando dormida en el asiento. Pero al poner un pie en el apartamento, el sueño se había esfumado de mi sistema y era frustrante.

Subí una foto a mi instagram de las que nos habíamos tomado Tae y yo, tampoco puse descripción. No había publicado nada desde que empezaron los escándalos y era obvio que mis stars se harían muchas preguntas. No quise ver los comentarios.

Tomé un baño con agua tibia para relajarme, me puse mi pijama, cepillé mis dientes y me coloqué una mascarilla en la cara. Luego de mi rutina salí del baño, había dejado el suéter de Tae en mi cama pero lo vi y decidí ponermelo era muy cómodo; me gustaba el perfume que tenía impregnado. El idiota no tenía por qué enterarse.

Intenté cerrar los ojos y esperé que me llegará el sueño pero fue inútil. Tomé mi teléfono y me metí a ver vídeos en youtube de cualquier cosa, algo se me vino a la mente y busqué el live de Taehyung.

Debía admitir que me había quedado con la duda, aún estaba disponible y podía verlo.

Él parecía muy cómodo al simplemente compartir sus gustos musicales con sus fans y de vez en cuando saludar o responder preguntas. Pero fue inevitable fijarme en los comentarios que le hacían, muchas le preguntaban por nuestra relación, sobre sus fotos con la modelo y en aquella fiesta, aunque suponía que su agencia ya había dado un comunicado sobre ello y él no hablaría del tema. Leí muchos comentarios insultándome o donde le decían que no podía salir conmigo, que yo era una mala influencia y otros que si le daban su apoyo. Todo eso él lo ignoraba y lo único que respondió, que tenía que ver conmigo, fue lo de las fotos en el parque.

Anteriormente lo malos comentarios no me hubiesen afectado para nada, pero ahora lo hacían, era horrible que personas que no me conocían en lo absoluto hablaran con tanta propiedad sobre mi. Me sentí mal y dejé de ver el live.

Yo sabía que ese era el precio que había que pagar al ser una celebridad, porque ese tipo de comentarios no dejarían de existir, pero aún así no hacía que doliera menos.












Me desperté, vi la hora en mi celular eran las nueve de la mañana, no supe a qué hora me dormí. Luego de ver el live me había quedado viendo hacia la nada pensando y no lo iba a negar, había llorado un poco también. Me levanté y me metí al baño casi arrastrando los pies, al salir escuché ruido abajo. Suponía que Woon me había traído el desayuno, solía hacerlo la mayoría del tiempo.

Bajé y al entrar a la cocina efectivamente estaba Woon, pero también Kim Taehyung, éste me miró de arriba a abajo y sonrió, y recién caí en cuenta que llevaba su suéter. Demonios.

Sentí mi cara calentarse y no pude evitarlo, pero desvié la mirada.

–Hola, princesita –saludó Woon– ¿Dormiste bien?

–Hola, y si más o menos. –Respondí algo incómoda.

–Que bien, te traje tu desayuno debes tener energía para enfrentar el regaño que se les viene –miró su reloj– tienen reunión con Bang y Yang en una hora.

No era una sorpresa, lo suponía.

–¿Qué haces aquí? –Miré a Taehyung.

–Soy tu novio, vine a desayunar contigo. –Sonrió inocente. Al principio de todo, él no estaba contento con esto al igual que yo, ahora parecía haber desarrollado un gusto por molestarme con el tema de nuestra supuesta relación.

–Yo lo llamé, irán juntos a la agencia. –Dijo mi mánager y tomó su teléfono que estaba sobre la barra. –¿Qué estaban pensando al subir esas fotos?

Spotlight. |KTH Donde viven las historias. Descúbrelo ahora