Capítulo 39: "Dos idiotas y una ingenua"

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Levi salió tranquilamente de la casa, como si no hubiese dejado un caos en la cabeza de la chica con su última frase. Caminó unos cuantos metros hasta quedar al lado del Comandante, que miraba de brazos cruzados como toda la gente se iba a sus casas. Al sentir los pasos del pelinegro se giró.

—¿Hablaste con Yuno? —preguntó Erwin, casi indiferente ante lo que había pasado hace unos minutos. —Hange me dijo que habían discutido... otra vez.

—Esa cuatro ojos... cuando la vea la aniquilaré. —contestó Levi cruzándose de brazos, se encogió de hombros y miró al rubio. —Le dije a Yuno que era una mocosa asesina y ella me dijo que yo era un trozo de hielo. Así que supongo que las cosas están bien.

Erwin frunció las cejas, desconcertado. 

—¿Qué rayos pasa con ustedes? ¿No tienen sensibilidad para tratarse? 

—Supongo que decir las cosas es mejor que guardarlas, ¿no? —contestó Levi con simpleza. Él también se había acostumbrado a aquellos diálogos

—Si, pero podrían tenerse un poco más de tacto. —insistió Erwin. —En fin Levi, ¿Carl les avisó que nos quedaremos aquí? 

—Sí... y dijo que "indefinidamente". —respondió el pelinegro entredientes. 

—La tormenta ya viene y es peligroso cabalgar así. —respondió Erwin.

—Comandanteeee. —lo llamó Fertman acercándose rápido, en un trote vergonzoso para su edad. —¿Han visto a Carl? Le dije que fuera a buscar a Yuno pero ahora no encuentro a ninguno de los dos.

—Yuno dijo que se pondría el uniforme y vendría a ayudarlos con el orden de las casas. —respondió Levi. 

—¿Estabas con Yuno? —preguntó el Canciller frunciendo el ceño. —Vaya... es extraño que hablara con alguien después del blood demands blood. —su rostro se relajó y le dio una sonrisa a Levi. —Me alegro que ustedes se lleven bien, Capitán, siempre creí que ustedes se parecían mucho aunque Yuno es más explosiva hacia fuera y usted es más exp-

—Can-ci-ller. —deletreó la Capitana detrás de él, Fertman se giró lentamente. —¿Se puede saber por que está hablando de mí, Jefe? ¿Usted no debería estar distribuyendo las casas para sus invitados?

—¡Yuno! —exclamó Fertman en tono inocente. —¡Si supieras que juuusto te andaba buscando! 

—Si, claro. —murmuró la chica cruzándose de brazos. —Bueno, ya está anocheciendo, ¿cómo los orden- Oh, fuck.

Una pequeña llovizna comenzó a caer sobre sus cabezas. La tormenta ya había llegado.

—Erwin, dile a los chicos que se refugien en la casa de Zara por ahora. —pidió Yuno, subiéndose la chaqueta. —El Jefe y yo los alcanzaremos de inmediato.

El rubio asintió y la chica tomó el brazo al Canciller para llevarlo a la casa de Derek, el otro Jefe de la ciudadela.

—¿Capitana...? —preguntó Fertman siguiéndole el ritmo bajo la lluvia que se estaba haciendo cada vez más fuerte.

—Derek tiene una lista de distribución, me pidió que la viniera a buscar. —respondió Yuno girando a la derecha y entrando a una casa con total confianza.

—Hola Yuno, —saludó alegremente el joven de cabello castaño cuando los dos intrusos abrieron la puerta. —aquí está la lista, revísala y dime que te parece.

La chica tomó el papel y empezó a revisar. Los de la Legión se hospedarían en la casa más grande y gracias a los consejos de Fertman, Derek los había acomodado en los cuartos según sus relaciones personales y profesionales, ya que no había suficiente espacio para dejar un cuarto para chicos y otro para chicas.

𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐚́𝐧 𝐲 𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐚𝐧𝐚 [𝑳𝒆𝒗𝒊 𝑨𝒄𝒌𝒆𝒓𝒎𝒂𝒏]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora