Diecisiete.

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Mis padres llegaron el día anterior y hoy nos veríamos, habían pasado algunos días desde que Tae y yo fuimos a la empresa por una reunión. Hablamos acerca de nuestras agendas, si bien estábamos de "vacaciones" teníamos que asistir a ciertos shows que nos querían tener como invitados y también una revista nos contactó para que aparecieramos en la portada, al igual que nos harían una entrevista. Después de todo esa era la idea al dar a conocer nuestra relación.

El señor Yang supo lo de Hyeji y a pesar de que estaba molesto respetó mi decisión de dejar las cosas así, pero dejó en claro que sí me volvían a atacar de otra manera, no iba a tomar en cuenta mi opinión y aplicaría acciones legales.

La relación entre Tae y yo no estaba en buenos términos desde ese día, además de eso ni lo había visto porque se fue a casa de sus padres a pasar tiempo con ellos.

Él sabía que hoy teníamos que vernos con mis padres, así que esperaba que llegara o que nos viéramos en el lugar aunque lo mejor sería que llegáramos juntos.



Estaba terminando de maquillarme cuando unos toques en mi puerta se escucharon, fui a abrir y era él.

–¿Hay tiempo de que me dé una ducha? –Preguntó, con su típica expresión seria. No saludos, no nada.

–Si. –Él asintió y siguió por el pasillo.

Me recorrió un alivio enorme porque al menos estaba siendo responsable.

Me pareció raro que Tannie no estuviese con él pero supuse que lo había dejado en casa de sus padres.

Media hora después nos encontrábamos rumbo al restaurante donde mis padres ya nos estaban esperando, íbamos en su auto. Tae se había vestido todo de negro y debía decir que era su color, le quedaba bien. Yo me había puesto una falda de cuadros, una blusa negra y unas sandalias.

Cuando llegamos, nos bajamos al mismo tiempo, él se acercó a mi y me tomó de la mano, aún me costaba acostumbrarme a eso, además que ni habíamos hablado en todo el camino y sólo había tensión entre nosotros.

Entramos al restaurante y enseguida pude ver a mis padres, no había tanta gente, era un lugar discreto. Casi empujé a Tae para que caminara más rápido, ellos se levantaron y esperándome con los brazos abiertos, me solté del pelinegro y rodeé a las dos personas más importantes para mí en un abrazo fuerte, sentí mis ojos empañarse. Los había extrañado demasiado.

–Te extrañamos tanto, pequeña. –Habló mi padre y me dio un beso en la sien.

–Y yo a ustedes. Mucho.

–Estás hermosa, Yoonie. –Sonreí ante las palabras de mamá.

Nos separamos y yo me sequé las pocas lágrimas que lograron colarse. Me había olvidado completamente de Tae hasta que ellos desviaron la mirada hacía él.

–Mamá, papá, les presento a Taehyung. –Sentí nervios y lo miré, él tenía una sonrisa e hizo una reverencia hacia ellos ofreciéndoles su mano.

–Es un placer conocerlos, señor y señora Go. –Habló, muy decentemente.

–El placer es nuestro –dijo, mamá, devolviéndole la sonrisa–, definitivamente eres más guapo en persona.

Lo sabía.

Sabía que iba a decir algo así. Sentí algo de vergüenza y volví a mirar a Tae, quien reía apenado también.

–Gracias –hizo otra reverencia– Ya veo de dónde sacó la belleza, Seonkyoon.

Mi madre se sonrojó y mi padre alzó una ceja.

–Hey, chico yo también tuve que ver. –Reímos por las palabras de papá. –Estoy tan feliz de que mi hija esté saliendo con un buen chico. –Le dió unas palmaditas en el hombro.

–Yo estoy feliz de estar con ella. –Me volvió a tomar de la mano, un sabor amargo se instaló en mi boca pero tuve que disimular.

No me gustaba mentirles a mis padres.

Ellos sonrieron al mismo tiempo. No era necesario decir que Taehyung se los había ganado porque era muy obvio.


Ya nos encontrábamos sentados en la mesa, después que ellos nos contaran como les había ido en el viaje y nos mostraran fotos, los cumplidos no pararon de ambas partes. Taehyung se estaba comportando como el novio perfecto que todo padre quisiera para su hija, varias veces tuve que contener las ganas de rodar los ojos. Les habló un poco sobre su vida y de su familia.

Él ya se había dado cuenta de que ellos eran fans de su grupo, así que les dijo que yo no había mencionado nada asegurando que era por celos. Idiota.

–Hemos ido a tres conciertos y ha sido una experiencia increíble. Hacen un buen trabajo.

–Espera, ¿qué? –miré a papá– Creí que sólo había sido uno.

–Si... bueno, cariño. No queríamos que te sintieras mal. –Se excusó mamá.

Escuché la risa burlona de Tae a mi lado y quise hacer que se tragara lo que quedaba de su plato de una vez.

–La traición, hermano. –Negué con la cabeza. Aún así no me sorprendía.

Después de la comida, papá pidió una botella de vino e hicimos un brindis. Tomé un poco, yo no solía beber, sólo en ocasiones y no mucho, no tenía resistencia al alcohol.

Nos despedimos, mis padres querían descansar bien del viaje y quedamos en vernos en unos días más. Yo quería pasar un par de días en casa.



Tae y yo nos subimos al auto en silencio, antes de que arrancara volteó a verme, sentí sus ojos en mi, así que yo también lo miré.

–Tus padres son muy buenas personas. –Comentó.

–Les agradaste mucho.

–Me amaron, te lo dije que lo harían. –Sonrió leve y yo igual, negando con la cabeza. –Yoonie, vamos a intentar llevarnos bien. –Dijo, ahora serio.

–Tae, siempre decimos lo mismo y siempre pasa algo que nos hace retroceder lo que hemos avanzado. –Suspiré.

–Yo de verdad quiero que funcione.

–Y yo también pero...

–Sólo vamos a esforzarnos ¿si? –Me interrumpió, al mismo tiempo que me tomaba de la mano. Una corriente me atravesó y lo miré a los ojos, su mirada era intensa y de repente no pude hablar. –Yo intentaré no hacerte enojar.

Bajé la mirada porque sentí mi rostro caliente, miré nuestros dedos entrelazados.

–Está bien, yo intentaré no enojarme contigo. –Dije, y escuché una pequeña risa de su parte.

–Yoonie, prométeme algo –alcé la mirada de nuevo– que no vas a tomar más de esas pastillas, si no puedes dormir o te sientes mal, llámame y hablamos o vemos una película, podemos hacer cualquier cosa para que no recurras a eso.

Recordé nuestra discusión anterior.

Un nudo se formó en mi garganta y no supe exactamente por qué. Taehyung estaba siendo sincero, lo podía notar en su forma de hablar y de mirarme.

–Lo prometo. –Expresé, en voz baja.

Él se inclinó y pasó sus brazos por mi espalda, yo hice lo mismo. Me sentí tan reconfortada en sus brazos y me gustó esa sensación.

Después de unos segundos nos separamos y volvimos a acomodarnos en nuestros asientos correctamente para partir rumbo a casa.

Al final el encuentro con mis padres había salido bien.














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^^
Lamento la tardanza :c

Espero les haya gustado, gracias por leer💜

Spotlight. |KTH Donde viven las historias. Descúbrelo ahora