𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐚́𝐧 𝐲 𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐚𝐧𝐚 [𝑳𝒆𝒗𝒊 𝑨𝒄𝒌𝒆𝒓𝒎𝒂𝒏]

Capítulo 25: "Tú los mandas al infierno"

(Narrador omnisciente)

El despacho había quedado en un silencio sepulcral luego de la salida de Yuno. Fertman estaba procesando todo lo que habían vivido los chicos en la primera exploración, sabía que debería regañar a la Capitana por hablarle así a Erwin, pero entendía su enojo, supuso que Yuno se sentía igual que cuando le desobedecieron sus soldados "impotente y cuestionada al haber tomado una buena decisión".

Hange y Levi estaban bastante enfadados con la Capitana por lo que le había gritado a Erwin, ellos más que nadie sabían que al Comandante le importaban todas las vidas de sus subordinados y que no hay día en el que Erwin no se siente culpable por las muertes con las que carga.

Las palabras de Yuno "tú los mandas al infierno" no dejaban de resonar en la cabeza de Erwin, aunque no lo admitiera le dolieron. Él ya lo sabía, pero escuchar que alguien se lo gritara en la cara lo dejó perplejo. Erwin, con la mente fría lograba entender las decisiones que había tomado Yuno, pero que desobedeciera sus órdenes lo preocupaba para el futuro.

Desde un principio supo que hacer una alianza con ellos sería difícil, pero no se esperaba esto.

~Probablemente ahora nos dará un rotundo no, sobre unirse a la Legión~ pensaba Levi. ~Y si por alguna extraña razón aceptaran va a volver a pasar esto, Yuno seguirá siendo la Jefa de su Ejército así que puede ignorar las órdenes de Erwin en cualquier momento.~

Fertman se puso de pie debatiendo sobre si pedir disculpas en nombre de Capitana o salir en silencio del despacho, miró a los otros tres quienes mantenían las miradas fijas en el suelo. Supuso que cualquier palabra empeoraría más las cosas.

—Permiso. —murmuró y salió del despacho cerrando la puerta con suavidad. Una vez afuera Levi se puso frente a Erwin y Hange con los brazos cruzados.

—Esa idiota cree que puede venir aquí y hacer lo que quiera, pasó por alto el plan de la primera expedición, —murmuró Levi claramente irritado. —si llega a traer a su Ejército esos soldados la van a seguir a ella, no a ti Erwin. ¿realmente quieren a los Gizinos aquí? ¿nos tendremos que enfrentar a esas situaciones en cada expedición?

—Estoy de acuerdo contigo, es completamente seguro que tendremos problemas con Yuno, —respondió Hange en tono frío. —esa chica tiene que entender que aquí las órdenes las da Erwin.

El Comandante puso las manos entrelazadas sobre su escritorio y apoyó su barbilla en ellas.

—Hay que dejarle en claro que acá no puede tomar decisiones sin avisar, —Erwin suspiró. —pero al cuestionarla demasiado ella no aceptará la alianza.

—No podemos andar haciendo lo que Yuno quiera, Erwin. Éste no es El Círculo, y nosotros no somos Gizinos. —respondió Levi. —Si hacemos una alianza, esa mocosa tiene que entenderlo.

—Exacto, —respondió Hange. Por primera vez en mucho tiempo estaba realmente molesta con alguien. —es verdad que necesitamos a los Gizinos en la Legión, pero si ellos vendrán a desestabilizarnos es mejor dejar la alianza a un lado.

Erwin se sentía entre la espada y la pared. Y extrañamente no sabía que decisión tomar. Las palabras "tu los mandas al infierno" aún resonaban en su cabeza.

—Tienen razón, quizás esta alianza es un problema más que una solución. —respondió el Comandante en tono cansado.

—Además, en dos semanas más se gradúan reclutas, esperemos que algunos elijan la Legión de Reconocimiento. Saldremos adelante como siempre lo hemos hecho. —intentó animar Hange mirando a ambos hombres.