𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐚́𝐧 𝐲 𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐚𝐧𝐚 [𝑳𝒆𝒗𝒊 𝑨𝒄𝒌𝒆𝒓𝒎𝒂𝒏]

Capítulo 47: "Capitán y Capitana"

Y tal como Levi había ordenado todos se tuvieron que dedicar a limpiar el cuartel. Algunos a regañadientes, otros reclamaron y los que llevaban más tiempo siendo subordinados del Capitán simplemente se pusieron a trabajar.

—¿Jefa, por qué tenemos que ordenar este lugar que no es nuestro? —reclamó Kimihiro con su pereza habitual.

—Porque ustedes también empezarán a vivir aquí, chicos. —contestó Yuno llevando la última canasta con ropa sucia al río.

Todos se habían dividido en grupos.

Sasha y Connie habían sacado los sofás al patio y los estaban limpiando al sol.

Karol y Kimihiro limpiaban el living y la cocina.

Carl y Amelié la habitación de las chicas y la de los chicos.

Armin y Jean las habitaciones privadas de los tres mayores.

Levi, Eren, Mikasa y Yuno lavaban la ropa sucia en el río.

Por último Erwin, Hange y Fertman preparaban el almuerzo e ideaban la próxima expedición el la cocina.

(Narra Yuno)

Sentía que moría de calor al borde del río, a pesar de estar en invierno el día de hoy era bastante cálido y había estado cargando bastantes canastas de ropa. Por fin había traído la última así que me dejé caer en el pasto junto al río.

Miré a mi alrededor, todos estaban trabajando. Mi mirada se topó con un cabello negro como el carbón, mis ojos recorrieron aquel rostro que, como nunca, expresaba cierta paz al estar limpiando una camisa blanca en su cubeta. Esbocé una sonrisa, así que el idiota realmente tiene una obsesión con la limpieza.

Recordé el día que tuvimos nuestro combate, cuando recién nos conocimos. Y la cara de asco que puso cuando le escupí. Es realmente sorprendente como las cosas cambiaron entre nosotros, como de esa apatía mutua nos volvimos más cercanos. Las noches de té, las incontables peleas, las conversaciones personales, las burlas mutuas, el apoyo y esa extraña necesidad de querer estar el uno junto al otro aunque solo fuera para discutir.

Imanes que no saben como acercarse. Pero si pones el esfuerzo suficiente en encontrar la forma, en entender como funcionan... lograras que los imanes se unan.

De pronto recordé como Levi me había dejado con curiosidad esta mañana, al irse después de decirme que quería hablar conmigo. Y así, un plan, un muy mal plan vengativo invadió mi mente.

Me puse de pie, tomé mi cubeta vacía y me acerqué a Mikasa. Que estaba a menos de un metro de Levi y Eren.

—Mikasa me pasas el jabón por favor. —pedí mientras me sentaba frente a ella y cambiaba mi cubeta vacía por la suya, que estaba llena de agua sucia. La chica me miró confundida pero le guiñé un ojo y captó de inmediato.

—Eren, esta tarde practicaremos tu cristal nuevamente. —habló Levi concentrado en limpiar una camisa en su balde. El chico titán asintió a su lado haciendo la misma tarea. 

Y cuando Eren iba a responderle me miró alarmado. Yo estaba de pie detrás de Levi alzando la cubeta con agua sucia. Antes de que el mocoso arruinara mi broma volteé mi cubeta en la cabeza de Levi y la dejé caer al suelo, preparada para escapar corriendo hasta la Muralla Sina si la situación lo ameritaba.

—Hija de... —Levi se puso de pie rápido y se pasó los dedos por los ojos, quitando el cabello que se le había quedado pegado en el rostro.

Lo miré de pies a cabeza, el agua había hecho que la camisa se le transluciera.