𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐚́𝐧 𝐲 𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐚𝐧𝐚 [𝑳𝒆𝒗𝒊 𝑨𝒄𝒌𝒆𝒓𝒎𝒂𝒏]

Capítulo 30: "El consejo de Mikasa"

—Mikasa... —murmuró confundida la Capitana.

—¿Sabes Yuno? Cuando recién te conocí creí que serías un problema. —dijo la chica oriental y Yuno la miró incrédula. ¿En serio, primero Levi y ahora ella? —Pero ahora que te conozco mejor sé que no es así... en realidad puede que seas la única persona capaz de bajarle los humos a ese enano, pero te estás equivocando al hacerlo de esta manera.

Yuno la miró confundida sin saber a qué se refería y sin entender a que se debía esa extraña conversación. Ambas estaban unos pasos alejadas del cuartel.

—¿Qué estás queriendo decir? —preguntó Yuno fastidiada, no tenía ánimos para juegos, solo quería salir a respirar aire fresco. Y le bastaba discutir con un Ackerman al día y ahora aparecía la otra. 

Yuno al ver que Mikasa la miraba pensativa se dio vuelta dispuesta a irse, pero sintió como esta la agarraba del brazo deteniéndola.

—Mira Yuno, el Capitán Levi tiene todo lo irritante que puede haber en una persona... pero desde que llegaste aquí, es como si el Capitán tuviera algo en que concentrarse además de la Legión, —Mikasa pensó un instante. —Por ejemplo, cuando ustedes entrenaron con los equipos 3D el Capitán Levi tenía la tarde libre pero prefirió quedarse entrenándote.

—Mikasa... Levi me gritó toda esa tarde. —respondió Yuno en un suspiro, trayendo a su mente ese mal recuerdo.

—Bueno sí, pero él normalmente se preocupa de los soldados solo en las expediciones, prefiere que los demás aprendamos por nuestra cuent-  —la chica se detuvo al ver que la conversación no iba a ningún lado. —Escucha Yuno, a lo que quiero llegar es que le estás haciendo bien a la Legión y a ese enano antipático, porque le respondes de igual a igual.

Esto no estaba funcionando, Yuno se irritó más de lo que estaba antes de que llegara Mikasa.

—Ajá, ¿y cuál es el punto? —la verdad es que la Capitana se llevaba bastante bien con la chica oriental, pero ese no había sido un buen momento para consejos, Yuno estaba furiosa con Levi.

—Que es genial que lo trates de igual a igual, pero gritándole no es la forma. —respondió la chica cruzándose de brazos.

—¿Me estás diciendo que tengo que dejar que el enano me pase a llevar? ¿Quedarme callada y dejarlo que sea un idiota? —preguntó Yuno apretando los puños como método de autocontrol. No se llevaba mal con Mikasa pero aquello le parecía el consejo más patético que escuchó en su vida.

—Yuno cállate un momento, —exigió la Ackerman, ahora ella también se estaba empezando a irritar. —lo único que te quiero decir es que... esa no es la única forma de defenderte ante él, respondiéndole solo caes en su juego, ¿o acaso no notas que siempre eres tú la que termina irritada?

Las palabras de Mikasa eran como un baldes de agua fría para Yuno. Ella sabía que la chica no estaba ahí para regañarla y que quería ayudarla a su manera, pero la cabeza de la Capitana era un caos. Inspiró gran cantidad de aire y la miró.

—Haber si entiendo... ¿te gusta que yo esté aquí y le responda a Levi porque así se le bajan los humos y tiene algo más que hacer aparte de regañarlos a ustedes, pero dices que no me debo rebajar a discusiones sin sentido?

—Exacto, eso. —respondió la joven.

—Pero Mikasa, eso no tiene sentido... ¿quieres que me quedé en silencio cuando el otro idiota empiece a decir estupideces? —Yuno se cruzó de brazos mirándola.

—No, lo que quiero es que aprendas a tener el control que él tiene sobre sus emociones, el Capitán disfruta viéndote alterada, y no quiero que le des en el gusto. —respondió la chica, quien realmente se había preocupado al escuchar que probablemente la alianza no funcionaría.