Cuarenta y tres.

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Taeyeon - All About You.



Taehyung.

Había pasado una hora desde que Yoonie fue ingresada de emergencia.

Todo el color blanco tan reluciente de la sala de espera y el olor a desinfectante me tenía mareado, no me gustaban los hospitales para nada. La inquietud y el agobio seguía latente en mi organismo y con cada minuto que pasaba iba en aumento, pensando en que ya estaban tardando mucho para darnos alguna noticia de ella.

Entonces ahí estaba yo, en una esquina apartada de la sala de espera, escuchando los murmullos o pasos de las personas a mi alrededor, viendo a cada tanto como el personal médico y uno que otro paciente iba y venía, o centrándome el reloj digital que justo se situaba frente a mi.

Los padres de Yoonie ya habían llegado, Woon y Chang también. Por lo que sé el señor Yang estaba de viaje, pero estaría de regreso por la noche ahora que se enteró de lo que pasó. Los chicos también estaban aquí con uno de nuestros managers, Hoseok y Jiyeon fueron los encargados de relatar una y otra vez los hechos, como encontramos a Yoonie en la habitación, ya que yo no fui capaz de hacerlo. Sólo me limité a observar como la señora Go lloraba desconsolada e incrédula al saber la razón de que su hija fuera ingresada de emergencia, su esposo intentaba ser fuerte por ambos aunque sus ojos llorosos delataban lo mucho que le dolía el que su hija hubiese tomado una decisión así. Pude ver la frustración combinada con la preocupación en el rostro de Woon y Chang, estaban muy afectados, parecían echarse la culpa al igual que yo, ya que fuimos los últimos en hablar con ella y en el caso de Chang, de verla, aunque no podríamos suponer lo que pasaría.

Cielo, ¿Cómo es que no te diste cuenta que destrozarías el corazón de todos?

Por mi parte había llorado hasta el punto de que mis lágrimas se secaron en mis mejillas, los chicos se acercaron a mi a hablarme, pero yo no podía ni pronunciar una palabra sin romper en llanto porque me venía a la mente la imagen de Yoonie sobre la cama. Sentía sus miradas en mi a cada minuto y es que ahora era lo más parecido a un alma en pena, además que Hoseok les había contado sobre el episodio que tuve al llegar, como casi colapso por ver a mi novia en esa situación, así que obviamente estaban preocupados por mi salud de igual manera. Jungkook fue más insistente y se encargó de hacerme saber, entre lágrimas, que no se iba a mover de aquí, aunque no obtuvo una respuesta de mi parte. Ni siquiera me había atrevido a hablarle a mis suegros porque la culpa me carcomía por dentro. Ellos confiaron en mí para cuidar a su hija y les fallé.

Miré la hora en el reloj digital, siendo que no había pasado ni un minuto desde la última vez que comprobé cuánto tiempo había pasado. Necesitaba tomar algo de aire porque comenzaba a sentir que las paredes se cerraban, la ansiedad estaba escalando a pasos agigantados dentro de mi y debía controlarlo. O en cualquier momento comenzaría a hiperventilar.

Me levanté de la silla logrando captar la atención de todos en mi, a la expectativa de lo que iba a hacer a continuación porque hacía un rato había terminado insistiendo, exasperado, a un par de enfermeros que necesitaba saber que pasaba con Sky y reclamándole por qué no nos habían dicho nada. Jimin en ese momento me calmó, llevándome hasta la parte más alejada de la sala de nuevo.

Caminé hacia una de los pasillos que daba a la salida, pasando entre algunas de las sillas.

–¿Tae a dónde vas? –Namjoon preguntó.

–Afuera. –Respondí casi de forma automática, apenas lo miré.

–Iré contigo. –Jungkook hizo el amago de levantarse, pero Nam lo detuvo.

Spotlight. |KTH Donde viven las historias. Descúbrelo ahora