𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐚́𝐧 𝐲 𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐚𝐧𝐚 [𝑳𝒆𝒗𝒊 𝑨𝒄𝒌𝒆𝒓𝒎𝒂𝒏]

Capítulo 52: "Maybe... in another life"

Hacia la Muralla María, hacia donde están los Gizinos...

—¿Por qué no nos prestan atención? —preguntó Connie bajando al pasto junto a Sasha.

—Mierda. —gruñó Levi y Erwin se giró hacia él.

—¡Soldados, los titanes se dirigen hacia la Muralla María! —gritó él y todos contuvieron la respiración, yo temblaba.

—¡Jefa! —la voz de Carl me hizo reaccionar. —¿Qué hacemos?

—Ahora entiendo a Erwin...

—¿De qué mierda estás hablando Yuno? Este no es el momento. —me zamarreó Amelié. Mis pupilas se toparon con las suyas. 

Miré detrás de mí hacia la carreta en la que estaba Kimihiro lleno de sangre, hacia los ojos quebrados de Karol, luego miré hacia donde corrían los titanes. Corrían hacia mi gente, quieren acabar con mi gente... Y yo no quiero arriesgar a mis chicos, pero si no lo hacemos...

—Erwin tenía razón, hay que continuar... —murmuré, Carl y Amelié me miraban con desesperación. Los gritos de Kimihiro me partían el alma. —hay que continuar, aún sabiendo, que nos dirigimos al infierno. 

Carl y Amelié se miraron con pánico. Kimihiro gritaba de dolor en la carreta. Lo miré otra vez y mis ojos se aguaron, ni siquiera teníamos a los otros dos policías, habían arrancado hacia el lado contrario cuando comenzó todo el caos. Activé mi equipo y alcancé a Erwin.

—Comandante, permita que un grupo vaya en busca de los Policías y el otro vayamos a detener a los que se dirigen a la Muralla María. —pedí. Erwin sostuvo mi mirada debatiéndose hasta que asintió.

—Confiaré en ti, Yuno. No me decepciones. Yo me llevaré al soldado Jones al cuartel. —asentí y me giré.

—Levi, Mikasa, Carl y Amelié, necesitamos alcanzar a esos titanes antes de que lleguen a la Muralla. Karol y Jean, vayan por los policías. —pedí. La mayoría asintió pero Karol estaba congelada mirando a Kimihiro.

—Yunito, yo me quedaré con ellos e iré por los Policías. —dijo Amelié. —Karol no estará al 100% sin Kimihiro, así que yo la apoyaré.

La miré nerviosa pero Carl asintió.

—Cuídalos hermanita. —Amelié nos miró con cariño. —Vamos, Jefa.

Levi, Mikasa, Carl y yo subimos a nuestros caballos y galopamos a toda velocidad. Los titanes había corrido tan rápido que apenas lográbamos alcanzarlos, por suerte solo eran seis pero estaban cada vez más cerca de la muralla.

Si volviéramos al Círculo, los titanes nos destruirían en un instante igual que la otra vez, si no estuvieran los chicos de la Legión los titanes nos hubieran comido a Karol y a mi cuando estábamos en shock mirando a Kimihiro. Quizás sea hora de aceptar que nosotros... no somos tan fuertes.